El presidente Juan Orlando Hernández dijo ante la Asamblea de la ONU en septiembre que cuando llegó al poder en 2014 Honduras era el país más desigual de la región y que ahora ese panorama cambió. “Honduras es otra, dijo, pero es falso, en realidad desde entonces se ha tenido un retroceso y hay más desigualdad y pobreza.
Veamos los hechos y los datos entre 2014 a la fecha:
La desigualdad económica se mide con el coeficiente GINI. Es una herramienta que suele emplearse para medir la concentración de ingresos entre los habitantes de una región o país.
Dicho método fue desarrollado por el Italiano Conrado Gini, en 1912, que además incluyó cómo varía la desigualdad de ingresos de una población en el tiempo, lo que puede contribuir a orientar políticas públicas cuyo objetivo sea alcanzar una mayor igualdad y desarrollo económico.
Si aplicamos este indicador a lo dicho por el presidente, para empezar Honduras no era el país más desigual de la región en 2014, cuando recibió su primer mandato.
En ese año, CEPAL señaló un Coeficiente de Gini de 0.481, cifra alarmante, pero Honduras no era la peor nación de Centroamérica, había otros países en peor condición como Panamá con 0.506, y Costa Rica con 0.495.
En 2019, previo a la pandemia de COVID, el coeficiente de Gini en Honduras fue de 0.494, de hecho 0.013 puntos más arriba que en 2014.
Otro indicador a observar, y mencionado por Hernández ante la ONU, es el de pobreza.
CEPAL registró para 2014 un índice de 52.3% de la población en pobreza y un 20% en pobreza extrema.
En el 2020 estos datos empeoraron, colocando a Honduras con un índice de pobreza de 58.6% y pobreza extrema de 26.1%.
En 2014, Honduras tenía en pobreza extrema a 19.2% de la población, y en 2019 fue el 20%, según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). También desde esa perspectiva se observó un deterioro.
Si revisamos el Índice de Desarrollo Humano (IDH), hasta el 2019 era de 0.634.
Según el PNUD, Honduras se ubicó en el lugar 132 de los 189 países evaluados por las Naciones Unidas. Nicaragua y El Salvador tuvieron mejores datos. De hecho en esta medición Honduras se ubicó como el país con menor IDH en Centro América, quedando muy lejos del dicho de Juan Orlando Hernández.
Otra cifra a considerar respecto a las condiciones de vida es cómo está la población hondureña en cuanto a la vivienda.
La CEPAL sitúa a Honduras con un 40.5% de población urbana en asentamientos irregulares (Viviendas Slums), o que vive en casas que no son construidas con los materiales adecuados para brindar una protección digna, careciendo de servicios básicos.
Con estos datos, llegamos a la conclusión de que las aseveraciones de Juan Orlando Hernández ante la ONU son falsas, Honduras ha sufrido retrocesos en desigualdad y pobreza en los últimos años.