Las centrales obreras hondureñas permitieron la presencia de la mandataria Xiomara Castro y del diputado presidente Luis Redondo en la conmemoración del Día Internacional del Trabajador, porque los consideran aliados en la construcción de justicia social.
Y como ejemplo del acompañamiento en la solución de problemas de interés nacional, los trabajadores mencionan la derogación de la Ley de Empleo por hora, cuya publicación en La Gaceta les fue entregada por Castro de Zelaya en los actos del 01 de mayo.
El presidente del sindicato de Sindicato de Trabajadores de la Industria del Azúcar, Mieles, Alcoholes y Similares de Honduras (Sitiamash), Constantino López, no comparte el criterio de algunos críticos que calificaron la presencia de ambos funcionarios como la continuidad de la politización del movimiento sindical que siempre protagoniza el partido político en el poder.
López comentó que los trabajadores enfrentan muchos problemas y que la solución empieza a construirse. “Venimos de una dictadura pero la realidad actual es otra, miramos soluciones”, explicó.
Citó que ambos poderes del Estado avanzaron en la derogación de las leyes de Empleo por Hora y las ZEDE’s.
Del diálogo con Castro de Zelaya y Redondo, los trabajadores han logrado algunos compromisos.
Ambos poderes del Estado prometieron garantizar el cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas y tribales dentro de los Estados, el respeto a las culturas y las formas de vida de estos pueblos, sus derechos sobre las tierras y los recursos naturales, y el derecho a decidir las prioridades para su desarrollo, poniendo fin a las prácticas discriminatorias.
Sobre lo anterior explicó que en 1995 Honduras suscribió el Convenio 169 pero en cuanto a cumplimiento de los preceptos el país está aplazado.
Sostuvo que ambos poderes del Estado también se comprometieron a prohibir y eliminar de una vez por todas la tercerización y precarización laboral, garantizar el cumplimiento de los convenios 87, 98, 151, 189 y 190 de la OIT1, y el 169.
Los dos funcionarios de Estado prometieron a las centrales obreras transparentar la generación de energía eléctrica “poniendo fin a los contratos leoninos y amañados” suscritos con empresas privadas.
Sobre la tercerización en el trabajo, dijo que en Honduras es un problema grave porque sólo en el rubro que él representa, más del 50 por ciento de la mano de obra está en esas condiciones que beneficia a los empresarios que optan por no contratar directamente a personal permanente.
Lo que hacen, explicó, es contratar a testaferros para no pagar la hora trabajada en el sector. En la industria el salario mínimo es de 58 lempiras con 19 centavos por hora, y este mismo rubro instalado en el campo lo reduce a Lps.38.85, robando así al trabajador. “Esto no debe continuar y por eso se revisará la ley”, externó el entrevistado.
Con esa tercerización se reduce el salario, violenta los derechos de los trabajadores y neutraliza el crecimiento de los sindicatos porque los testaferros garantizan la no contratación sindical. “Nosotros confiamos que esto terminará, es la promesa que tenemos”, indicó López.
Sostuvo que el movimiento sindical no está politizado, la lucha no claudica y estará atento a la gestión gubernamental y legislativa en pro del bienestar de la clase trabajadora.