Lagos junto a periodistas y trabajadores de la comunicación de El Libertador han sido frecuentemente atacados y amenazados, en especial en el marco del golpe de Estado y en los últimos años, lo que evidencia que estas acciones tienen relación directa con el ejercicio periodístico y la labor informatica de este medio de comunicación alternativo. El robo de equipo y de información ha sido una constante para el periódico, todo lo cual se mantiene en la impunidad.
Según dio a conocer Jhony Lagos, hijo del director de El Libertador a Diario Tiempo, desconocidos a bordo de un vehículo los estaban esperando a las afueras de las oficinas del periódico para atacarlos. Uno de los balazos rozó el cuerpo de la esposa de Lagos y otros quebraron el vidrio frontal del vehículo .
Los desconocidos huyeron en un toyota corolla color gris , señala Once Noticias en una noticia de última hora.
Ataques contra el Libertador no son investigados
Los ataques contra Jhony Lagos y su medio de comunicación nunca han sido investigados a pesar de que constan las denuncias ante el Ministerio
Uno de tantos ocurrió el 27 de julio de 2016 cuando la oficina del medio fue asaltada y lo único que se llevaron fue equipo que contenía información .
Los asaltantes se llevaron tres cámaras profesionales, dos computadoras portátiles y una de mesa modelo plano, tres celulares de uso institucional, dos discos duros externos, cuatro dispositivos de almacenamiento (USB), dos lentes fotográficos grandes, un 400 y un 800; de la cocina se robaron un microondas. Además, de manera inusual en el comportamiento del ratero, sustrajeron el Registro Tributario Nacional de periódico EL LIBERTADOR y dos cheques que se habían firmado para pago de proveedores, señaló una publicación de este medio de comunicación en su momento.
La vigilancia, ataques y acoso para El Libertador, su director y equipo de prensa han sido el día día, pero lo grave también es que el Estado de Honduras a través de sus instituciones no ha hecho nada para detener los ataques.
Horas antes del atentado el sitio web del El Libertador había publicado información sobre la reelección del presidente Juan Orlando Hernández y la transparencia en el proceso electoral.
En la actualidad está en vigencia la Ley de Protección a periodistas, Comunicadores sociales, defensores y defensoras de derechos humanos y operadores de justicia, aprobada en el año 2015 por el Congreso Nacional, lo que ha dado vida al Mecanismo de Protección que debe actuar de oficio para proteger a los sectores antes mencionados.
El Estado de Honduras acudió ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en mayo de 2015 donde los países aglutinados en ese organismo internacional le hicieron unas 152 recomendaciones entre las que destaca la investigación de asesinatos y amenazas contra periodistas y comunicadores sociales, pero la impunidad de los casos ronda el 96 por ciento. En el año 2010 también recibió otras 129 recomendaciones y el tema de los periodistas y comunicadores sociales figuró en las mismas.
En diciembre de 2016 el periodista Milthon Robles debíó salir del país por amenazas a muerte, secuestros e intentos de asesinato contra su vida debido a que estos ataques no fueron investigados y los culpables están en la impunidad. Otros periodistas y comunicadores sociales también han salido del país de forma temporal o permanente dado el grado de inseguridad para ejercer la profesión.
La mirada internacional sobre los ataques a la prensa
Los periodistas que trabajan para los medios de comunicación de oposición o comunitarios a menudo son agredidos o amenazados de muerte, por lo que a veces se ven obligados a exiliarse. Por otra parte, suelen emprenderse procesos judiciales abusivos contra periodistas por difamación; a menudo los reporteros son condenados a penas de cárcel, incluso pueden prohibirles ejercer su profesión, señala la organización Reporteros sin Fronteras que coloca a Honduras en la posición 140 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2017.
Noticia en desarrollo.....
Link sobre una de las tantas acciones contra el periódico El Libertador Aquí