Es redes de periodistas están ubicadas en la zona central del país; la capital hondureña; el Occidente de Honduras y la zona Norte. Su aporte a la democracia es fundamental, pero lo tropiezos con los que tienen que lidiar son enormes.
Héctor Arita, de la Red de Santa Rosa de Copán , comentó que durante la pandemia el caso que apoyaron fue el del periodista Santiago López, quien tuvo censura por la vocera del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER), donde llegó hasta perder su trabajo por una carta que dirigió al medio de comunicación de no brindarle entrevistas específicamente a el.
Según Arita, los comunicadores en Santa Rosa, son más de radio y televisión, y ahora están utilizando las trasmisiones mediante las redes sociales por la baja de las pautas publicitarias que han ocasionado un problema económico.
Juan Ramón Tomé, de la Comunidad de la Sierra por la Libertad de Expresión, ubicada en Marcala, en la zona Central del país, expresó que afortunadamente no hay incidentes de violación al derechos de libertad de expresión y prensa, pero que también se debe a que muchos comunicadores de la zona tienen relaciones estrechas entre funcionarios y miembros de la policía nacional y militar.
Los periodistas explicaron que mediante los grupos virtuales han hablado sobre los problemas que tienen y se centran en una calamidad doméstica debido a la baja de ingresos.
Pero que progresivamente con el trabajo que se realiza en las calles van causando estrés y presión, por lo que fue necesario estar al tanto y solicitar ayuda psicológica para algunos.
Tres semanas contínuas de ataques contra la prensa
Por otro lado, se puede constatar que los ataques a la prensa desde los cuerpos de seguridad del Estado o funcionarios en diferentes esperas, hacen el camino más espinoso.En este video del programa de Pasosdeanimalgrande Noticias le explicamos diversas situaciones de ataques que se han realizado en las últimas tres semanas contra periodistas de diferentes medios de comunicación:
El sistema judicial de Honduras se mantiene en la impunidad y la mayoría de las denuncias interpuestas por los periodistas no son investigadas, ni tienen un seguimiento por lo que muchas personas que laboran en los medios de comunicación prefieren hacer las alertas y denuncias a organizaciones que trabajan el tema para que les acompañen sus casos ante instancias estatales.