Este hecho se suma a otros más contra comunicadores sociales nacionales que no les permiten hacer preguntas en las conferencias de prensa del Poder Ejecutivo, uno de ellos le costó el exilio , fue Ely Vallejo, corresponsal de Canal 36 en San Pedro Sula, quien debió irse del país el 26 de enero de este año, solamente porque preguntó sobre un supuesto escándalo de corrupción donde estaba involucrada la hermana del mandatario, la Ministra de Comunicaciones y Estrategia, Hilda Hernández, a quien el medio del que era corresponsal el periodista, denunció que estaba construyendo una gran mansión.

Una seña bastó para que no dejaran preguntar

Aguilar pretendía que el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro, en su visita al país el pasado sábado 8 de agosto de 2015, le respondiera interrogantes entorno al diálogo del cual ese organismo internacional apoya con un facilitador.

Luego del encuentro entre el alto funcionario de la OEA para acuerpar el cuestionado dialogo nacional que propone el Presidente de la república Juan Orlando Hernández, se informó que ambos brindarían una conferencia de prensa en la sede del Poder Ejecutivo con el objetivo de dar a conocer los resultados preliminares tanto del encuentro  como de las diferentes reuniones que Almagro sostuvo con dirigentes de Partidos políticos de oposición y representantes del movimiento de los indignados e indignadas.

Aguilar relató a pasosdeanimalgrande.com que una vez instalados en el palacio de gobierno, los encargados de comunicaciones permitieron el espacio para cuatro preguntas, una de ellas para los y las corresponsales de prensa internacional y que debían ponerse de acuerdo quién la realizaría. “Las cuatro agencias que estuvimos allí decidimos que su servidor era el designado” dijo.

Ya en el desarrollo de la conferencia y específicamente en la segunda pregunta, Dassaev observó a empleados de Casa de gobierno mirándose entre ellos y luego lo señalaron. Estas señas se trasladaron a los miembros de la Guardia de Honor Presidencial (GHP) que dieron la palabra al canciller Arturo Corrales y al gobernante Hernández, con claras intenciones de evitar la pregunta del corresponsal.

Mientras el  periodista se disponía a preguntar, fue interrumpido por el moderador de la conferencia que le dio la palabra a una periodista de Radio Cadena Voces (RCV), estación radial cuyos dueños forman parte de las filas del gobernante Partido Nacional y posteriormente finalizaron el acto. “Inmediatamente le grito al presidente que por qué no se permitía hacer preguntas a la prensa extranjera y él solo se dio media vuelta y tomó del brazo a Almagro y subieron las gradas” testificó Aguilar.

Dassaev, quien tiene más de tres años de experiencia en prensa internacional fue informado por  algunos colegas acreditados en casa de gobierno, que desde ahora  para él estaría prohibido el ingreso nuevamente a cubrir información. A la par de esa noticia debe enfrentar mensajes en su twitter  que pretenden desprestigiarlo.

Ante esto  comentó que la libertad de expresión e información se encuentra “en decadencia y a punto de morir”, al punto que pormenorizó que en el país lo que se practica son relaciones públicas y “los pocos que critican son amenazados económica y físicamente”.

Campaña para estigmatizar a otra periodista en redes sociales

Al momento del hecho contra Dassaev Aguilar, fueron pocos los colegas que se acercaron para condenar y exigir una explicación del por qué de esta restricción a la cobertura informativa. Una de ellas fue la corresponsal de la cadena TeleSUR en español Gilda Silvestrucci, quien por esta acción de solidaridad ha enfrentado una campaña de desprestigio por medio de las redes sociales.

Tanto en su cuenta de Facebook como en Twitter, la comunicadora ha recibido mensajes en su muro , entre ellos  “que se puede esperar de corresponsales de Telesur sí son financiados por los izquierdistas del país…”. Incluso, mencionó que se le acusa de ser enemiga del país.

Denunció que el gobierno de la república es el primer ente que restringe la labor y con más hincapié en la prensa internacional con el objetivo de no informar al mundo sobre la situación en Honduras,  “existe censura y persecución para los medios que buscan informar sobre temas que pueden afectar los intereses de las autoridades locales” dijo.“No se puede hablar de libertad de expresión cuando en una conferencia de prensa de gobierno ni siquiera dejan preguntar o simplemente niegan –incluso- acreditación a comunicadores que no son sus amigos” lamentó la corresponsal.

Silvestrucci, con más de 15 años de ejercicio periodístico, no es la primera vez que sufre este tipo de campañas en su contra. Ella fue una de las periodistas que criticó el golpe de estado del 28 de junio de 2009 desde su programa “En la plaza”, el cual era trasmitido en esa época en Radio Católica, propiedad de la máxima jerarquía de la iglesia Católica que le clausuró el espacio.

La primera es gracia, la segunda es intolerancia

El actual gobierno se ha caracterizado como enemigo “número uno” contra la prensa independiente y que no sigue la línea oficial. En reiteradas ocasiones, el Presidente Hernández se ha referido hacia la prensa crítica a sus ideas como “pseudoperiodistas” e “incitadores del caos y anarquía en el país”.

Estos ataques llegaron al punto de expulsar violentamente a los miembros de la prensa de casa de gobierno el pasado lunes 23 de junio, solo por haber cubierto el inicio de la huelga de hambre contra la corrupción y la impunidad. Asimismo, los cuerpos armados encargados de la seguridad de la sede del poder ejecutivo, pretendieron capturar a los periodistas Gerardo Torres Zelaya de la cadena teleSUR en inglés y al reportero independiente Ricardo Ellner.

A raíz de esto es que la organización internacional defensora de la libertad de expresión Reporteros sin Fronteras (RSF) señala en su informe “La información en el blanco del poder” a Hernández Alvarado dentro de la categoría de intolerante a la prensa, por su comentario despectivo en plena celebración del Día del Periodista en el país,  en respuesta a que le han preguntado sobre la malversación de fondos que vinculan al Partido Nacional, del cual es miembro el gobernante.

Las redes sociales son utilizadas a menudo para levantar campañas de desprestigio contra periodistas críticos, defensores y defensoras de derechos humanos. 

También en los últimos meses es un arma para penalizar la libertad de expresión. En este aspecto se han levantado dos querellas por difamación y calumnias, una contra el periodista Gilberto Gálvez, corresponsal de Ten  10 y de la radioemisoras HRN, la cual fue desestimada la semana pasada por un tribunal de sentencia de la ciudada de Comayagua, en el centro del país. 

Gálvez escribió en su muro de Facebook sobre los altos costos de un puente en la ciudada de la Paz, eso molestó a la alcaldesa de ese sector e inició una acción , pero aunque debe ser de orden privado, la funcionaria lo hizo como edil y además puso como apoderado legal al abogado de la corporación municipal.

La otra querellas fue contra el sindicalista y defensor de derechos humanos, Héctos Martínez, quien no logró defenderse porque unos días después de ir a la primera audiencia, fue asesinado. Martínez denunció en su muro actos de corrupción de las autoridades universitarias y además señaló que un estudiante le informó sobre un acoso sexual del que era víctima por un profesor de la UNAH, en la zona sur de Honduras.