El asesinato del indígena del COPINH Nelson García ocurrió después de la presencia policial-militar en la zona.Foto: COPINH |
Con el Título “Honduras: Basta Ya”, el COPINH describe cómo se produjo el desalojo violento contra la comunidad indígena de Río Chiquito, Río Lindo, donde la víctima ejercía un liderazgo y fue asesinado cuando regresaba de almorzar después de apoyar a las familias desalojadas violentamente a mover sus enseres.
El asesinato ocurrió en el marco del desalojo efectuado contra la comunidad e Río Chiquito en la localidad de Río Lindo, en el departamento de Cortés, en el cual aproximadamente 100 policías, 20 efectivos de la policía militar, 10 del ejército y varios de la DGIC invadieron el territorio recuperado por 150 familias, en el cual más de 75 habían construido sus casas con los materiales y esfuerzos que han podido obtener, señala el documento:
Este nuevo asesinato ha traido repudio de la comunidad internacional. La organización de derechos humanos Front Line Defenders señaló que repudio el crimen y llama al Estado de Honduras a proteger a los defensores y defensoras de derechos humanos, mostrando preocupación por la escalada de violencia cada vez más extrema contra este sector. Vea comunicado abajo.
Lea el completo este documento:
Comunicado de COPINH : Honduras: ¡¡Basta Ya!!
15 de Marzo 2016.-El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de honduras hace de conocimiento a la opinión pública el asesinato el día de hoy de nuestro compañero Nelson García de la comunidad de Río Chiquito en el departamento de Cortés, a manos de dos personas desconocidas.
Lamentamos tener que informar que el compañero Nelson García fue asesinado cuando llegaba a la casa de su suegra a almorzar, luego de haber estado toda la mañana ayudando a mover los enceres de las familias desalojadas de la comunidad de Río Chiquito.
El asesinato ocurrió en el marco del desalojo efectuado contra la comunidad e Río Chiquito en la localidad de Río Lindo, en el departamento de Cortés, en el cual aproximadamente 100 policías, 20 efectivos de la policía militar, 10 del ejército y varios de la DGIC invadieron el territorio recuperado por 150 familias, en el cual más de 75 habían construido sus casas con los materiales y esfuerzos que han podido obtener.
El desalojo se produjo al medio día de hoy, utilizando tractores y maquinaria pesada para destruir las casas de madera en las que han vivido desde hace casi 2 años los compañeros y compañeras organizadas en el COPINH, dejándoles sin un techo con qué protegerse. De igual manera se destruyó la huerta y sembradíos de la comunidad, arruinando con tractores las plantaciones de yuca, caña, plátano y pequeñas milpas, violando cualquier tipo de derecho. Incluso se destruyó un horno artesanal que tenía la comunidad y mataron unas gallinas pertenecientes a la comunidad.
La comunidad de Río Chiquito ha protegido su territorio desde que le fue donado a las mujeres de la misma, sin embargo, han sido atacados por las autoridades municipales, en especial por el alcalde anterior, que utiliza 3 testaferros para despojar a los compañeros y compañeras, y vender la tierra.
El compañero Nelson García fue un activo militante del COPINH, en la defensa del derecho a la habitación, lo recordamos por su activa participación en el proceso de recuperación de la tierra y la fundación de la comunidad de Río Chiquito. Lamentamos esta nueva muerte a 13 días del vil asesinato de nuestra coordinadora General Berta Cáceres.
El asesinato de nuestro compañero Nelson García y el desalojo de la Comunidad de Río Chiquito se suman a la guerra en contra del COPINH, que busca acabar con su labor de defensoría, resistencia y construcción de más de 22 años.
Estas agresiones del día de hoy se suman a la gran cantidad de amenazas, agresiones, asesinatos, intimidaciones y criminalizaciones dirigidas en contra del COPINH.
Desde el asesinato de nuestra compañera Berta Cáceres hemos sido objeto de una gran cantidad de incidentes que demuestran el nulo interés por parte del Estado hondureño por garantizar nuestra vida y la labor que desempeñamos. Así como su irrespeto a los mandatos de la CIDH en cuanto a la aplicación de las medidas cautelares que se nos han otorgado. Las medidas cautelares fueron emitidas el días 6 de marzo y hoy 9 días después nos asesinan un compañero.
¿Cómo se supone que confiemos en el proceso investigativo del Estado si a la coordinación de la organización se le hostiga criminalmente mediante el llamado a declarar investigando su presunta participación en el asesinato, mientras no se investiga a las fuentes de las amenazas?
¿Cómo se supone que se haga justicia en el caso de nuestra lideresa Berta cuando no se garantizan las medidas necesarias para la protección de su familia, y las hijas y compañeros de nuestra compañera Berta han sido perseguidas por un hombre armado en la ciudad de Tegucigalpa en medio de los encuentros con autoridades?
Desde el mismo día del asesinato de Berta, las instalaciones del COPINH en La Esperanza han sido vigiladas por personas desconocidas, intimidando a quienes permanecemos en resistencia, siguiendo el legado de nuestra lideresa.
