Las constantes denuncias sobre irregularidades ocurridas en el Hospital “Gabriela Alvarado” hechas por Juan Carlos fueron el principal detonante para que un 7 de diciembre del 2013, en medio del descontento popular por un dudoso gane del Partido Nacional de las elecciones generales de ese año, fuera asesinado a balazos en su casa de habitación en la que también funcionaba su oficina.

Al momento de su asesinato, Juan Carlos Argeñal se desempeñaba como corresponsal en la ciudad de Danlí del canal de televisión GloboTV, misma en la que el 24 de junio asesinaran a Anibal Barrow, quien producía un programa matutino y cuatro meses después fuera asesinado uno de los camarógrafos Manuel Murillo, siendo este año de fuerte impacto contra el personal técnico y periodístico de este canal.

Mario, quien también es una figura reconocida en la ciudad por su trayectoria en las filas del magisterio nacional y  por su afiliación –igual que Juan Carlos- al Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) y además es directivo a nivel regional de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH), accedió a conversar con pasosdeanimalgrande.com sobre los avances y retrocesos en torno al caso de su hermano.

Pasos de Animal Grande (PAG): Actualmente ¿Qué avances han existido en la investigación que dé con los responsables de la muerte de su hermano Juan Carlos?.

Mario Argeñal (MA): Muy poco o nada, pese a que nosotros hicimos diligencias en la fiscalía, en el Ministerio Público. Hablamos con el fiscal adjunto, igualmente nos reunimos con el ministro de seguridad, el señor Arturo Corrales en aquel momento, y él se comprometió a resolver el caso. Los últimos informes que nosotros tenemos es abandono pleno de caso a nivel del MP, el caso fue trasladado a una unidad que se llama “Crímenes de impacto”, pero de acuerdo a lo que nosotros hemos investigado ahí está abandonado, y la unidad especial esa que nos asignó Corrales que se llama, abandonaron el caso.

PAG: ¿Existen obstáculos que no permiten dar con los responsables del asesinato de Juan Carlos?

MA: Efectivamente, aquí la comunidad de Danlí sabe que los que saquearon en el Hospital Gabriel Alvarado fueron cincuenta millones de lempiras y que detrás de los autores intelectuales, o junto a ellos, hay gente con mucho poder político vinculada al Partido Nacional. La comunidad especula sobre nombre de particulares vinculado a esa institución que dio la orden de que se asesinara a Juan Carlos, porque según ellos, les había causado mucho daño en el proceso electoral que se efectuó en el 2013.

PAG: ¿Cómo ha sido este proceso para usted, de manera personal, de sobrellevar el asesinato de Juan Carlos Argeñal?

MA: Más que difícil porque nosotros sabemos las relaciones de causalidad o el por qué se asesinó a Juan Carlos. Se le asesina por denunciar actos de corrupción en el Hospital Gabriel Alvarado, y adicionalmente sabemos que él fue objeto de amenazas, previo al crimen que se cometió en su perjuicio. Fue objeto de amenazas, posteriormente, como consecuencia de algunas de sus declaraciones que nosotros vimos en algunos medios de comunicación, y que fueron de conocimiento público, fuimos también objeto de persecución, en su momento, por parte de los mismos autores materiales con orden de los intelectuales, pero eso se detuvo. Pero cada vez que se instalan procesos fuertes a nivel mediático alrededor del caso, no deja de generar incertidumbre.

PAG: ¿El resto de integrantes de su familia cómo está tomando este proceso desde el asesinato de su hermano?

MA: Psicológicamente estamos afectados todos, evidentemente mucho más mi mamá. Ella vive conmigo, y a nosotros nos cambió la vida. Nunca habíamos  sufrido una muerte violenta, pese a que cuestionábamos en los medios vivir en el país más violento. Nos tocó a nosotros. A partir de ese momento, las cosas no volvieron a ser igual. Nos encontrarnos con depresiones por las mañanas, con estados de ánimo cambiantes, con nostalgia, eso es natural, es parte de nuestra identidad.

PAG: ¿Cómo percibe usted  que ha tomado el asesinato y a obstaculización del caso de su hermano, la ciudadanía de Danlí?

MA: Hay un manifiesto ambiente de indiferencia, como yo soy el Secretario Regional de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras, (CUTH), y coordinador de la resistencia acá en Danlí, hemos hecho algunas acciones de calle. Siempre que ha habido movilizaciones o plantones, hemos procurado aprovechar esos espacios, para exigir justicia alrededor del caso de mi hermano, pero sí hemos sentido indiferencia.

