Personas defensoras y comunicadoras sociales de la comunidad Lésbico, Gay, Transexual, Bisexual e Intersexual, LGTBI, detallaron las limitantes para participar o trabajar en empresas de comunicación y las limitantes a la libertad de expresión que pueden volverse una situación de ataques frente a los discursos de odio.
Grecia Florence O´Hara, comunicadora de SOMOS-CDC y facilitadora de temas en calanes de Youtube.com, expresó que es difícil la incidencia y se torna un arma de doble filo porque están tratando de informar estableciendo una línea de respeto en las temáticas para una población algunas veces responde con burlas o amenazas.
La comunicadora agregó que algunas limitaciones son el uso de palabras o términos que para muchos son contradictorios, por ejemplo, la identidad de género de una mujer trans, el tema religioso que pone la moral por adelante, pero es también una situación que depende de los medios de comunicación, a veces querer influir depende de la flexibilidad y conocimiento y las posturas suelen ser a favor o en contra.
O´Hara relató que ella es una de muchas personas de la comunidad LGTBI que buscaron una oportunidad laboral en los medios de comunicación pero se les niega, por eso hay quienes deciden ocultar su identidad de género en las empresas por el miedo a ser despedidos y exponerse a recibir discursos de odio.
También indicó que la información sobre la comunidad en los medios específicamente de Honduras, contiene morbo y noticias amarillistas que son las que más consume la población.
Roberto Mendoza, presentador de temáticas con perspectiva de derechos humanos de la Asociación Arcoíris, explicó que siempre hay ataques discriminativos en las redes sociales para las personas visibles, el programa en el que trabaja nació años atrás desde un grupo de hombres gays, debido a la necesidad de luchar e informar en lo colectivo.
Según el presentador, uno de los temas más complejos es brindar información para los jóvenes que recién están “saliendo del closet”, y experimentan una vida sexual a temprana edad, porque la mayoría de los padres de familia no quieren hablar a sus hijos de educación sexual.
También abordan otras temáticas como la identidad de género, el VIH, incidencia política, entre otros ,desde una perspectiva de derechos humanos, intentando visibilizar el trabajo de base, como la promoción de una ley de equidad e igualdad para todas las poblaciones vulnerables y no solo la LGTBI.
Mendoza agregó que una de las partes que no le gusta de los medios, es el amarillismo, el trato a las personas, porque en algunos casos en que la facilitadora es una mujer trans intentan ridiculizarla, y en un contexto donde la mayoría de la población es religiosa todo lo que hace la comunidad es un pecado y por ello se sataniza.
Los comunicadores esperan que en un futuro cercano haya una mejor aceptación de las personas de la diversidad sexual en las empresas de comunicación, considerando que la difusión de información es para promover los derechos humanos de los que están privados en la sociedad.