Desde horas de la tarde, el Edificio número Tres del campus del Valle de Sula, en donde funciona la oficina del Director de este Centro, lució abarrotado con mensajes de repudio hacia la política de criminalización de la protesta estudiantil que tiene al borde de la prisión a los estudiantes Sergio Ulloa, Moisés Cáceres, Cesario padilla y Armando Velásquez.

Entre las organizaciones estudiantiles que participaron en la acción de protesta figuran El Movimiento Amplio Universitario en el Valle de Sula (MAU-VS), Avanzada-UNAH y el Movimiento Estudiantil Revolucionario “Lorenzo Zelaya” (MER-LZ).

“Es nuestra forma de hacer visible el rechazo a la protesta estudiantil por nuestros compañeros en Tegucigalpa y las autoridades no han tenido una resolución para detener esos procesos en contra de nuestros compañeros”, sostuvo Erick Orellana, integrante del MER-LZ.

Una de las formas en las que dieron a conocer la situación que enfrentan sus compañeros en la capital de la República fue por medio de un simulacro de cárcel que edificaron y colocaron frente al edificio,  representando el futuro que espera ante un sistema de justicia que se vuelve efectivo a las presiones de las autoridades universitarias encabezadas por Julieta Castellanos.

Orellana añadió que al igual que en Ciudad Universitaria, los y las estudiantes son objeto de seguimiento por parte de la seguridad privada que tiene a su disposición las autoridades, pero que no es razón para que detengan su denuncia “pues quienes quedan mal son ellos, nosotros por medio del arte incluso nos expresamos”.

Dentro de las valoraciones hechas por el sector estudiantil en San Pedro Sula que les impulsa a solidarizarse con sus pares capitalinos están que “nosotros entendemos y comprendemos que es un desgaste físico, emocional, económico y lo que englobe su situación y es por ello que de forma creativa con el arte nos apostamos en el edificio que ocupan las autoridades aquí en UNAH-VS”.

Son cuatro los universitarios que  se les acusa por el delito de usurpación,  a raíz de las protestas realizadas en la máxima casa de estudios en julio del año pasado, cuando exigían espacios de democratización y representación estudiantil  en los órganos de gobierno universitario .

Dentro de la ola de requerimientos fiscales, más de 20 a nivel nacional,  realizados a petición de quienes rectoran el alma mater por los delitos de usurpación y detentación de espacios públicos en agosto del año anterior , 12 de ellos fueron en San Pedro Sula:  Sayra Yossira Rodríguez Sánchez, Consuelo Eudoxia Melara Regalado, José Daniel Morales Amaya, Edwin Dionel Molina Vásquez, HeydiDariela Paz Navarro, José Luis Peña Tábora, Marcio Lennin  Mondragón Cardona, Jennifer Nicole Rodríguez Sánchez, Marco Tulio Rubí Callejas, Saúl Ovet Alejandro Córdova Morales, Hugo Armando Lemus Mejía y Mario Roberto Orellana Hernández.

Estos procesos  fueron sobreseídos  . Otros cuatro se dieron en el Centro Universitario Regional del Litoral Atlántico, (CURLA), en la ciudad de La Ceiba y otros cuatro en el Centro Universitario del Litoral Pacífico, (CURLP), ubicado  en Choluteca, no sucedió lo mismo en Tegucigalpa donde los procesos continúan y está a las puertas de juicio Oral y público.

Ministerio Publico+ Rectora UNAH = Cárcel para universitarios

Previo al juicio Oral y Público al que serán sometidos los cuatro universitarios criminalizados, Sergio Ulloa, Cesario Padilla, Moisés Cáceres y Armando Velásquez, existen muchas voces que les defienden y aun que el silencio impuesto por la Rectora Castellanos, se las ingenian para dejar sus muestras de apoyo en cada acción de protesta que se realiza, tal es el caso de esta última en la zona norte del país.

En ese sentido el joven miembro del MER-LZ detalló que han recibido el apoyo de catedráticos, quienes les mencionan que “este tipo de acciones de represión dentro de la UNAH eran cosa del pasado, que a estas alturas ya hubiese existido una respuesta a las demandas estudiantiles”.

En relación al juicio oral, Orellana no guarda muchas esperanzas en el sistema de justicia actual ya que este solo tiene brillo para los poderosos y no para el pueblo, debido a que las influencias de la rectora  Castellanos pesan para que los estudiantes se encuentren en una etapa en la que pueden ser condenados .

“Creemos que será un proceso difícil porque sabemos que esta justicia favorece los intereses de un partido político en el poder y las autoridades están ligadas a ese partido y los compañeros pueden ser sentenciados pero no porque cometieron un delito sino porque protestar es nuestro derecho”, argumentó.

Es necesario que autoridades escuchen a la juventud universitaria

Una de las voces con respaldo ético para hablar del acontecer universitario en los últimos 30 años es la Catedrática de la Escuela de Periodismo en UNAH-V, Patricia Murillo, y en la última década observa como aumenta el escenario de intolerancia hacia la diversidad de opiniones en la máxima casa de estudios.

Dentro de la criminalización contra la libertad de expresión a sectores del movimiento social y a las juventudes hondureñas, Murillo catalogó como lamentable ya que estas posiciones de fuerza han dejado resultados negativos como el hecho de disuadir protestas pacíficas con una gran cantidad de gases lacrimógenos y “quebrarles toletes en la cabeza a jóvenes”, en referencia al caso del estudiante de Pedagogía Darío Morán.

Morán fue golpeado salvajemente por elementos de la policía en la un violento desalojo de junio del año 2014 en la UNAH. Con él se inicia la represión al sector estudiantil en los últimos tres años.

Morán  tuvo que conciliar  para no ir a la cárcel pues estaba acusado de sedición. A él le tocó pagar 22 mil lempiras, cinco mil le fueron entregados a uno de los policías que lo capturó y golpeó,  pero que fue presentado como víctima del estudiante.

“Nuestra juventud está pasando valiosos años de su vida, y el campus de la UNAH debe ser un espacio en este país convulso en donde debe existir un una relativa tranquilidad perono es así, se criminaliza el derecho a disentir en el marco del respeto, nosotros que somos generación estudiantil de los años 70, pero sí de un espacio para el debate de ideas, con una fuerte vinculación hacia las luchas populares de aquellos años”, afirmó la catedrática.

Murillo quien apoyó  las demandas de diálogo de los y las estudiantes desde el año 2014, fue sometida a una campaña de desprestigio por parte de la misma rectora Julieta Castellanos,en diferentes espacios radiales y televisados del país la acusaba de promover lo que desde las autoridades le llamaban disturbios a la protesta de los y las universitarias, señalando que su papel -de Patricia Murillo- en la protesta era una campaña para generar caos desde el Partido Libertad y Refundación (LIBRE).

Incluso, la Periodista con más de 30 años de experiencia en su campo, denunció que en estas declaraciones  la eectora “puso en duda mi comportamiento ético como profesional de la docencia universitaria”.

Cuestionó el papel que han adoptado tanto por Castellanos como otras personalidades que hoy conforman el aparato de gobierno universitario, a pesar que en el pasado era abanderados de las luchas sociales y hoy son otra cosa, incluso era referentes de la opinión pública en los diferentes medios de comunicación del país.

“Yo recuerdo cuando la hoy Rectora comandaba la Asociación de Docentes (ADUNAH), venía acá a San Pedro Sula a decirnos que no desmayáramos en nuestra lucha, que en aquellos años era por el respeto de nuestro Estatuto del Docente”, recordó.