Sábado, May 2024

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La Inestabilidad política, constantes acosos y agresiones a periodistas y medios de comunicación, amenazas a los espacios cívicos y la criminalización de los disidentes, son un panorama sombrío que deja muy mal parado al gobierno de la presidenta hondureña Xiomara Castro.

Los ataques ahora también alcanzan a los espacios cívicos y a las organizaciones no gubernamentales que no comulgan con la política del gobierno de turno.

Los constantes ataques cibernéticos a los medios de comunicación tradicionales y digitales, las amenazas de nuevas leyes intimidatorias, la opacidad de los actos públicos y la manifiesta intolerancia de los funcionarios gubernamentales, continúan socavando cada día el derecho a la libertad de prensa en Honduras.

En medio de la inestabilidad política, los constantes acosos y agresiones, la autocensura, las amenazas a los espacios cívicos y la criminalización de los disidentes, los periodistas y medios de comunicación de Honduras celebran este próximo viernes, 03 de mayo, el Día Mundial de la Libertad de Prensa. 

Para la periodista Emy Padilla, fundadora y directora de criterio.hn “es un derecho que en el país cada vez va en decadencia”.

Emy Padilla.

Lamentó que Honduras en el 2024 siga apareciendo en los rankings internacionales como uno de los países con peor libertad de prensa en el mundo, a la par de los regímenes dictatoriales como Cuba, Venezuela y Nicaragua, y que no se haga nada para superar ese calificativo no prestigioso.

Padilla expuso que, desde el gobierno anterior, la plataforma de Criterio.hn y su cuenta en las redes sociales, vienen siendo blanco de ataques cibernéticos, y aunque han interpuesto la denuncia ante el Ministerio Público, muy poco se ha actuado para identificar a los agresores.

En la administración de la presidenta Xiomara Castro, este medio virtual también ha sufrido virulentos ataques de funcionarios públicos, incluso la misma Casa Presidencial le negó la acreditación a su equipo de reporteros en una clara violación al derecho de información y prensa, detalló.

Ella es del criterio, que ante la vulnerabilidad en que se encuentran los nativos digitales, se debería reformar la Ley de Libre Emisión del Pensamiento o crearse una ley especial para los medios electrónicos, ya que actualmente se desconoce su existencia a pesar de que juegan un papel importante en la democracia del país.

Un derecho protegido, pero vapuleado

La libertad de prensa es un derecho íntimamente relacionado con la libertad de expresión. Es fundamental en las sociedades democráticas ya que permite investigar, opinar sobre temas de interés público a través de los distintos medios de comunicación, soportes que deben funcionar sin mayores restricciones que las ya establecidas para ejercer su oficio responsablemente.

El derecho a la libertad de prensa apareció por primera vez en 1766 en la Ley de Libertad de Prensa de Suecia. También fue establecido en 1791 en la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.

Honduras recoge su protección en 1958, cuando mediante decreto número 6 de mes de julio de ese año, aprueba la Ley de Libre Emisión del Pensamiento. Esta normativa entra en concordancia con la Declaración Universal de los Derechos Humanos que establece la tutela del Estado a los derechos de libertad de expresión, información y prensa, incluso fija los parámetros de la ética de los periodistas.

Posteriormente, la actual Constitución de la República, emitida en 1982, en los artículos 72, 73, 74, 75 y 76 también deja claro la responsabilidad estatal en la protección del derecho a la libertad de prensa. Así, esta disposición nacional queda en estrecha relación con el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y luego con el artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José.

Sobre esta temática, Daniel Villeda, jefe de redacción de diario La Tribuna, consideró que en Honduras, la libertad de prensa siempre ha estado limitada por los altos niveles confrontativos de la sociedad, tomando en cuenta que se vive en una sociedad cerrada en la que “todos los conocemos”.

Daniel Villeda

La libertad de prensa existe en nuestro país, pero el comunicador se autocensura, al ver que su noticia tiene un impacto, que causa una confrontación y amenazas su vida, entonces prefiere mejor callar a ser objeto de amenazas, explicó.

Cuestionó la libertad de prensa, con el “libertinaje”, en la que muchos se amparan para hacer señalamientos impropios y a beneficio personal o de un grupo determinado, del cual son afines.

 En Honduras se pueden opinar de determinados temas, aunque al grupo antagónico no le parezca. O, aunque después se tengan problemas con las personas que no comparten la opinión personal.

