La empresa de nombre MINOSA , minerales de Occidente funciona con fondos canadienses de Aura Minerales, posee una concesión minera, pero aun no le han dado el permiso ambiental pero quiere obligar a los habitantes de ese lugar que saquen a sus muertos de las tumbas, para obtener el permiso.
Para Orlando Rodríguez la sola idea de exhumar el esqueleto de su pariente le produce un profundo dolor, manifestó que tuvieron una reunión en el cementerio, en donde la gente se sentó junto a las tumbas, para escuchar la información de lo que quiere hacer la minera; a lo que se oponen rotundamente.
Es el único cementerio que tiene la comunidad para llorar a sus desaparecidos en vida. Rodríguez recordó que desde hace años que se extraen minerales de la mina, lo hacían de manera artesana, pero que con los adelantos de la tecnología han ido introduciendo maquinaria que lo único que hace es destruir y contaminar el ambiente, porque su comunidad queda sobre una montaña.
Otro de los problemas manifiestos en la comunidad es que por la explotación a cielo abierto, necesitan quitar el cementerio para sacar los minerales que yacen bajo los difuntos y la gente no está de acuerdo.
“Dicen ellos que se van a llevar a los muertos para otro lado, las personas están en desacuerdo”, dijo Rodríguez.
El ciudadano informó que quizás esa sea una de las concesiones más grandes del país, porque poseen vastos recursos, “les interesa porque hay mucho dinero, son miles de onzas de oro que sacan y el problema es que creen que la vida de la mina esta debajo del cementerio”.
La comunidad tiene la esperanza que el hecho de que MINOSA no consultó con la población podría ayudarles a conservar a sus seres queridos enterrados en el lugar que decidieron sembrarlos para que descansen la paz eterna; “ellos tienen que respetar las opiniones, los restos son de las familias, nadie puede disponer de ellos sin consultarles a los familiares”.
Quinientas familias se están viendo afectadas con esta situación “lo que provoca una preocupación a la empresa, porque mientras estén los restos, no les pueden dar el permiso ambiental”, indicó Rodríguez.
Antecedentes
El Estado de Honduras otorgó en 1983 a la empresa Minerales de Occidente, MINOSA, más de 300 hectáreas de tierra para extraer metales, principalmente oro. La concesión está ubicada entre las comunidades de San Andrés, San Miguel y Azacualpa.
Desde inicios del año 2012 MINOSA quiere acaparar las tierras del cementerio ubicado en la comunidad de Azacualpa, La Unión, Copan. El cerro del cementerio es rico en minerales, razón por la que esa empresa quiere adueñarse de esas tierras.
Estas comunidades se encuentran ubicadas en lo más alto de la montaña y la empresa minera quiere explotar los minerales sin la autorización de las mismas.
En enero del 2015 la municipalidad de La Unión, Copán, realizó un cabildo abierto donde las comunidades rechazaron la explotación del cerro del cementerio, sin embargo la empresa minera valiéndose del poder económico que tiene no validó la voluntad de la población.
Actualmente, producto de la persecución emprendida por la minera, hay 26 pobladores que enfrentan procesos judiciales, 23 de ellos desde el año 2014 y tres líderes más a partir de noviembre 2015.
En esa última fecha la población de Azacualpa decidió tomarse la entrada principal al cerro del cementerio para evitar que la empresa continuara con la explotación minera.