De acuerdo con una nota publicada por el diario digital, Criterio hn, en la mañana de este miércoles, 27 de marzo, varios periodistas independientes y empleados de esa casa de radio han denunciado abusos e intimidación por parte de un contingente policial que se apresta a ejecutar una orden de captura contra el director de Radio Globo, David Romero Ellner, quien se encuentra refugiado en su interior.
Para cumplir la orden emanada de un juzgado de ejecución, la Policía Nacional mantiene cerrado un carril del bulevar y no solo ha paralizado la circulación vehicular, sino también el paso de las personas que caminan en esa dirección.
La publicación de Criterio, señala que la periodista, Gilda Silvestrucci, directora del programa “En la Plaza”, que se transmite de 8 a 9 de la mañana a través de esa emisora, tuvo que discutir con los policías que no les permitían la entrada a dos personas, invitadas a su programa.
Pero además el diario digital recoge el malestar del también periodista y director del programa, Tegus de Noche, que se difunde, de 10 a 12 de la noche, a quien no le permitieron entrar con su vehículo y lo obligaron a caminar varios metros en esa zona, de la peligrosa Tegucigalpa.
Los policías obligan a los periodistas a bajarse de sus vehículos, les hacen registros y, además, les piden sus credenciales del medio de comunicación y la respectiva tarjeta de identidad.
La Constitución de la República en su artículo 81 señala que “Toda persona tiene derecho a circular libremente, salir, entrar y permanecer en el territorio nacional”.
El Principio 5 de la Declaración de Principios de Libertad de Expresión de la CIDH señala que “La censura previa, interferencia o presión directa o indirecta sobre cualquier expresión, opinión o información difundida a través de cualquier medio de comunicación oral, escrito, artístico, visual o electrónico, debe estar prohibida por la ley. Las restricciones en la circulación libre de ideas y opiniones como así también la imposición arbitraria de información y la creación de obstáculos al libre flujo informativo, violan el derecho a la libertad de expresión”.
Ante estas violaciones a estos derechos la Fiscalía de Protección y el Comisionado Nacional de Derechos Humanos ya deberían haber actuado para que se castigue a los responsables de esta arbitrariedad y se proceda a restituir los derechos violentados, sin embargo esto aún no ha ocurrido.