Entré a la primera audiencia de descargo contra estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, el 16 de junio de 2017, un abogado, otro defensor de derechos humanos y la estudiante que le tocaba el turno de someterse a una audiencia por haber participado en la toma de un edificio, el 24 de mayo pasado.
El salón donde se desarrolló la audiencia estaba colocado de tal forma que se parecía mucho a los tribunales de la santa inquisición en la era medieval, aquellos establecidos por la iglesia católica para torturar a las personas que no comulgaban con los dogmas eclesiales o que los cuestionaban.
19 estudiantes se tomaron el edificio administrativo de la UNAH el 24 de mayo , en protesta porque se avecinaba una condena contra sus compañeros Moisés Cáceres, Cesario Padilla y Sergio Ulloa, de hecho esta se dio el 07 de junio anterior cuando la Sala Cuarta del Tribunal de Sentencia de la Corte Suprema de Justicia, les condenó por usurpación contra la universidad en un proceso de protestas que se llevaron a cabo en el año 2015.
La sentencia provocó más protestas y es considerada arbitraria por diferentes oorganismos nacionales e internacionales ha provocado más protestas de estudiantes pues señalan que se violentaron los acuerdos firmados el año pasado cuando unos 75 jóvenes tenían procesos penales por hacer uso de su derecho a manifestarse.
Ahora son mas de 40 estudiantes con nuevos procesos judiciales, 25 en Tegucigalpa, uno en San Pedro Sula y se suma a ello un periodista a quien la UNAH lo tiene acusado como estudiante para soslayar que estaba ejerciendo su labor como comunicador social y que su detención y torturas fueron exactamente por documentar los atropellos que estaban sufriendo los 19 estudiantes ese 24 de mayo pasado.
Volviendo a la comparación de todo este proceso represivo contra estudiantes con el gran parecido a los tribunales de la Santa Inquisición, es que se sentía en la sala de la audiencia en la que participé un ambiente tenso y se respiraba una decisión condenatoria contra los 19 estudiantes que provocará masivas expulsiones y les violentará el derecho a la educación y a la protesta pacífica, igual sucedió en el 2014 cuando los tres estudiantes que condenó el Tribunal de Sentencia y otros tres más, fueron expulsados y volvieron a clases porque la Sala de lo Constitucional resolvió favorable un Recurso de Amparo a su favor en febrero de 2015.
Se pudo observar la línea de la rectora Julieta Castellanos en esa sala improvisada de audiencias, vigilada por guardias de seguridad de la Empresa de Seguridad Privada del Aguán, ESPA, que mantiene un ambiente de terror en la UNAH, con vigilancia, seguimiento y varios atropellos denunciados por estudiantes.
Es preocupante como se conforma un círculo de poder que combate ideas con la cárcel y represión administrativa. Me constó en la Audiencia de Imputado contra los últimos seis estudiantes detenidos en Tegucigalpa en 16 de junio de este año, aunque la defensa de los jóvenes denunció ante el Juez número 16 que el Ministerio Público no tenía la autorización para el requerimiento fiscal como requisito fundamental para iniciar acciones penales por el Delito de Usurpación, la cual debía haberla firmado la rectora Castellanos, pero seguro se les olvidó ese detalle, tampoco tenía la denuncia de empleados de la UNAH cuyos nombres fueron presentados como víctimas de privación injusta de libertad, delito sumado al requerimiento. Todo eso violenta el debido proceso, pero el Juez se hizo el sordo en eso y admitió el requerimiento.
La UNAH se ha convertido en el referente de la represión en Honduras, es el espejo de lo que pasa en el país, allí se da de todo. Las violaciones llegan a extremo inimaginables. Las consecuencias pueden ser fatales como lo que pasó en Ayotzinapa, si no se detiene a tiempo y no se castiga a los perpetradores.
El Movimiento estudiantil proponía al inicio de este movimiento de propuestas de junio 2017 que se reinstale una Mesa Mediadora que propuso un mecanismo de solución negociada al conflicto, mientras la rectora Julieta Castellanos le interesa que se mantenga el mismo pues está en maratónicas comparecencias en medios de comunicación para sembrar una campaña de odio contra los estudiantes a quienes les dice de todo. Las invitaciones a los programas son con periodistas que siguen una línea gubernamental de promocionar las violaciones a los derechos humanos colocándolas como el combate a la violencia.
Después el movimiento propuso que se instalara un gobierno provisional para restablecer la legalidad en la UNAH , a través de una petición al Congreso Nacional, el parlamento se burló de los estudiantes, agudizó el problema.
A la par de toda esta crisis, avanza el año electoral con la propuesta reeleccionista del presidente Juan Orlando Hernández, que ha apoyado las acciones represivas en la UNAH.
La pregunta es : prevalecerá la arbitrariedad contra la protesta social y el derecho a la educación?