Los procesos judiciales impulsados desde la Universidad Nacional Autónoma de Honduras UNAH, repercuten en la vida privada y profesional, según Cesario Padilla y Moisés Cáceres, ex líderes estudiantiles que vivieron los peores años de persecución al mando de la ex rectora Julieta Castellanos. Ellos enfrentan una sentencia de tres años actualmente por ejercer el derecho a la protesta social.
Hay una serie de irregularidades en el sistema judicial de Honduras que violentan los estándares internacionales y nacionales de las víctimas, de acuerdo a la investigación preliminar e intermedia de una misión calificada de organizaciones, en el caso del crimen contra la defensora indígena lenca, Berta Cáceres, según lo dieron a conocer en un foro virtual, este 01 de diciembre de 2020.
La Audiencia de Proposición de Pruebas en el caso del crimen de Berta Cáceres que se llevaría a cabo este 23 de noviembre de 2020, fue obstaculizada por la defensa de David Castillo, uno de los señalados como coautor del crimen, lo cual ya es una estrategia muy gastada para evitar que se inicie el juicio oral y público.
Este lunes 21 de septiembre del 2020, se reprogramó otra vez, la audiencia inicial contra de David Castillo, uno de los enjuiciados por el asesinato de Berta Cáceres. Él guarda prisión, y por más de un año ha tenido un proceso judicial con muchos aplazamientos de audiencias por parte de los abogados defensores apoyados en el poder judicial.
La Corte Suprema de Justicia es un circo donde bailan y cantan un puñado de payasos al son del dictador.El Poder Judicial salvaguarda los intereses de los grupos económicos, políticos y de narcotraficantes, pero persigue a quienes se oponen a las ilegalidades, expresaron los ex estudiantes y ex líderes estudiantiles de la UNAH, Sergio Ulloa y Moisés Cáceres, al reaccionar ante la condena que fueron objeto por defender los derechos de los estudiantes en la universidad nacional.