El 11 de junio obtuvo su título universitario como licenciada en historia, Marta Alejandra Canales Silva, militante del Movimiento Estudiantil Universitario, (MEU), a quien las autoridades de la máxima Casa de Estudios le negaron la mención honorifica de excelencia académica en represalia por su participación en la defensa de la educación pública.
Canales Silva empezó a activar en el movimiento desde que ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras,(UNAH), como integrante del Movimiento Amplio Universitario,(MAU), en el 2011, después instó a las y los estudiantes para organizar la Asociación de la Carrera de Historia, por lo que dejó las filas de su estructura raíz para dedicar energías a ese nuevo reto y con el anhelo de aportar a la sociedad participó en la Mesa Universitaria de Indignados, posteriormente en la ardua la lucha estudiantil engrosó las filas del MEU.
La trayectoria de la joven le trajo las malas miradas de la coordinadora de la carrera, Melida Velásquez Lambur y de la catedrática Yessenia Martínez, a quienes se les tacha de ser unas personas interesadas en mantener el actual orden de las cosas y hacerle comparsa a la rectora Julieta Castellanos.
Silva realizó el trámite correspondiente para que le dieran tal mención, pero fue hasta el momento de la congratulación que le notificaron que no había cumplido con los requisitos necesarios para otorgarle lo solicitado, aunque fue una sorpresa para la joven observar en las redes sociales una nota en donde la UNAH justificó el por qué perdió su mención honorífica.
“Obviamente no voy a ser a la única a la que le van a quitar la mención sino que se espera que a otros del movimiento le pase lo mismo que a mí”, dijo Canales Silva.
Aclaró que nunca trató mal ni fue malcriada con la gente responsable de que se le haya arrebatado el momento de salir distinguida de la UNAH y que simplemente hacía valer sus derechos como estudiante, además, que las funcionarias mencionadas siempre han estado en contra del movimiento estudiantil, vieron la manera de pasarle la factura y de paso quedar bien con la rectora.
Denunció que las catedráticas en complicidad con las autoridades universitarias hicieron uso de su influencia para que el Congreso Centroamericano que se celebraría en las instalaciones de la Ciudad Universitaria a partir del 16 de junio del presente año, lo trasladaran a un lugar privado, para que las personas asistentes a dicho evento ignoraran la crisis por la que atraviesa la UNAH y que las protestan no empañaran los objetivos de la realización del evento, pero que como Asociación de Historia se hicieron presentes con sus demandas y propuestas.
Criminalización de la protesta
La criminalización de la protesta estudiantil empezó en el 2014 cuando escucharon que las autoridades estaban elaborando una normativa excluyente, que no se apegó a la realidad, sin consenso ni participación de los universitarios, con representantes que nadie conocía y aprobadas sin importar el descontento.
Inició la lucha, pero también las represalias. Se dio la primera judicialización del estudiante Darío Morán. Se expulsaron a seis estudiantes que tuvieron que ser readmitidos por la UNAH por la orden de un Recurso de Amparo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
En el 2015 se aprobó la nueva normativa. Mientras los estudiantes en protesta cerraron los centros regionales a nivel nacional, como respuesta surgieron requerimientos fiscales para unos 26 estudiantes, cuatro de ellos, Cesario padilla, Sergio Ulloa, Moisés Cáceres y Armando Velásquez, hasta la fecha tienen que enfrentar un sistema de justicia donde no funciona ningún recurso para protegerles.
Ya en el 2016 eran 75 requerimientos fiscales, los cuales fueron desmantelados gracias a la presión estudiantil que puso en la mesa como condición de iniciar un diálogo que las autoridades desautorizaran al Ministerio Público para continuar con la acción penal. Publicado en pasosdeanimalgrande.com
Ante esto, las autoridades universitarias y algunos medios de comunicación crearon un circulo mediático para enajenar la mente de la sociedad hondureña colocándoles un velo para que estigmaticen a los y las universitarias, tachándolos como criminales, vagos y delincuentes.
Marta Silva es un ejemplo de excelencia académica que aunque no se le reconoció su mérito, debido a la persecución que sufren por defender la educación pública, llevará intrínsecamente la mención honorifica que le fue negada por la UNAH.
Red de Defensoras de Derechos Humanos de Honduras condena acción
La Red de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras se pronunció por esta nueva acción de criminalización por parte de las autoridades universitarias, demandó el cese al abuso de poder y a la criminalización estudiantil.
Esta es la alerta emitida:
Alerta: niegan reconocimiento de excelencia académica a Martha Canales Silva, militante del MEU
En las graduaciones de hoy la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) de manera arbitraria no reconoció con la mención honorífica "Cum Laude" a la estudianta Martha Alejandra Canales Silva, a pesar de ser previamente informada que lo recibiría ya que si cumplía con todos los requisitos.
Condenamos que una institución como la UNAH, que se jacta de la excelencia académica de sus estudiantes niegue el reconocimiento a una de ellas, en un acto directo de injusticia y abuso de poder.
Exigimos a las autoridades universitarias cesar de criminalizar a quiénes tan valientemente luchan porque se mejore la calidad en la educación y pueda ser verdaderamente pública.
Tegucigalpa, M.D.C., 10 de junio de 2017