Mientras en la Plaza Isis Obed Murillo se celebrara la extradición del expresidente Juan Orlando Hernández, Silvia Mencía de Murillo lloraba en su casa porque ese mismo día, 21 de abril, su hijo mártir de la resistencia, estaría cumpliendo 33 años de edad.
Isis Obed Murillo falleció el 05 de julio de 2009 frente a la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional de Toncontín, y en ese sitio el Partido Libertad y Refundación (LIBRE) construyó la plaza en memoria al joven.
El 21 de abril se concretó la extradición de Hernández hacia Estados Unidos, donde enfrentará a la justicia luego que la Fiscalía del Distrito de Nueva York estableciera que entre 2004 y 2022, “Hernández participó en la conspiración violenta de narcotráfico para recibir cargamentos de múltiples toneladas de cocaína", y que se transportaron “aproximadamente 500.000 kilogramos de cocaína a través de Honduras con destino a Estados Unidos".
La extradición del expresidente generó celebración entre los hondureños e hizo que simpatizantes de LIBRE llegaran al lugar a festejar el despegue de la aeronave que trasladó al exmandatario.
En declaraciones a la emisora Radio Globo, la madre del joven calificó de positiva y avance para la construcción democrática de Honduras, la extradición del expresidente. “Y yo pensé, mientras ellos celebran yo estoy aquí llorando la ausencia de mi hijo¨.
Isis Obed Murillo falleció a los 19 años de edad, el 5 de julio de 2009, luego que efectivos del Ejército Nacional le dispararan mientras participaba en una multitudinaria manifestación para recibir al exgobernante Manuel Zelaya Rosales, quien vía golpe de Estado fue defenestrado de la Presidencia de la República.
Ese 05 de julio llegaron a Tegucigalpa algunos de sus hijos que vivían en Olancho, y junto a Isis Obed que residía en Tegucigalpa se movilizaron para participar en la actividad de recibimiento a Zelaya Rosales.
Recuerda que su hijo le dijo que apoyaría todas las manifestaciones en apoyo a Zelaya Rosales.
Sin embargo, el joven perdió la vida en esa lucha.
Murillo relató que siete de sus hijos viven en Estados Unidos y que la acompañan los dos menores.
“Mis hijos se fueron a otro país porque aquí no encontraron trabajo. En aquellos días el hostigamiento en contra de los que nos opusimos al Golpe de Estado fue tan grande que incluso los hijos míos que tenían empleo, fueron despedidos”, señaló.
Por esa razón abandonaron el territorio nacional y su sueño es verles de nuevo, y para lograrlo pide a la presidenta Xiomara Castro de Zelaya ayudarle gestionando al más alto nivel la legalización de sus hijos en EEUU o darles trabajo en Honduras.
Reveló que en la campaña política la ahora titular del Poder Ejecutivo le reiteró que estaba dispuesta a apoyarla.
“Sé que no han pasado ni 100 días de Gobierno, ella tiene mucho, muchísimo que ordenar en Honduras y confío que se comunicará conmigo”, sostuvo la madre del joven.
En la actualidad ella y su esposo residen en Olancho, donde se dedican al cultivo de granos básicos. Sobreviven de esta actividad “y de los centavitos que me envían los hijos”, finalizó la entrevistada que brindó declaraciones a Radio Globo el 22 de abril anterior