En actos de un descontrol mental presidencialista, propio de un activista presidencial es lo que ha demostrado el presidente Juan Orlando Hernández ante la presión de la rebelión de las antorchas, y contra las miles y los miles de compatriotas que enarbolan viento bajo el agua, iluminando la noche oscurantista de Honduras; agregándole a este escenario la huelga de hambre, decretada por jóvenes hondureños, por dar a conocer al mundo la urgente necesidad de un dialogo nacional , mismo que debe concluir con una Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Es decir, con una legal y popular Constitución Nacional, popular e incluyente.