Mario Villalobos, es un estudiante indignado y un hondureño consciente de su realidad, un joven harto de vivir bajo las opresiones y la dictadura de las autoridades tanto de la universidad nacional contra la población estudiantil como desde las estructuras gubernamentales hacia el pueblo en general.
“Decidí unirme a esta huelga de hambre para poder luchar de una manera distinta por alzar mi voz, poder concientizar a los estudiantes y a la población que se encuentra en una deshumanización por los medios de comunicación”, expresó Villalobos.
Además de demostrarles a los y las hondureñas que cada persona puede aportar un granito de arena, que es vital para la lucha y que se debe aprender a despojarse de las comodidades para poder pensar en los derechos colectivos.
Ingresó a la UNAH en el año 2014 y dijo que “al principio me mostraba indiferente de esos que caminan por los pasillos sin conocer los problemas y sin interesarme”.
Añadió que cierto día pasaba por la plaza bautizada como “Eduardo Becerra Lanza” y miró a un joven sentado sobre un parlante, hablando de una manera muy peculiar, ese era Sergio Ulloa, en ese momento lo estremeció porque era una persona que hablaba de una manera tan libre.
Eso lo impulsó a participar en la mesa de indignados como estudiante independiente, formó parte de las primeras tomas del 2015, comenzó a conocer a sus compañeros de lucha y se involucró debido a la inconformidad en su interior, por ende decidió que podía defender sus derechos y los de otros estudiantes.
“Me fui despojando paulatinamente de ese sentimiento egoísta, que solo me interesaba mi persona y moldee un sentimiento más colectivo de ayudar a los demás”, exteriorizó Villalobos.
Una vez que se gradúe su sueño es poner a disposición de la sociedad su profesión como psicólogo, para “sembrar rebeldía y despertar conciencia”, también estudiar pedagogía para ir a los pueblos indígenas y garífunas, donde considera que son grupos excluidos que necesitan gente que se interese en su educación y poner a disposición colectiva sus conocimientos, para no quedarse con ellos sino que puedan rendir frutos positivos, ya que como universitarios se deben al mejoramiento del pueblo y rescatar a la sociedad hondureña de la decadencia.
Mario fue retirado el miércoles 12 de julio del 2017 de la huelga de hambre, según la doctora Ligia Ramos era necesario hacerlo, ya que presentaba una baja en la bilirrubina y si no se salía podría empezar a presentar serios daños en sus órganos internos.