86 tumbas en diferentes cementerio del país, donde yacen los restos de 86 periodistas y trabajadores de medios de comunicación en Honduras, son las pruebas que contrastan con la impunidad que les sepultó también. El Estado tiene esa deuda social para hacer justicia a quienes fueron acribillados desde el año 2001 al 2020.
Reporteros Sin Fronteras junto a la UNESCO en el marco del proyecto “Bajo Riesgo - Análisis de los programas de protección de periodistas en América Latina”, verificó 10 años de ataques mortales contra periodistas de 2011 a 2020, una década de impunidad en el mundo. Honduras figura entre los países más mortales.
Según este estudio América Latina ha sido el continente con más periodistas y colaboradores de medios asesinados entre 2011 y 2020, a causa de su profesión y el 80 por ciento se concentran en Brasil, Colombia, México y Honduras, que oficialmente no son países en guerra y por eso estas cifras son especialmente preocupantes.
RSF, posicionó a Honduras, por segundo año consecutivo catalogándolo como el segundo país más mortífero de América y señala que está cayendo en una espiral de violencia e impunidad que supera el 91 por ciento según el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH).
También puntualizan el coronavirus como un agravante de la situación, pues cientos de informadores han sido víctimas de la enfermedad en todo el mundo, en algunos países más afectados que en otros, pero no es posible determinar si contrajeron la enfermedad mientras ejercían su profesión.
Asimismo, la asociación por la Democracia y los Derechos Humanos ASOPODEHU, actualizo el listado de periodistas asesinados durante los últimos 19 años, en el territorio nacional desde el 2001 al 2020, registrando 86 casos y 10 decesos por Covid-19.
El listado