Jairo López es uno de los pocos periodistas críticos en el Sur de Honduras, un país donde ejercer la profesión es tan peligroso como colocarse en un paredón de ejecución arbitraria si no se sigue la línea oficial de maquillar la realidad para que no salga a la luz pública la verdad.
Desde principios de 2017 López ingresó al Mecanismo de Protección, una instancia creada a raíz de la Ley de Protección para defensores y defensoras de derechos humanos, periodistas, comunicadores sociales y operadores de justicia, aprobada por el parlamento hondureño en mayo de 2015, en los umbrales del Examen Periódico Universal, EPU, donde Honduras se alzó con 152 recomendaciones del Consejo de Derechos Humanos, 23 más que en el del 2010 que fueron 129, en materia de la situación de los derechos fundamentales, entre ellos la libertad de expresión e información.
Tropiezos y trampas
Jairo López dijo a pasosdeanimalgrande.com que sus escoltas duran solamente dos meses por mucho ya que les mantienen en constante zozobra. Dos de ellos se le fueron cuando menos lo pensaba, a uno le fueron a tomar fotos a su casa, “es probable que esa fue la causa de su salida o mejor dicho su huida, no es para menos cuando la familia está bajo ataque”, dijo el comunicador social quien enfrenta campañas de desprestigio, cierres de espacios, estigmatización de su labor periodística por funcionarios militares, policiales y gubernamentales, así como constante vigilancia y seguimiento.
López se pregunta por qué tanta rabia con su trabajo,” no me dejan a sol ni a sombra, están tan expectantes de lo que digo en mi programa de televisión El Informador que cada vez sacan un afiche nuevo, nunca había experimentado una situación parecida”.
El anterior Jefe Departamental de la Policía, el Comisionado Eduardo Turcios, quien ya salió del puesto hace pocos días, se resistía a implementar las medidas de protección aprobadas por el Comité Técnico del Mecanismo de Protección, que lo integran diversas instituciones del Estado entre ellas la Secretaría de Seguridad. La ex directora del Mecanismo, la abogada Nora Urbina, se vio en la obligación de viajar al Sur para poner las cosas claras. Hubo algunas mejoras momentáneas y después todo volvió a lo mismo, lo que denota que a las autoridades civiles los organismos de seguridad como la Policía Preventiva, no les hacen caso.
A Jairo López le toca pagar la comida de la escolta policial, los siete días de la semana, los tres tiempos de alimentación, quién aguanta el presupuesto con tantos gastos?, se preguntó ya casi resignado, pues el Estado de Honduras a través del Mecanismo de Protección no le dan respuestas sobre este tema que le tiene las bolsas vacías.
Aunque tiene medidas de protección relató que el martes 01 de mayo de este año, ingresó a la colonia donde reside en Choluteca, un vehículo Toyota color gris, nuevo, donde se transportaban un hombre y una mujer. “La mujer con una cámara empezó a tomar fotografías de mi casa pero fue descubierta por el guardia de seguridad de la colonia quien se aproximó a ellos y les preguntó quiénes eran, al no obtener respuesta procedió a decirles que salieran de la zona”.
El 27 de abril pasado a eso de la 1 y 30 p.m. dos hombres con uniformes de la empresa Energía Honduras llegaron hasta su casa supuestamente para cambiar el contador lo cual él no había solicitado.
“Quisieron obligar a una persona que estaba en la casa para que les abriera la puerta, pero como ella se negó entonces quisieron saltar el muro, los perros empezaron a ladrar y los hombres se fueron”, denunció.
Esos son algunos de los incidentes, el recuento de los mismos es interminable, el Mecanismo de Protección está siendo informado de cada uno de ellos.
Hace 10 días llegó otro Jefe Departamental de la Policía al Sur de país, el Subcomisionado Ponce Calderón, Jairo López asegura que casi nada ha cambiado y que todas las fuerzas del mal se unen para hacerle la vida muy gris, eso es parecido como cuando se aproxima una gran tormenta, finalizó.