Hace una semana la cuadra donde vive Padilla tuvo visitantes no invitados. El 06 de agosto un hombre fornido llegó en una motocicleta para montar vigilancia, tres días después, el 09 de agosto, llegó acompañado de otro, que se conducía también en una motocicleta, ambos vigilaban palmo a palmo el lugar, como haciendo un reconocimiento de todo con fines preconcebidos.

Otras informaciones eran desalentadoras, la vida de Padilla está bajo amenaza, por eso el Centro de Prevención y Rehabilitación contra la Tortura, CPTRT, el Comité por la Libre Expresión, C-LIBRE y Pen Honduras, llegaron muy temprano a la UNAH a dejar la misiva donde le solicitaron a la rectora Julieta Castellanos el cese al hostigamiento al joven “y  el compromiso de la UNAH para garantizar el respeto al derecho a su vida e integridad personal”.

Mientras tanto el presidente Mundial de Pen Internacional, John Ralston Saul, envió una carta urgente al Procurador General de la República, al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos y a la propia rectora.

“Me han informado una serie de fuentes, incluyendo nuestro Centro pen de Honduras, que hombres armados han estado presentes en el barrio de Cesario Padilla y que existe conocimiento que se encuentran en dicho barrio para atentar en su contra. Les pido utilicen su autoridad e intervengan para asegurar la protección del bienestar de este ciudadano y estudiantes suyo”, señala la carta en donde también les hace saber que alrededor del mundo la situación está siendo seguida con gran preocupación por los miembros Pen.

Demandan protección ante el CONADEH

Las acciones continuaron al filo de las 10 de la mañana una comisión integrada por los miembros de Pen Honduras y de C-LIBRE, llegaron hasta las oficinas del Comisionado Nacional de Derechos Humanos, CONADEH, para pedir protección para Cesario Padilla, allí fueron atendidos por la Comisionada Adjunta, Linda Lizzie Rivera  y un abogado de la institución.

Rivera expresó que el CONADEH ha estado investigando algunas acciones en la UNAH y por lo tanto ya tenía conocimiento del caso. Se harían otras acciones para poder brindar la seguridad necesaria.

A la salida de la reunión se realizó una rueda de prensa donde se le explicó a los periodistas los resultados de la reunión y las circunstancias de las amenazas.

 El joven Padilla ha sido objeto de una campaña de estigmatización y  deslegitimación de su accionar  en los liderazgos estudiantiles, al igual que sus compañeros Sergio Ulloa y Moisés Cáceres, todos ellos junto a tres más, fueron expulsados el año pasado, pero un recurso de Amparo ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, les devolvió a las aulas.