El 29 de octubre pasado un funcionario de un Juzgado de Ejecución de Honduras le entregó personalmente a Julio Ernesto Alvarado, conductor del programa “Mi Nación”, del canal Globo TV, una notificación oficial de suspensión de la profesión de periodista. Es la primera vez que en Honduras se prohíbe de manera oficial a una persona ejercer esta actividad.
No obstante, es difícil afirmar que el trabajo de Julio constituya una amenaza para el gobierno de Juan Orlando Hernández. ¿Su culpa? En diciembre de 2013 Julio Ernesto Alvarado fue juzgado por difamación debido a una denuncia presentada por Belinda Flores Mendoza, decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Ésta le reclamaba haber difundido en 2006 en su programa "Mi Nación", información a través de una denuncia en su contra presentada por catedráticos de la misma universidad que llegaron al noticiero a hacerlo (por la falsificación de títulos universitarios).
La prohibición de ejercer cualquier actividad relacionada con la difusión de información es parte de una condena dictada contra Julio Ernesto en 2013. Frente a esta sentencia, en noviembre de 2014 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había solicitado medidas cautelares para el periodista, así como suspender la ejecución de la sentencia condenatoria mientras que la CIDH estudiaba su caso. Estas medidas cautelares no fueron respetadas por la justicia hondureña, sin embargo, los reclamos internacionales permitieron parar por un tiempo que se le suspendiera.
El 4 de septiembre de 2015 la Corte Suprema de Justicia de Honduras rechazó el recurso de amparo presentado por Julio Ernesto Alvarado en octubre de 2014, lo que creó un precedente funesto para la libertad de expresión.
A través del largo proceso de Julio, parece evidente que las autoridades quieren impedir por todos los medios el funcionamiento de la redacción de Radio Globo y Globo TV.
“El encarnizamiento que ha padecido Radio Globo y Globo TV por parte del gobierno hondureño es inaceptable", señaló Emmanuel Colombié, jefe del Despacho América Latina de RSF. “Ya es hora de acabar con el calvario de Julio Ernesto Alvarado y de dejar que los periodistas hondureños hagan su trabajo. Prohibirle al periodista que ejerza su profesión es un hecho sin precedentes en Honduras. Pedimos al juez de ejecución penal que anule esta condena es la única salida para Julio Ernesto. Asimismo, solicitamos una vez más a las autoridades que respeten sus compromisos ante la CIDH”, añadió.
Este nuevo giro en el caso de Alvarado constituye un enésimo revés de las autoridades hondureñas a la CIDH, pues tan sólo ocho días antes, el 21 de octubre, el gobierno se había comprometido a mantener la suspensión de la ejecución de esta condena. La víspera, las mismas autoridades impidieron que Julio Ernesto saliera del país para viajar a Washington, donde planeaba acudir a una audiencia de la CIDH, con el fin de defender su caso.
El 29 de octubre de 2015, cuando tuvo conocimiento de la prohibición formal de ejercer su oficio, Julio Ernesto naturalmente se negó a firmar el documento. Sus colegas de Globo TV intentan desde entonces que su programa continúe al aire, con la ayuda, a distancia, del periodista, pero la situación se ha vuelto muy complicada. Por lo insostenible de la situación y pese a su valentía, parece que a corto plazo no le quedará otra alternativa que dejar de transmitir el programa.
Honduras se encuentra en el lugar 132, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF.
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HONDURAS
Journalist’s work ban takes effect, setting bad precedent in Honduras
Reporters Without Borders condemns the outragous ban that has prevented Globo TV presenter Julio Ernesto Alvarado from working as a journalist for the past two weeks and reiterates its support for all the journalists who have been targeted by the authorities since a coup in 2009.
The host of the Globo TV programme “Mi Nación,” Alvarado was handed a written notification of the ban by a sentence enforcement court official on 29 October. It is the first time that a journalist has been formally notified of such a ban in Honduras.
It is hard to say why Alvarado’s work poses such a threat to President Juan Orlando Hernández’s government. What did he do?
The ban is the result of a December 2013 criminal defamation prosecution in response to a complaint filed against Alvarado in 2006 by Belinda Flores Mendoza, the former dean of the economics faculty at the Autonomous National University of Honduras, after he reported on his show that she was the subject of charges before the supreme court.
Ordered at the time of Alvarado’s conviction in December 2013 without taking immediate effect, the ban was condemned in November 2014 by the Inter-American Commission on Human Rights (IACHR), which asked the Honduran authorities to suspend the proceedings as “precautionary measure” while it examined the case.
Although the authorities did not comply with the request to suspend further proceedings in the case, the IACHR’s intervention had the effect of allowing Alvarado to continue working.
Alvarado’s last possible appeal against his conviction, filed in October 2014, was rejected by the supreme court on 4 September 2015, creating a bleak precedent for freedom of expression in Honduras.
