A partir del golpe del estado del 2009, Honduras ha sido testigo de un explosivo aumento de megaproyectos que significa destrucción ambiental y el saqueo de pueblos originarios. Casi el 30 por ciento del territorio nacional había sido destinado a concesiones mineras, estableciendo una demanda de energía barata para impulsar futuras operaciones mineras. Para satisfacer esta necesidad, el gobierno aprobó cientos de proyectos de represas hidroeléctricas en todo el país, privatizando ríos, territorios, y desplazando comunidades.
Entre estos proyectos está el proyecto de la represa de Agua Zarca, un proyecto de la empresa hondureña Desarrollos Energéticos SA (DESA) y la compañía china Sinohydro, la mayor constructora de represas del mundo. El proyecto Agua Zarca, cuya construcción se llevaría a cabo en el sagrado Río Gualcarque, fue aprobado sin previa consulta del pueblo Lenca—una violación de tratados internacionales que rigen los derechos de los pueblos indígenas. La represa impediría el abastecimiento del agua, comida y medicina para cientos de personas de la comunidades lencas y violaría su derecho a manejar y vivir de la tierra de forma sostenible.
Berta Cáceres, mujer Lenca, creció durante la etapa de violencia que se propagó en Centroamérica en los años ochenta. Su madre, una partera y activista social, dio amparo y cuidó a refugiados de El Salvador, enseñándole a sus hijas e hijos pequeños la importancia de defender a los pueblos desposeídos.
Cáceres llegó a ser una estudiante activista y en 1993 fue cofundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), cuyo objetivo fundacional fue hacer frente a las crecientes amenazas que representa la tala ilegal, defendiendo los derechos del pueblo Lenca y mejorando sus condiciones de vida.
En el 2006, miembros de la comunidad de Río Blanco buscaron ayuda y se organizaron con COPINH. Habían visto llegar a su pueblo un gran flujo de maquinaria y equipo de construcción. No tenían ninguna idea para qué era la construcción o quién estaba detrás de ese proyecto. Lo que sí sabían era que una agresión contra el río– un lugar de importancia espiritual para el pueblo lenca– era un acto contra la comunidad, contra su libre voluntad y su autonomía.
Con mandatos por parte de miembros de las comunidades locales en cada momento del proceso, Cáceres empezó a dirigir una campaña en contra de la represa hidroeléctrica de Agua Zarca. Interpuso demandas a las autoridades gubernamentales, acompañada de miembros comunitarios en los viajes que hacía a Tegucigalpa. Junto con la comunidad, Cáceres organizó asambleas locales en la cual la gente de Río Blanco hizo votaciones en contra de la represa, y lideró una protesta en la cual la comunidad pudo exigir de forma pacífica su legítimo derecho a decidir por sí mismos si querían el proyecto.
La campaña también buscó apoyo en la comunidad internacional, presentando el caso frente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y haciendo apelaciones en contra de los financistas del proyecto, como por ejemplo, la Corporación Financiera Internacional, (CFI), la rama del sector privado del Banco Mundial.
Ignorando esas apelaciones, el gobierno nacional y los alcaldes locales seguían avanzando en sus planes. Tergiversaron apuntes de una reunión comunitaria para presentar una falsa imagen de aprobación unánime para la represa, y ofrecieron dinero en efectivo a personas de la comunidad local a cambio de sus firmas en documentos en que declaraban su apoyo para el proyecto.
En abril del 2013, Cáceres organizó un bloqueo de una carretera para impedirle a DESA el acceso a las instalaciones para la construcción de la represa. Utilizando un sistema de alertas cuidadosamente organizado para mantener informados a todos, el pueblo Lenca mantuvo una fuerte y pacífica presencia, turnándose entre amigos, amigas y miembros de familia por semanas enteras a la vez. Durante más de un año, el bloqueo hizo resistencia contra múltiples intentos de desalojo y violentos ataques por parte de contratistas de seguridad militarizada y los cuerpos armados hondureños.
Muchos conocen el clima violento de Honduras, pero pocas personas entienden que sus víctimas son los activistas ambientales y de derechos humanos. Tomás García, un líder Lenca de Río Blanco, fue muerto a balazos durante una protesta pacífica frente a la oficina del proyecto hidroeléctrico. Otros han sido atacados con machetes, desprestigiados, detenidos y torturados. No se ha enjuiciado a ninguno de los responsables.
Contra viento y marea, los esfuerzos de Cáceres y la comunidad Lenca triunfaron en mantener el equipo de construcción fuera de la zona donde se construiría la represa Agua Zarca. A finales del 2013, Sinohydro dio por terminado su contrato con DESA, señalando públicamente como motivo la continua resistencia comunitaria y la indignación frente a la muerte de Tomás. Agua Zarca sufrió otro golpe aún cuando la CFI retiró su financiación, citando como motivo inquietudes sobre violaciones a los derechos humanos. Hasta la fecha, se ha detenido efectivamente la construcción del proyecto.