Los criterios de diferentes grupos de la sociedad son importantes para analizar un tema, pero es ahí en donde entra la confrontación, ya que las opiniones de unos, molestan a otros y se entra en discrepancia, que conlleva a problemas mayores, o a antagonizar grupos de poder políticos, más que todo, polarizando de esa manera a la sociedad.

No hay que confundir la libertad de expresión que tienen cada uno de los hondureños, con el “libertinaje”, que grupos en el poder confunden. Antes eran críticos acérrimos, ahora en el poder, no aceptan ni una autocrítica de sus propios seguidores, meditó Villeda.

Responsabilidades

El artículo 72 dice: “Es libre la emisión del pensamiento por cualquier medio de difusión, sin previa censura. Son responsables ante la ley quienes abusen de ese derecho y aquellos que por medios directos o indirectos restrinjan o impidan la comunicación y circulación de ideas y opiniones”.

Más adelante el artículo 74 constitucional precisa que “no se puede restringir el derecho de emisión del pensamiento por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales…”

Para Mario Cerna, director del portal Honduras Verifica, “una de las cosas que ha venido afectando el tema de la libertad de prensa, sobre todo en los últimos gobiernos, es el de la pausa publicitaria, la cual se utiliza como una herramienta de coerción para los medios, sobre todos los corporativos, aunque ahora en esta administración se usa para beneficiar a medios afines”.


Mario Cerna

Actualmente las amenazas no solo son contra los medios tradicionales, sino también contra algunos medios emergentes que no  son afines al gobierno.

Creo que eso de una u otra forma también marca las líneas editoriales que se definen en los medios de comunicación. No hay garantías de respeto al trabajo de los medios y de los equipos periodísticos, a esto se suma la impunidad en los casos de acoso y agresiones, expresó.

Cerna es del criterio que Honduras carece de un ambiente adecuado para el ejercicio de la libertad de prensa y la libertad de expresión. Pero también hay que reflexionar sobre el hecho que hay grupos mediáticos que al defender algunos grupos de interés sin darse cuenta ponen en precario la libertad de prensa.

Otro hecho que amenaza la libertad de prensa son los constantes ciberataques a los medios de comunicación, afectándoles su buen funcionamiento y cumplimiento de su rol dentro de la democracia. Igualmente está el auge de la generación de desinformación.

“Recientemente publicamos una investigación sobre el tema de tropas digitales que están fortaleciendo el discurso público de la presidenta Xiomara (Castro) y de sus ministros y cómo nos mandaron un montón de tráfico. Entonces nuestro medio se nos cayó y tenemos un mes y medio a estar trabajando para recuperarnos”. Existe el temor de que se esté utilizando el hackeo de las plataformas de los medios de comunicación para amedrentarlos, explicó.

A Cerna no le sorprende que Honduras siga en la cola de los países con peor libertad de prensa. “No es de sorprenderse, creo yo que mucho de lo que hemos visto, sobre todo en la parte gubernamental, son lineamientos claros y muy específicos, muy característicos de esos gobiernos también autoritarios que también aparecen en estos rankings con niveles bajos de libertad de expresión”.

Hay acciones legales que ya se están adoptando, como por ejemplo dar plenos poderes a la Secretaría de Planificación Estratégica, donde se instruye a instituciones como Conatel a realizar un monitoreo de todos los medios de comunicación digitales, radiales.

Esto debe llamar la atención. No es una situación nueva, ya el gobierno del presidente Juan Orlando Hernández también había impulsado ciertas leyes como la ley de ciberseguridad, por ejemplo, para controlar algunas cuestiones que se publicaban en redes sociales entre otras cosas. La tendencia no pinta un panorama alagüeño para los medios de comunicación y hay un reto sumamente importante que hay que afrontar.

Pero la situación es más preocupante cuando se ve que desde el gobierno ahora no solo se ataca a los medios de comunicación, sino también a muchas organizaciones de sociedad civil, a los espacios. “Eso lo estamos viendo también en Nicaragua con los ataques y cierres de las ONG y lo mismo pasa en El Salvador, deploró el director de Honduras Verifica.

Honduras es parte de la Alianza Global para la libertad de medios  y el gobierno anterior  firmó  un compromiso que enlista una serie de acciones para fortalecer la libertad de expresión  entre ellos la deducción de responsabilidades a quienes atacan a periodistas, pero el actual gobierno ni siquiera ha asistido a las reuniones de esta alianza.

De allí que el país llega a otro año más de conmemoración de la libertad de prensa con muletas que se van deteriorando cada día, afectando la democracia.

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