De igual manera los compañeros y compañeras de la comunidad de Río Blanco han sufrido agresiones de persecución cuando se trasladaban a la ciudad de Tegucigalpa para exponer su caso ante entes como el Ministerio de Gobernación y los representantes del grupo de representantes diplomáticos del G16.
Además de un incidente en el cual los compañeros de la comunidad se trasladaron al Río Gualcarque y fueron agredidos por los guardias de seguridad del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, mediante disparos de escopeta, que afortunadamente no hirieron a ningún miembro de la comunidad.
Todas estas agresiones hacen parte de un plan de exterminio en contra de nuestra organización y hacemos un llamamiento a la solidaridad nacional e internacional para luchar en contra del mismo.
Exigimos que cese la persecución, el hostigamiento y la guerra en contra del COPINH.
Exigimos que el Estado hondureño responda por la muerte de nuestros compañeros y compañeras y no exista más impunidad.
Exigimos justicia para nuestra compañera Berta Cáceres.
Con la fuerza ancestral de Lempira, Mota, Etempica, Berta, se levantan nuestras voces llena vida, justicia y paz.
¡¡¡Berta Vive, la lucha sigue!!!
La Esperanza, Intibucá, Honduras. Dado a los 15 días del mes de marzo 2016.
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Comunicado de FrontLine Defenders:
16 marzo 2016
Asesinato del defensor de derechos humanos Nelson García, integrante del COPINH, en medio a escalada de violencia contra defensores/as ambientales
El 15 de marzo de 2016, fue asesinado el defensor de derechos humanos Sr. Nelson García, después de un violento desalojo llevado a cabo en Río Lindo, Departamento de Cortés, Honduras.
El defensor de los derechos humanos era miembro del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras - COPINH. El COPINH defiende desde hace más de 20 años el territorio y los derechos del pueblo Lenca. La organización ha desarrollado fuertes campañas contra la tala ilegal y megaproyectos por sus efectos perjudiciales sobre los derechos de los pueblos indígenas en el país.
El defensor de derechos humanos regresaba a su casa después de un violento desalojo llevado a cabo por la Policía Militar de Orden Público y el Comando Especial Cobras en el municipio de Río Lindo, cuando fue interceptado por hombres no identificados que lo mataron con cuatro disparos a su rostro.
El asesinato de Nelson García ocurre menos de dos semanas después del asesinato de la destacada dirigente del COPINH, Sra. Berta Cáceres, el 3 de marzo de 2016, y a sólo ocho días de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgara medidas cautelares a favor de todos los miembros del COPINH. Ambos crímenes ocurrieron en un contexto de escalada de la violencia contra defensores y defensoras de derechos humanos en Honduras, y en particular contra aquellos que defienden derechos ambientales, territoriales y de las poblaciones indígenas, repitiendo y agravando un patrón repetidamente denunciado por las organizaciones nacionales e internacionales, también destacado en el último Informe Anual 2016 de Front Line Defenders.
Según los miembros del COPINH, desde el asesinato de Berta Cáceres ha habido una escalada en las amenazas y el acoso tanto de sus miembros como hacia otros defensores y defensoras que trabajan sobre los mismos temas. Varios miembros de COPINH y familiares de Berta han informado de incidentes de seguridad, tales como el acoso policial y judicial, entre otras formas de intimidación.
Front Line Defenders condena enérgicamente el asesinato del defensor de derechos humanos Nelson García y expresa profunda preocupación por los niveles cada vez más extremos de violencia que enfrentan los defensores y las defensoras de derechos humanos en Honduras y la focalización sobre quienes defienden el medio ambiente, las poblaciones indígenas y los derechos sobre la tierra. Front Line Defenders expresa preocupación adicional por la permanencia de una clara tendencia de asesinatos de defensores/as de derechos humanos en el país y de la impunidad para los perpetradores de tales violaciones.
Front Line Defenders insta a las autoridades hondureñas a que:
1. Condenen enérgicamente el asesinato del defensor de derechos humanos Nelson Garcia;
2. Inicien una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial sobre el asesinato de Nelson Garcia con el fin de identificar a los responsables, llevarlos ante un tribunal competente e imparcial, y aplicarles las sanciones previstas por la ley, acorde a los estándares internacionales de derechos humanos;
3. Tomen todas las medidas necesarias, en consulta con las y los defensores de derechos humanos, para garantizar en todo momento la integridad física y psicológica de todos los miembros del COPINH y quienes trabajan en Honduras por la defensa de los derechos territoriales, ambientales y de las poblaciones indígenas;
4. Implemente las medidas necesarias para garantizar la no repetición de tales violaciones a los derechos humanos;
5. Aseguren que todos los defensores y defensoras de derechos humanos en Honduras, en el desarrollo de sus actividades legítimas y pacificas en defensa de los derechos humanos, puedan actuar libremente sin miedo a restricciones ni represalias.
Fuente: https://www.frontlinedefenders.org/es/case/case-history-nelson-garcia