Throughout these drawn-out proceedings, it has been clear that the authorities were determined to use all possible means to prevent Globo TV and its sister radio station from functioning.
“The Honduran government’s persecution of Radio Globo y TV is unacceptable,” said Emmanuel Colombié, the head of the Reporters Without Borders Americas desk.
“It is time to end Julio Ernesto Alvarado’s ordeal and to let Honduran journalists work. This work ban is unprecedented in Honduras. We urge the sentence enforcement judge to quash the sentence. This is the only possible solution for Alvarado. We also urge the authorities to comply with the undertakings they have given to the IACHR.”
This new twist in the Alvarado case is the latest of many Honduran rebuffs to the IACHR. On 21 October, just eight days before the written notification was delivered, the government had undertaken to maintain the stay on implementing the ban. But the day before, the same authorities had prevented Alvarado from travelling to Washington to plead his case at an IACHR hearing.
Alvarado naturally refused to sign a copy of the document when he received the formal ban on 29 October. His Globo TV colleagues have since then tried to keep his programme going, with Alvarado providing help from a far, but the situation is becoming too complicated to manage.
Although courageous, the journalist has no other solution but to stop presenting the program for a while.
Honduras is ranked 132nd ouf of 180 countries in the 2015 Reporters Without Borders press freedom index.
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HONDURAS
Julio Ernesto Alvarado officiellement interdit de travailler, une première au Honduras
Depuis le 29 octobre 2015, Julio Ernesto Alvarado, animateur pour Globo TV au Honduras, n’a plus le droit d’exercer sa profession. Reporters sans frontières (RSF) dénonce fermement cette décision scandaleuse, et apporte son soutien aux journalistes du média, cibles des autorités depuis 2009.
Le 29 octobre dernier, un fonctionnaire du tribunal de l’application des peines du Honduras a remis en main propre àJulio Ernesto Alvarado, animateur de l’émission “Mi Nación” pour la chaîne Globo TV, une notification officielle de suspension de la profession de journaliste. C’est la première fois qu’une interdiction d’activité est rendue officielle au Honduras.
Difficile pourtant d’affirmer que le travail de Julio constitue une menace pour le gouvernement de Juan Orlando Hernández. Son tort ? Julio Ernesto Alvarado est poursuivi pour diffamation depuis décembre 2013, à la suite d’une plainte déposée en 2006 par l’ancienne doyenne de l’Université nationale des sciences économiques du Honduras, Belinda Flores Mendoza, qui lui reproche d’avoir diffusé dans son programme “Mi Nación” des informations concernant des charges portées contre elle par la Cour suprême.
Cette interdiction d’exercer, prévue depuis la condamnation de Julio Ernesto en 2013, avait été dénoncée par la CIDH qui accordait en novembre 2014 des mesures préventives et ordonnait la suspension de la décision. Ces mesures préventives n’avaient pas été respectées par la justice hondurienne, mais avaient néanmoins permis au journaliste de poursuivre son activité professionnelle le temps de l’examen du dossier par la CIDH.
Le 4 septembre 2015, dernier, le recours d’amparo déposé par Julio Ernesto en octobre 2014 était rejeté par la Cour suprême du Honduras, créant un précédent funeste pour la liberté d’expression.
A travers le procès fleuve de Julio, il apparaît évident que les autorités veulent par tous les moyens empêcher la rédaction de Radio Globo y TV de fonctionner.
“L’acharnement subit par Radio Globo y TV de la part du gouvernement hondurien est inacceptable, déclare Emmanuel Colombié, chef du bureau Amérique latine de RSF. Il est temps de mettre fin au calvaire de Julio Ernesto Alvarado et de laisser les journalistes honduriens travailler. L’interdiction d’exercer pour Julio Ernesto est un événement sans précédent au Honduras. Nous appelons la juge d’application des peines à annuler la sentence, seule issue possible pour Julio Ernesto, et demandons une fois encore aux autorités de respecter leurs engagements pris auprès de la CIDH.”
Ce nouveau rebondissement dans l’affaire Alvarado constitue un énième pied de nez des autorités honduriennes à la Commission inter-américaine des droits de l’Homme (CIDH) puisque le gouvernement s’était engagé, à peine huit jours plus tôt le 21 octobre, à maintenir en suspens l’exécution de cette décision. La veille, ces mêmes autorités avaient empêché Julio Ernesto de se rendre à Washington pour assister à une audience de la CIDH pour plaider son cas.
Le 29 octobre 2015, lorsqu’il a pris connaissance de son interdiction formelle d’exercer, Julio Ernesto a naturellement refusé de signer le document. Ses collègues de Globo TV tentent depuis lors d’assurer la permanence du programme, avec l’aide à distance du journaliste, mais la situation devient trop compliquée à gérer. A court terme et malgré son courage, il n’a plus d’autre choix que d’abandonner son émission.
Le Honduras est 132e sur 180 pays au Classement mondial de la liberté de la presse de RSF.