Del Cid junto a María Tomasa M orales, de la Asociación por la Democracia y los Derechos humanos, ASOPODEHU; Ariel Díaz, de la Asociación de Jóvenes por los Derechos Humanos y Hedme Castro de ACI-Participa, fueron detenidos y torturados cuando intentaban evitar la detención ilegal de ocho estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, a quienes la policía sin orden de captura pretendía detener, ante la insistencia de los y las defensoras de derechos humanos de que mostraran las órdenes de captura nunca los agentes nunca lo hicieron.
Las represalias fueron de tal magnitud que el trío UNAH-MP y Policía se unieron para cometer graves abusos tanto contra los defensores como a los estudiantes. Las escenas dantescas de lanzamiento de gases lacrimógenos y golpes a todos los detenidos han quedado en las redes sociales, pero el castigo a los responsables solamente está aún en discurso. Los perpetradores están tranquilos mientras Del Cid y Morales están sufriendo graves consecuencias por las secuelas de las torturas.
Varias organizaciones de derechos humanos presentaron una denuncia ante el Ministerio Público contra los oficiales de Policía Leonel Suazo, Colindres y Aguilar, entre otros, asdemás de exigir la destitución del Ministro de Seguridad por ser responsable también en este caso.
En la Audiencia Inicial realizada del 25 al 27 de septiembre y donde comparecieron en calidad de testigos los oficiales Leonel Suazo y Colindres, entraron en una serie de contradicciones sobre los hechos y trataron por todos los medios de lavarse las manos para no salid involucrados según ellos. Colindres detalló que el desalojo fue planficado por altos mandos policiales y por el presidente de la República Juan orlando Hernández una noche antes, o sea el 07 de septiembre de 2017, donde se juntaron más de 500 agentes bien sincronizados que asaltaron la UNAH en la madrugada del 08 de septiembre.
El 12 de octubre llegaron a Medicina Forense los afectados para la respectiva evaluación, confrontando una “justicia” que camina a paso de tortuga pero que se colude con la impunidad.
Carlos Del Cid relató a pasosdeanimalgrande.com que según él recogería sus aparatos electrónicos, pero se sorprendió que le respondieran que aún estaban en investigación.
“Cómo es posible que sigan investigándonos cuando lo que hacíamos era nuestro tr4abajo de defensa de derechos humanos y el juez nos dejó en libertad definitiva en la Audiencia Inicial el 27 de septiembre anterior?, se preguntó el defensor.
Mientras tanto María Tomasa Morales explicó que está vigilada permanentemente y cuando sale siempre es seguida por hombres desconocidos, “es imposible comunicarme con nadie, mis llamadas son interrumpidas constantemente y personas extrañas llaman a menudo para preguntar por gente que no conozco y lo hacen a mi teléfono fijo”.
Ha pasado más de un mes de los repudiables hechos pero quienes deberían estar protegidos para realizar su trabajo están aún siendo investigados, mientras los perpetradores siguen en la impunidad.
Video donde quedaron registradas las torturas contra defensores y estudiantes Aquí