Algo delicado es que se ha cerrado el expediente de su caso por falta de pruebas, evidencias e investigación, según le informó el CONADEH en la región del Aguan. Extrañamente la primera vez que presentó denuncia por un atentado sufrido la misma “se perdió” el 02 de diciembre del 2015 en la Fiscalía del Ministerio Público (MP) de Tocoa, Colon, en donde detalló todo lo referente a ese incidente de seguridad contra su vida, a pesar que le dieron una copia con la firma de recibido.
El 17 de agosto de 2016 al darse cuenta que no estaba su expediente, nuevamente la presentó denuncia ante el CONADEH, pero se volvió a extraviar, “mi denuncia nunca ingresó al sistema judicial”, expresó la defensora que debe llevar todos los días la pesada carga del hostigamiento y amenazas en su contra, solamente por defender los derechos humanos.
El último episodio que ha tenido que enfrentar fue la detención el miércoles 09 de marzo del 2017 al llegar a una posta para hacer una denuncia y los policías le informaron que tenía pendiente una orden de captura por la cual hace dos años recibió sobreseimiento definitivo.
El impacto del trabajo de la feminista Lemus trascendió a miembros de su familia, en una ocasión personas vestidas de militares persiguieron a dos de sus hermanos dentro de las parcelas que cultivan siendo agredidos físicamente, “uno de ellos puso denuncia, el otro tuvo miedo”. El l 09 de enero del 2016 asesinaron a su primo Manuel Lemus Hernández “supuestamente fueron elementos de la Policía Nacional, eso es lo que se rumora en la comunidad”, manifestó.
“No me puedes decir que todo está bien, admiro esa valentía de seguir adelante me dijo mi papá con lágrimas en sus ojos”, exteriorizó Lemus, “me dio mucho dolor ver resquebrajarse a mi padre diciendo que tengo la capacidad de demostrar que estoy libre de esos cargos pero tu pecho y tus manos no son antibalas para detenerlas y te quiten la vida”, describió la defensora mientras en su garganta se hacía un nudo de lágrimas al contar las palabras de su progenitor.
Por consiguiente el temor es latente, “funciona que si tu denuncias, te criminalizan, si tú eres la víctima al final sales como victimaria, a mi hermano que sí se atrevió a denunciar , no bastó porque continuó la persecución”. Esa situación obligó a sus tres hermanos a tomar el camino del exilio para salvaguardar sus vidas.
Qué decir de la huella emocional y psicológica de sus parientes, especialmente en sus hijos.
Lemus realizó una gira de incidencia por Europa antes de que el Estado se presentara ante el Comité de los Derechos Económicos Sociales y Culturales (DESC), en donde ella pudo plantear su situación en condición de víctima.