Un ejemplo concreto, el pasado primero de octubre, nosotros hicimos una acción a la altura de la carretera panamericana, precisamente frente al hospital del cual saquearon esos 50 millones de lempiras y el apoyo fue apenas de las organizaciones sociales a las que nosotros pertenecemos.  En la comunidad hay una indiferencia sin precedentes, pero yo más que indiferencia, diría que hay miedo. Los medios de comunicación de aquí de la comunidad no se atreven a hablar del tema porque temen que les pase lo mismo que le pasó a Juan Carlos.

PAG: A partir de esto, ¿ha sufrido usted algún tipo de hostigamiento o amenazas, no solo por ser el hermano de Juan Carlos, sino por este papel que tiene usted dentro del movimiento social y popular?

MA: Fíjese que más que eso, sentimos que se nos desconfía. Es decir, generamos en la gente un “con este es peligroso estar porque nos puede pasar lo mismo que a su hermano”. Aunque inicialmente hubo intentos por hacernos daño, sentimos que después menguaron un poco las cosas. No sé si será estrategia de los autores materiales e intelectuales, pero nosotros nos hemos estado moviendo con mucha confianza en algunos espacios y temor no tenemos. El temor lo sentimos en la gente de nuestro entorno, pero así que la gente pretenda, la gente de ese partido por ejemplo, a estarnos amenazando o algo por el estilo, no ha sucedido en ningún momento. Más que en los primeros días después del asesinato de mi hermano, en que sí evidentemente nuestra casa era cercada por los sicarios que lo asesinaron y eso lo sabe la gente de aquí de la colonia.

PAG: ¿La estación televisora que dirigía su hermano continúa en funcionamiento?

MA: Esa yo lo administro, sigue operando, tenemos un programa educativo los sábados, que se llama precisamente “Educación Popular”. Ya sabe cuál debe ser la línea de comportamiento de ese programa, porque es una iniciativa con el pensamiento de Paulo Freire. Entonces estamos tratando de crear conciencia en la gente desde ese espacio. Aunque aquí, más que indiferencia son miedos.

PAG: En mayo de este año, se aprobó la ley de protección a periodistas, defensores/as de DDHH, operadores/as de justicia, ¿siente usted como comunicador  algún respaldo de esta ley?

MA: Honestamente, no. Sabemos que los intereses políticos son tan fuertes, porque los que tocaron a mi hermano, fueron gente de mucho poder aquí en el departamento y a nivel nacional. Saquear 50 millones de lempiras no es poco dinero. Y eso es lo que están encubriendo, es decir actos vinculados a la corrupción en la Secretaría de Salud. Confiar en que esa iniciativa gubernamental va a tener beneficios para nosotros o para que se termine la impunidad por el caso de mi hermano, honestamente como siempre los antecedentes de cómo opera el actual régimen cachureco de Hernández, no tenemos certidumbre en nada.

PAG: PEN Internacional en su 81 congreso en Quebec, Canadá, emitió un pronunciamiento exigiéndole al Estado de Honduras ¿Cómo toma usted esta acción de un centro que tiene más de 150 oficinas en el mundo, incluida Honduras?

MA: Me parece que es más que necesario frente a la impunidad. Yo agradezco realmente ese tipo de oportunidades, porque frente al diseño del olvido, la memoria es fundamental. Por eso autorizamos que se hagan acciones de ese tipo y otras que vengan a exigir justicia a un estado donde la justicia no es tarea principal.

PAG: Con el movimiento de las indignadas e indignados contra la corrupción y la impunidad, sumado a este proceso de cambio en la Corte Suprema de Justicia, ¿usted cree que haya un camino visible que dé con el acceso a la justicia para el caso de Juan Carlos?

MA: Fíjese que en el caso específico de los indignados, nosotros participamos en algunas movilizaciones porque quién puede estar en desacuerdo en luchas contra la corrupción y la impunidad. Luego, fuimos identificando algunos elementos que nos parecían que nos distanciaban de los propósitos fundamentales y decidimos hacer un acto puntual como FNRP, porque el tema fundamental no pasa por la instalación de una CICIH, lo que vemos en términos particulares, sino por una crisis que hay en el sistema y en el modelo económico.

Con respecto a la elección de la nueva CSJ, no tenemos en lo más mínimo expectativas porque sabemos cómo se encuentran las estructuras de poder en este Estado, donde, sin lugar a dudas, van a ser ratificados los que defienden los intereses de los que han saqueado las empresas del estado, van a defender los intereses de los que están coludidos con las impunidades y con los que les interesa perpetuar las mismas, porque esa nueva CSJ va a ser electa por el tradicionalismo de este país, que está más que enraizada en vínculos de corrupción.

No tenemos expectativas en torno a eso, sí creemos que podría palear un poco la presencia de la CICIH, aunque no será la solución a los problemas de este país, pero creemos que con lucha de calle y con capacidad de propuesta nuestra,  se puede crear algo aunque sin crear grandes expectativas.