No cabe duda que el golpe de Estado perpetrado por las Fuerzas, confabuladas con los partidos liberal y nacional y las cúpulas empresariales, dispararon la ola de criminalidad en contra de los periodistas y comunicadores sociales, siendo los departamentos de Francisco Morazan, Cortés y Atlántida los más afectados, según las estadísticas del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos.