Son los periodistas quienes terminan pagando los platos rotos por informar a través de los medios la inocultable verdad de lo que pasa en la zona sur de Honduras. Los enardecidos síntomas de indignación social que vive Choluteca con manifestaciones constantes los miércoles y sábados de todas las semanas, es un fenómeno digno de estudiar para los expertos de la sociología, mientras los comunicadores intentan informar lo qué pasa por eso son estigmatizados.