Eran aproximadamente las nueve de la mañana cuando decenas de personas salieron a las calles a protestar que se castigara a quienes dilapidaron los recursos del seguro social y demandaban la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras, CICIH.
Montoya junto a varios periodistas de distintos medios de comunicación llegaron a Quebrada Seca, en El Progreso, Yoro, a hacer la cobertura de las incidencias, pero ella nunca se imaginó que el solo hecho de grabar escenas represivas le traería graves consecuencias que la han dejado incapacitada de por vida.
Montoya miró cuando un policía alto, fornido, afrohondureño, estaba muy agresivo contra los manifestantes, “andaba con muchas ganas de reprimir, entonces empecé a grabar y documenté lo que estaba haciendo, pero en un momento procedió a ejercer la violencia para arrebatarme la cámara, yo no me dejaba porque era una evidencia vital como prueba del uso excesivo de la fuerza por los cuerpos de seguridad del Estado, me quebró parte de la cámara, pero yo todavía podía grabar, llegó un momento que caí al suelo, y él me puso las botas en la cara , yo ya no podía más, mi brazo derecho estaba desprendido y el dolor era insoportable, sentía que me desmayaba”.
Fue hasta más de un año después que se llevó a cabo la audiencia inicial contra el policía Carlos Alberto Arzú, a quien identificó en la escena, adujo que puede reconocer su rostro a pesar que han pasado varios años, debido a que recuerda cómo actuaba con mucha violencia.
Audiencia de Imputado
Protegido por varias patrullas con agentes de la policía preventiva de El Progreso, Yoro, llegó a los Juzgados de lo Penal de ese término el agente Arzú, el 15 de febrero de 2017.
Es un policía de escala básica, está acusado por los delitos de Abuso de Autoridad y Lesiones en perjuicio de la Administración Pública y de Dunia Aracely Montoya.
En la Audiencia de Imputado se deslindó de la responsabilidad y dijo que seguía órdenes de su jefe superior, “es cierto nos desplazamos ese día con nuestros jefes para la manifestación de Quebrada Seca , éramos un total de 30 a 40 policías, ella dice que yo la agredí (Dunia Montoya), que la tiré al suelo , la agarré a patadas, le dí en la cara, si yo lo hubiera hecho quizá la hubiera quebrado, es capaz la hubiera matado ..”
“En ningún momento la agarré a patadas ni le pegué en la cara, fueron otros policías , en ningún momento la golpee, como yo soy el negro salí embarrado , yo no le toqué la cámara, fueron otros policías …”, continuó.
Cuando la fiscal le pregunta cuál era su cargo en el operativo dijo ”no tenemos cargo, vamos con nuestros jefes” .
Al preguntarle quién era su jefe informó que se trataba del Comisionado Julio Roberto Romero Canales.
Había alguna otra unidad policial? Le preguntó, “si los de las fuerzas armadas , siempre nos acompañan”, respondió.
Cuando le preguntaron por los nombres de otros policías los ocultó “éramos un montón de policía y otros ya no están , fueron trasladados , unos ya fueron depurados
Como trataba de abstraerse de su participación, el abogado acusador privado, en representación de la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos, ASOPODEHU, que acompaña el caso, le repreguntó, cuál fue la reacción cuando vio que golpeaban a Dunia dijo “ nosotros nos reculamos para atrás porque así es”
El abogado preguntó “ud mencionó miembros de las fuerzas armadas , qué apoyo les da las fuerzas armadas?, no le puedo decir , somos mandados , uno no va porque uno quiere, somos mandados por nuestros superiores, argumentó.
Es importante señalar que el juicio ha sufrido innumerables dilatorias, desde cambios de fecha en las audiencias, hasta no citación de las partes, argumentando que se les olvidó hacerlo.
La defensa actual del policía, que son dos apoderados legales, a pesar que es de escala básica, ha tratado de hacer dilatorias al juicio, entre ellas presentar una apelación y después retirarla.
En la Audiencia de Imputado al policía Arzú la jueza le prohibió acercarse a la víctima y no frecuentar lugares donde ella circula, sin embargo eso fue violentado en enero de 2018 cuando Arzú ingresó a su residencia tratando de capturar al hermano y al hijo de la periodista.
Otro dato importante es que no está siendo enjuiciada la cadena de mando policial y de las Fuerzas Armadas que participaron en la represión.
La comunicadora debió acogerse al Mecanismo de Protección en abril de 2017 debido al riesgo que correo por ejercer el periodismo y la defensa de los derechos humanos en El progreso, Yoro, y por lo cual ha sido reprimida varias veces.
Tiene serias secuelas en su clavícula a casi cinco años del ataque y el impacto sicológico también ha sido fuerte. Ha soportado por varias veces la burla de Arzú y las amenazas constantes de lanzarle bombas lacrimógenas contra su cuerpo, eso por la impunidad en que han estado las acciones represivas del imputado.
Jueves 30 de enero el juicio Oral y Público
No se sabe cuánto tiempo durará el juicio Oral y Público, lo que sí está claro es la hora de inicio que es a las 10 de la mañana de este 20 de enero.
Al mismo van como testigos el periodista Immer Gerardo Chévez, quien observó el ataques contra Montoya y Bartolo Fuentes, periodista y esposo de Montoya.
Se espera una condena contra Arzú para que se siente un precedente contra los cuerpos represivos del Estado, pero lo lamentable es que los jefes que ordenaron el ataque, no están en el banquillo de los acusados.