Junto a la decana los catedráticos Nilda Suyapa Barahona y Carlos Mauricio Henríquez, se dieron a la tarea de tomarles fotografías y videos a los estudiantes, que se encontraban frente a la edificación.
Zelaya también fotografió a una defensora de derechos humanos que se hizo presente a la escena. La funcionaria de la UNAH realizó una llamada y minutos después apareció Alejandro Sabrían, que dijo ser del departamento de Recursos Humanos, pero otra información indicó que es el segundo al mando de Roger Aguilar el encargado de la seguridad de la UNAH . Sabrían se acercó a la defensora para pedirle su identificación y a preguntarle qué organización pertenece, anotándolo en una agenda.
Demandas de futuros farmacéuticos
Una universitaria cuyo rostro estaba oculto por temor a las represalias de las autoridades, manifestó que a raíz del apoyo del estudiantado de otras carreras, ellos se animaron a poner sobre el tapete la lista de demandas de las necesidades que vienen adoleciendo desde hace años, pero que la decana nunca se ha sentardo para escucharlos.
“Aunque la infraestructura esté bien porque esta bonita, no indica que nosotros tengamos todas las condiciones en los laboratorios como deberían de ser” informó la joven.
Relató que el edificio no es apto para la carrera de Química porque no tiene implementadas las “Campanas de Gases”, que es lo que permite que los químicos no se mezclen y que los alumnos puedan manipularlos sin correr el mínimo riesgo.
Una campana de gases, campana de humos o campana extractora de humos es un tipo de dispositivo de ventilación local, que está diseñado para limitar la exposición a sustancias peligrosas o nocivas, humos, vapores o polvos. Cumplen una misión similar a las campanas extractoras existentes en muchas cocinas, para evacuar los humos producidos, pero las campanas de gases son específicas de los laboratorios de investigación, donde se trabaja con gases peligrosos.
El antiguo edificio de la Facultad de Química y Farmacia se incendió el 20 de agosto del 2008; cuando la explosión de al menos 600 frascos de químicos lo provocó y obligó a las autoridades a trasladar dicha carrera a un edificio nuevo.
Una de las demandas por las cuales las y los estudiantes de Química decidieron unirse al Movimiento Estudiantil Universitario MEU, es que quieren crear la Asociación de Estudiantes de esa carrera, por lo que “se han enviado muchas cartas al decanato a las que no han respondido o no quieren contestar, porque no tenemos un respaldo de algún movimiento estudiantil interno”, informó la universitaria.
Acusó que la principal opositora a que haya una Asociación es la decana Zelaya, ya que le han pedido su apoyo para que les preste el auditorio y solo han recibido negativas de su parte, otra de las denuncias es que nombró de dedo a dos alumnos de excelencia académica para que integraban el Consejo Universitario, pero que a la hora ellos no tienen la menor idea de las necesidades estudiantiles.
Por las tomas, lograron organizar una Asamblea con un gran número de estudiantes y autoridades de la facultad, para exponer sus demandas; “le dijimos a la decana que queríamos una asociación, que nos prestara el auditorio, ella contestó que no; que ese era solo para asuntos académicos, que si queríamos hacer eso que lo hiciéramos en la calle”, narró la joven.
“Otra demanda fue que limitara los perseguimientos para los estudiantes que estábamos dando la cara, nos tiene fichados, los de excelencia académica apoyan a la decana, la rectora Julieta mandó una orden a los decanos que miraran quiénes eran los que estaban al frente de los movimientos, es una orden de ella, nosotros no queremos perseguimiento, la decana nos confirmó que sí, que la rectora había dado esa orden” reveló la estudiante.
Esta declaración puede explicar el comportamiento de la decana Victoria Zelaya y los docentes allegados a ella, del por qué se dedican a tomar fotografías y videos a los protestantes. En la Asamblea antes mencionada las y los universitarios de Química y Farmacia le presentaron a Zelaya un documento para que lo firmara en donde se comprometía a salvaguardar la seguridad de sus educandos “se negó a hacerlo, dijo que no iba a firmar nada”, apuntó la manifestante.
Podría haber una semejanza a las tácticas de intimidación para romper manifestaciones y huelgas que utiliza el Ministro de Educación Marlon Escoto, cuando les ordenó a los directores de centros educativos que levantaran listados de los dirigentes estudiantiles, que contempló la expulsión de directores de institutos por no entregar dichos nombres.
Derogación del técnico
Las nuevas normas contemplan que las y los estudiantes saldrán como técnicos, no obtendrán el título de químicos farmacéuticos, tendrá una duración de dos años; “aunque un técnico es la mano derecha de un farmacéutico, nos debilita la carrera, porque a los empresarios les saldría más barato, esto implica la desvalorización del trabajo”, argumentó.
La universitaria expuso que han escuchado que una universidad privada abrirá la carrera de Química y Farmacia y que “estaríamos en desventaja si la UNAH solo sacará técnicos”.
Hasta perros
Se han utilizado perros “Rodttweiler” para vigilar por las noches a los que mantienen tomados los edificios.
La práctica de esta nueva técnica de tortura psicológica comenzó a ejecutarse el viernes por la madrugada en la Ciudad Universitaria, “en las rondas que hacemos, uno de los compañeros vio dos de estos perros”, comunicó la muchacha.
En Junio del 2004 los servicios de inteligencia de Estados Unidos ordenaron la utilización de perros del ejército para intimidar y atemorizar a los reclusos durante los interrogatorios de la cárcel iraquí de Abu Ghraib, según publicó The Washington Post a partir de las declaraciones juradas hechas por dos cuidadores, los sargentos Michael Smith y Santos Cardonas, al equipo del Pentágono que investiga los hechos.
Tortura Psicológica
La tortura psicológica es un crimen de tal naturaleza, que la angustia, la depresión y el sufrimiento moral constituyen el cuerpo del delito, y pueden convertirse en armas con las que el victimario causa daños a la salud , puede hacer crisis en las enfermedades que ya tenga la víctima, complicarlas con otros males y producir lesiones en los órganos internos de las personas hasta llevar al asesinato.
El asesinato por tortura psicológica se da en un sentido legal amplio, la angustia, el sufrimiento moral que se traducen en una serie de trastornos contra la estabilidad psicosocial de las personas constituyen tortura, cuando un sujeto o un grupo de sujetos activos, que pertenezcan al Estado o no, aplican sistemáticamente sobre una o varias víctimas un ataque a sus mecanismos fundamentales de funcionamiento individual.
El torturador o grupo de éstos no sólo trata de incapacitar físicamente a la víctima sino también de desintegrarle su personalidad.