Aunque públicamente Francisco Herrera, actual rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, dice tener interés de terminar con los procesos de criminalización contra los estudiantes de ese ente educativo, en la práctica parecieran meros retrasos que tienen como objetivo sostener una etapa oscura de la anterior rectora Julieta Castellanos, así lo demuestra al dejar en el limbo una solicitud de reunión para abordar el caso a través de una nota que le enviaron la ASOPODEHU y el Bufete Justicia para los Pueblos y que tiene sello de recibido, desde hace más de un mes. Otras veces arguye que no tiene el poder en sus manos.
Se suma a ello una serie de cartas enviadas por Pen International donde le solicitan terminar con la persecución contra Cesario Padilla, condenado a tres años de prisión por defender a través del derecho a la protesta, los derechos estudiantiles desde el 2014, en la UNAH, junto a Sergio Ulloa y Moisés Cáceres.
Ante esta aparente falta de voluntad política para resolver de una vez por todas terminar con esta época nefasta, Cesario Padilla manda un mensaje de rechazo a la forma en que se aborda pero hace un llamado en este audio a rectificar:
Mientras Moisés Cáceres señala que se continúa con el mismo régimen que ha golpeado los derechos de los estudiantes y señaló que al rector le podrían estar jugando la vuelta, pues aunque delegó a su asistente para que supuestamente agilizara la reunión, la apoderada legal parece tener el objetivo de boicotear el proceso y no seguir la línea del rector para cerrar los expedientes de los estudiantes Sergio Ulloa, Moisés Cáceres y Cesario Padilla, así como el de otros estudiantes que no quieren pasar por la amnistía sino por una honrosa rectificación desde las autoridades. Escuche a Moisés Cáceres:
Centros de todo el mundo de Pen International han instado al rector universitario Francisco Herrera para que proceda a terminar con la criminalización de los estudiantes.
Cartas enviadas y Respuesta del rector:
Los procesos judiciales impulsados desde la Universidad Nacional Autónoma de Honduras UNAH, repercuten en la vida privada y profesional, según Cesario Padilla y Moisés Cáceres, ex líderes estudiantiles que vivieron los peores años de persecución al mando de la ex rectora Julieta Castellanos. Ellos enfrentan una sentencia de tres años actualmente por ejercer el derecho a la protesta social.
La Corte Suprema de Justicia es un circo donde bailan y cantan un puñado de payasos al son del dictador.El Poder Judicial salvaguarda los intereses de los grupos económicos, políticos y de narcotraficantes, pero persigue a quienes se oponen a las ilegalidades, expresaron los ex estudiantes y ex líderes estudiantiles de la UNAH, Sergio Ulloa y Moisés Cáceres, al reaccionar ante la condena que fueron objeto por defender los derechos de los estudiantes en la universidad nacional.
Tres años de prisión, trabajos forzados en la cárcel, suspensión de derechos y pago por supuestos daños que las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, nunca acreditaron, fue la condena que escondió por tres años la Sala Cuarta del Tribunal de Sentencia de Tegucigalpa, en contra de los estudiantes en ese momento, Cesario Padilla, Sergio Ulloa y Moisés Cáceres, condenados por el delito de detentación ilegal de bienes públicos, acciones impulsadas por la ex rectora Julieta Castellanos.
Un tribunal de lo penal dio las cartas de libertad definitivas a unos 25 estudiantes que aceptaron una conciliación con la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, este viernes 25 de octubre de 2019.