Lo que no ha cesado son las amenazas de muerte contra Cáceres. Su asesinato no sorprendería a sus colegas, quienes tienen preparada una elegía que esperan nunca tener que usar. A pesar de los riesgos, Cáceres mantiene una presencia pública para así poder continuar su trabajo. Cáceres espera que la victoria en Agua Zarca brinde esperanza a aquellos activistas que luchan en contra del desarrollo irresponsable y depredador en Honduras y en toda América Latina.
El Premio Medioambiental Goldman Reconoce a Seis Héroes del Medioambiente
Los/as ganadores/as del 2015 son de Honduras, Kenia, Myanmar, Escocia, Haití, Canadá y
SAN FRANCISCO, 20 de abril, 2015 — La Fundación Ambiental Goldman hoy dio a conocer los seis ganadores del Premio Ambiental Goldman del 2015, el mayor galardón en el mundo para activistas de base en pro del medioambiente.
Otorgado anualmente a héroes del medioambiente que provienen de cada una de las seis regiones continentales habitadas del mundo, el Premio Goldman da reconocimiento a tenaces activistas de base que trabajan contra viento y marea para proteger el medioambiente y a sus respectivas comunidades. Estos activistas a menudo ejercen su trabajo en países en los que cada vez son mayores la violencia y las amenazas de muerte contra los defensores del medioambiente, según lo señala un informe de Global Witness publicado el día de hoy.
Se otorgará el premio a los ganadores en una ceremonia reservada solo para invitados el lunes, 20 de abril, a las 5:30 de la tarde en el Teatro de la Ópera de San Francisco (San Francisco Opera House). Habrá después una ceremonia en el Edificio y Centro de Comercio Internacional Ronald Reagan (Ronald Reagan Building and International Trade Center) en Washington, D.C., el día miércoles, 22 de abril a las 7:30 PM.
Los/as ganadores/as de este año son:
BERTA CÁCERES, Honduras
En un país con una creciente desigualdad económica y violaciones a los derechos humanos, Berta Cáceres organizó al pueblo lenca de Honduras y emprendió una campaña de base que triunfó en su esfuerzo de presionar al constructor más grande de represas a nivel mundial para que éste retirara su apoyo del proyecto hidroeléctrico de Agua Zarca.
http://www.goldmanprize.org/recipient/berta-caceres/
PHYLLIS OMIDO, Kenia
Después de darse cuenta que su propia leche materna le hacía daño a su bebé, y que había otros niños que sufrían de saturnismo, Phyllis Omido movilizó a la comunidad de Mombasa para clausurar la fundición que exponía a la gente a químicos peligrosos.
MYINT ZAW, Myanmar
Enfrentando una grave vigilancia gubernamental y el uso restringido de herramientas como los medios sociales o el correo electrónico, Myint Zaw lanzó un movimiento nacional que exitosamente detuvo la construcción de la represa Myitsone en el preciado Río Irawadi de Myanmar.
HOWARD WOOD, Escocia
Howard Wood encabezó una campaña que estableció la primer Área Marina Protegida en Escocia desarrollada por la comunidad, dando voz a los ciudadanos en un debate que ha sido dominado por la industria pesquera comercial.
JEAN WIENER, Haití
En un país abatido por la extrema pobreza y la inestabilidad política, Jean Wiener lideró esfuerzos comunitarios para establecer las primeras Áreas Marinas Protegidas del país, empoderando a los haitianos para que vieran el valor a largo plazo de la gestión sostenible de las pesquerías y los manglares.
MARILYN BAPTISTE, Canadá
Una ex-jefa de la Primera Nación Chilcotin, Marilyn Baptiste lideró a su comunidad en la derrota de una de las propuestas minas de oro y cobre más grandes de British Columbia, que habría destruido Fish Lake (Lago de Peces)—una fuente de identidad espiritual y de subsistencia para el pueblo de los Chilcotin.
El Premio Ambiental Goldman fue establecido en 1989 por los líderes cívicos y filántropos de San Francisco, Richard y Rhoda Goldman, ambos difuntos. Los ganadores son seleccionados por un jurado internacional, a partir de nominaciones confidenciales presentadas por una red mundial de organizaciones e individuos ambientales.
Contactános ahora en Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Necesita activar JavaScript para visualizarla. para solicitar su entrevista con la Gandadora de Honduras Berta Cáceres.Accede a http://www.goldmanprize.org/recipient/berta-caceres/ para mas detalles acerca de Berta Cáceres, el premio Goldman y recursos para la prensa incluyendo a fotografias oficiales, multimedia y boletines de prensa