Un dron que vigilaba los movimientos de una protesta pacífica en Tegucigalpa, frente a una empresa de pollos, fue el preámbulo de múltiples ataques físicos, verbales , sicológicos y después una captura violenta de fuerzas policiales contra las personas que integran la Alternativa de Reinvindicación Comunitaria y Ambientalista de Honduras, ARCAH, el pasado 29 de marzo de este año.