Alrededor de 30 encapuchados este 10 de noviembre de 2018, se llevaron por la fuerza a López, lo arrancaron de su hogar sin que se supiera exactamente de qué se trataba. La operación parecía de exterminio, le apuntaron con un arma y cuando su escolta policial estaba a punto de actuar los hombres armados le cayeron encima golpeándole para lograr su objetivo, llevarse al periodista que ha sido un fuerte crítico de los actos de corrupción en la zona Sur donde se evidencia la mano del actual gobierno.
“Me tiraron violentamente en la paila de un carro cuatro por cuatro, aún no sabía de quiénes se trataba, sentí la muerte rondar en los siguientes minutos que los encapuchados me trataban mal y me paseaban por varias calles de Choluteca, no entendí por qué lo hicieron, pero se asemejaba a las acciones de escuadrones de la muerte. Lo único que se me ocurrió fue pararme en la paila de ese carro y empezar a gritar por los bulevares, me llevan secuestrado, me van a matar, por favor hagan video, y así fui por todo el camino, la gente empezó a sacar sus celulares y a filmar, eso después de Dios creo que me salvó la vida, así como las acciones inmediatas de mi familia de la de la organización que me ha acompañado desde el 2015”.
El periodista relató que se ha enterado que había dos carros desde la una de la mañana del 10 de noviembre aparcados cerca de su casa, además de vigilar, siguieron a sus esposa creyendo que él conducía una camioneta negra, pero era su esposa quien participaba de una vigilia en la iglesia y regresaba a su casa a eso de las cinco y veinte de la mañana, cuando se desencadenó la ilegalidad.
López describió que le duele todo el cuerpo. En efecto no puede caminar porque los dolores de la columna producto de los golpes que le dio la policía no lo dejan caminar y lo hace a paso lento,
La misma tarde en que fuera liberado fue a cubrir una marcha. En el momento que era llevado por los encapuchados en la madrugada, después de darle varias vueltas lo llevaron a la DPI de Choluteca y posteriormente a San Lorenzo, Valle de donde emanó la orden de captura por el delito de daños impulsado por la empresa Energía Honduras. En el expediente se encuentra una factura por 6 mil 900 lempiras, que son los supuestos daños ocurridos según describe en agosto de este año.
El Juez es el mismo que fue su acusador en el caso de una querella que enfrentó López desde el 2015 y que fue cerrada producto de la estrategia legal de la abogada de la ASOPODEHU, en septiembre pasado.
“Todo esto es un complot para detener las marchas en Choluteca, como me tienen estigmatizado que soy el autor de las protestas quitándole el crédito al pueblo que es quien rechaza los abusos de esta empresa y las ilegalidades del poder acá en el departamento. Desafortunadamente para Juan Orlando Hernández y Mauricio Oliva, las marchas se fortalecieron después de mi captura, les salió el tiro por la culata, yo seguiré informando como periodista sobre el accionar de la gente, es mi derecho a la información y a la libertad de expresión”, argumentó mientras acaricia a su pequeña hija que después de lo ocurrido no quiere que no quiere que su papá ande solo.
Decenas de comunicados han sido difundidos por organizaciones de derechos humanos nacionales y periodistas de Honduras, donde condenan la acción que a todas luces violentó derechos fundamentales del comunicador social.
“Estamos en alerta roja, me han informado que los ataques vendrán más fuertes, no se cansan de hacernos daño, ellos tienen todo en sus manos, pero seguiré adelante, responsabilizo al gobierno de Juan Orlando Hernández de cualquier cosa que me pase y a Mauricio Oliva, a ellos deben deducirles responsabilidades si me pasa algo”, denunció López.
La Audiencia Inicial se realizará el próximo 23 de noviembre a las 9 a.m. en San Lorenzo, Valle. Lo que se espera es una rectificación del Poder Judicial con un juez que tiene intereses en el caso pues ya estuvo en otro juicio contra el periodista López.
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