Desde las tres de la tarde del jueves recién pasado, inició un plantón pacifico en el Boulevard Suyapa, frente a la UNAH, en sus dos carriles. Castellanos que se ha cerrado otra vez al diálogo atendió una serie de notas enviadas por representantes estudiantiles en las que exigían que se actúe prontamente en resolver cuestiones relacionadas con la matrícula, como en el caso de la carrera de Sociología, hasta la eliminación de las normas. Académicas las cuales violentan derechos fundamentales como es el de la educación.
La represión policial al llamado de la rectora Castellanos, comenzó desde las cinco de la tarde hasta cerca de las siete de la noche, y no importó la autonomía universitaria, otra vez el escenario que se trasformó en una cámara de gas y no en un centro de enseñanza.
La acostumbrada gaseada, o sea el lanzamiento masivo e indiscriminado de gases lacrimógenos por los cuerpos represivos del Estado, es forma para callar las voces de protesta allí en la UNAH, dijeron estudiantes que se resisten a la violación de sus derechos.
La lluvia de gas lacrimógeno lanzada por los hombres armados del Estado la tarde del jueves dentro de Ciudad Universitaria, provocó intoxicaciones y golpes en los estudiantes. Una de las bombas impactó en el rostro de Misael Lobo, quien estudia Antropología y además es militante del Movimiento Amplio Universitario (MAU).
Posterior a la represión Lobo fue trasladado al Hospital Escuela Universitario, (HEU), también manejado por la rectora Castellanos, por algunos de sus compañeros ya que les manifestó que no se sentía bien y sus padres lo llevaron para evaluar si existió un daño luego del golpe.
Producto del gas, personal que labora y estudia en la UNAH se vio afectado por los efectos de éste como malestar físico lo que les obligó a salir de la UNAH a veloz carrera.
Miembros del batallón COBRAS y Policías se burlan de periodistas: “Estaba bueno el gas”
La represión fue cubierta por los periodistas Eleana Borjas de Radio Progreso y Cesario Padilla de pasosdeanimalgrande.com periodistas quienes fueron objeto de intimidación por parte de los uniformados.
¿Buenas noches, tomaron buenas fotos? Preguntaron en tono intimidatorio a los periodistas Borjas y Padilla , uno de los miembros COBRAS se colocó frente al periodista quien estaba con su cámara en la mediana del Bulevar Suyapa .
Posteriormente al trasladarse ambos a un sitio en donde no se sintiera los efectos del gas lacrimógeno, al cruzar la calle, uno de los uniformados en tono de burla preguntó ¿Tomaron buenas fotos? ¿Está bueno el gas verdad?.
“Estas acciones ya no sorprenden y más si vienen de un policía”, sostuvo Borjas que es corresponsal de Radio Progreso en Tegucigalpa, pero detalló que genera cierta impotencia porque al querer reaccionar, por medio de la palabra le quieren atemorizar y es de preocuparse dado el historial represivo de la policía.
Bombas lanzadas al cuerpo provocan lesión en rostro de estudiante
Desde la represión del jueves, ninguna autoridad universitaria se ha pronunciado al respecto en lo que corresponde a las demandas estudiantiles ni condenando la invasión territorial de la policía en la alma mater, que ya suma la enésima desde el golpe de Estado de 2009.
El MAU ha sido objeto de una serie de persecuciones a lo interno y externo de la máxima casa de estudios, al punto de tener dos de cuatro universitarios con procesos penales y sustracción de un equipo de sonido y documentación de importancia en agosto de año pasado, por parte de las autoridades universitarias que se dieron el lujo de dejar una nota en la puerta de esa organización.
Los dirigentes estudiantiles del MAU han señalado que les robaron documentación para enlistarlos por estar organizados y posteriormente tomar represalias , eso ha ido ocurriendo desde hace varios meses.
Autoridades universitarias continúan sordos a demandas del estudiantado
Para el inicio de este segundo periodo académico, se avizoraban nuevos escenarios de exigencia por parte del sector estudiantil, ante el rechazo generado tras la aprobación de las normas académicas a mediados del año pasado, sin la consulta a los espacios de organización de más de 80 mil personas que estudian en la máxima casa de estudios.
En este año con el incremento en el índice de aprobación a un 70 por ciento, sumado a las dificultades a la hora de realizar la matrícula que permita optar a cursas las diferentes asignaturas, las distintas asociaciones de carrera, movimientos independientes a nivel local y regional, se aglutinaron en una nueva coalición llamada Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) y desde este espacio entregaron una serie de peticiones a las autoridades universitarias, encabezadas por la Rectora Julieta Castellanos y la Vicerrectora Académica Rutilia Calderón.
En un documento entregado a la vicerrectora Calderón por parte del MEU, el pasado 20 de mayo de 2016, plantearon seis exigencia, s entre las que destacan la reforma total de las normas académicas mediante “una construcción democrática inclusiva, participativa, a nivel nacional con todas las representaciones estudiantiles”.
Además, demandaron la instalación de jornadas de reforzamiento académico para quienes tienen índice por debajo del 40 por ciento y de esa forma no excluirlos de su formación a nivel superior.
Otro de los puntos que destacan en la misiva es la exigencia de “el cese total de toda acción de criminalización estudiantil”.
Hasta el momento la Decana de la Facultad de Ciencias Económicas, Belinda Flores, aseguró que no conoce de propuestas hechas desde el sector en protesta.
Descalificó el sentir del estudiantado al mencionar que “un problema que está afectando a 30 estudiantes de esa carrera y por 30 estudiantes, tres mil dejan de recibir las clases”. En referencia a la toma que sostuvieron por más de 10 días del edificio de Ciencias Sociales, la Asociación de Estudiantes de Sociología ,(AES), en demanda de soluciones a un problema en la matrícula que afecta a más del 40 por ciento de estudiantes matriculados en esta carrera.
Flores, fue una de las autoridades que inició a finales del año 2014, un proceso de criminalización a las luchas estudiantiles, al elaborar un informe junto con otros decanos, en base al cual la rectora expulsó a los estudiantes universitarios Dayanara Castillo, Javier Barahona, José Luís Herrera y Moisés Cáceres, de la carrera de Sociología, Cesario Padilla y Sergio Ulloa, de Periodismo y Trabajo Social, respectivamente.
Fueron expulsados pero reintegrados por orden de la Sala de lo constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que respondió satisfactoriamente a un Recurso de Amparo interpuesto por las abogadas Ivania Galeano y Kenia Oliva, esta última en representación de la Iniciativa Periodismo y Democracia.
Vea las peticiones del Movimiento Estudiantil Universitario, MEU AQUÍ