Las declaraciones las realizó el mandatario en un programa televisivo, lo que fue considerado por el Centro de Prevención Tratamiento y Rehabilitación contra la Tortura, CPTRT, como una campaña de descrédito y hacer apología del odio, para deslegitimar el trabajo en defensa de los derechos humanos por parte de las organizaciones que defienden derechos fundamentales en Honduras.
“La criminalización de personas defensoras de derechos humanos puede tomar lugar mediante la presentación de denuncias infundadas..”, señaló la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, en su informe,Criminalización de la labor de las defensoras y los defensores de derechos humanos, presentado el 09 de abril de este año en la capital hondureña.
En este informe la CIDH recomienda al estado “tomen medidas preventivas contra la criminalización, incluyendo el reconocimiento público de la importancia del papel que las defensoras y los defensores ejercen para la garantía de la democracia y el Estado de Derecho en la sociedad; generen espacios en cada nivel gubernamental para el diálogo abierto con las organizaciones de la sociedad civil”.
Entre las recomendaciones al Estado de Honduras en el Examen Periódico Universal, EPU 2015, está que éste debe evitar la criminalización de defensores y defensoras.
En agosto pasado circuló una lista de unos ocho defensores y defensoras de derechos humanos a los que el mandatario ordenó vigilar e investigar. Esta lista fue entregada por la Sala de Crisis a la Dirección Policial de Investigación, DPI y al Sistema Estratégico de Recolección, Cotejamiento, Análisis y Archivo de Información, SERCAA. Después de que circuló dicha información algunos de las personas incluidas fueron objeto de amenazas, vigilancia, seguimiento y hostigamiento.
El CPRTR emitió el siguiente comunicado ante tan peligrosas acusaciones del presidente de la República:
COMUNICADO
El día 10 de noviembre del presente, el Presidente de la República, Abog. Juan Orlando Hernández en entrevista realizada con el periodista Renato Álvarez, hizo una declaración afirmando que Organizaciones de Derechos Humanos recibían dinero de grupos pandilleros y que solo estaba pendiente de ultimar investigaciones para denunciar esta situación. Además volvió a insistir en su creencia de que su quehacer es proteger los derechos de las víctimas.
Ante lo anteriormente expuesto el CPTRT se permite fijar su posición en los siguientes términos:
1. Lamentar y censurar la imprudente declaración del Sr. Presidente pues no era necesario enviar un mensaje a la sociedad que sirve, básicamente para estimular campañas de descredito en las que todas las Organizaciones de Derechos Humanos aparecen identificadas como corruptas, cuando lo correcto es investigar y denunciar cualquier actuación que viole la ley ante las autoridades correspondientes. Instigar el rechazo y descredito hacia las organizaciones de Derechos Humanos de forma generalizada e indiscriminada por parte de la más alta autoridad del país solo puede interpretarse como el fomento de la apología del odio con el fin de hacer aún más difícil la dura tarea de promover, proteger y defender los Derechos Humanos en nuestro país en circunstancias en que se observa una clara tendencia al ejercicio del poder despótico.
2. Al hacer público nuestro repudio a las palabras del Sr. Presidente exigimos desde el derecho que nos asiste a proteger nuestra imagen, se abstenga de atropellar nuestra dignidad y se comporte con la prudencia que corresponde a su alta investidura.
3. Por último es importante recordarle al Sr. Presidente que su administración mantiene una altísima tasa de impunidad por debilidades en la investigación criminal. Ejemplo: entre el año 2009 al 2014 la Fiscalía de Derechos Humanos recibió 253 denuncias de VICTIMAS DE TORTURA y entre esas mismas fechas solo se presentaron 37 acusaciones lo que resultó en 85% de impunidad. ¿Quién entonces deja sin protección a las víctimas? El Estado o las organizaciones de Derechos Humanos? SABIDURIA en el pensar, en el sentir y el actuar.
Tegucigalpa, M.D.C., 11 de Noviembre de 2016.
