Los testimonios de familiares que han perdido familiares , en lo que han denominado por más de 50 años contra las drogas, fueron escuchados por la población de esta importante ciudad de la zona norte del país y la caravana en las instalaciones de Radio Progreso y del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ).
Sintonizamos íntimamente con ustedes y el paso aquí por El progreso y en nuestras instalaciones es tan natural y bonito, por eso les agradecemos y recibimos con cariño, ustedes traen el sabor de la lucha y la amargura de la persecución de la muerte y los asesinatos, fue uno de los primeros mensajes en esa radio al iniciar el diálogo.
Una de las voces anfitrionas este día fue la del Padre Ismael Moreno, Director de Radio Progreso, en la que mostró su alegría por la llegada de la caravana. Mencionó que con el arribo de la caravana inicia formalmente la celebración de los 60 años de funcionamiento de la radio, los que se conmemoran en diciembre próximo.
“Cuando nos dijeron que su deseo era pasar por la radio, por esta ciudad, fue para nosotros una manera de decirle estamos con ustedes, les agradecemos que compartan sus experiencia de vida y lucha”,
Acotó que actualmente el país se encuentra controlado por una “mafia política” que conduce el Estado, dirigido por una persona que está haciendo todo lo que quiere hace para continuar siendo presidente de las multinacionales, para seguir representando al imperio.
El sacerdote jesuita instó a que este espacio no solo sea un recorrido, “queremos que se queden con nosotras y nosotros porque en Honduras existe un deterioro humano, social y político, y por lo tanto los impunes tienen muchas armas para destrozarnos”.
Es un pretexto, no un objetivo
En la misma línea que el conocido padre Melo, se orientó el editorial de este miércoles, el cual dedicó sus líneas para destacar el recorrido de la caravana por territorio centroamericano y después llegar a Estados Unidos el próximo 18 de abril, a la sesión especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU), a realizarse en New York.
El editorial de la radio arremetió contra la actual postura del gobierno norteamericano de implementar tan sanguinario mecanismo en la que los gobernantes de la región solo actúan como cómplices y espectadores del rio de sangre que golpea sus territorios.
“El argumento es atacar los carteles de la droga, pero detrás del mismo se encuentra la política de seguridad orientada a la militarización de nuestras sociedades, la instalación de bases militares en nuestros territorios y el control de gobiernos y las políticas de los Estados para facilitar la extracción de nuestros bienes comunes de la naturaleza y las inversiones de las multinacionales”, reza parte del contenido.
Más que una política es una máscara para hacer lo que se les antoje
“Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”. Así reza un viejo dicho en referencia al pueblo de México, donde la división fronteriza no es obstáculo para que se traslade la violencia de la política antidroga iniciada hace cinco décadas en la región.
Un testimonio vivo del daño ocasionado por el combate directo hacia el narcotráfico es el de Doña María Herrera, quien perdió a cuatro hijos en un término de dos años, sin que las autoridades federales y estatales den respuesta a una pregunta concretan ¿Dónde están?
Nos hemos sumado a esta caravana porque nos han quitado lo que más queremos “Ya nos han matado periodistas, defensores de la vida y la tierra como nuestra hermana Bertha Cáceres, por eso tenemos que abrazar estas luchas, dejar de ser indiferentes”, aseguró Doña María con lágrimas en sus ojos.
Sin embargo el dolor que ella carga lo trasforma en un grito de lucha, de esperanza. “tenemos que unirnos solo así no le tendremos miedo a nada ni nadie”, sostuvo.
En relación a la visita que hizo hacia una facción de la iglesia católica con proyección social, pero Herrera, una señora que pasa de los 65 años, hizo un llamado a la reflexión hacia el clero religioso, al que acusó de no ver su apoyo en esta causa. “ojalá se haga sentir, lo necesitamos”.
Esta política es una máscara para hacer lo que les pega en gana, el gobierno quiere aplastarnos, no quiere que alcemos nuestras voces. A esto suma el papel de las fuerzas policiales en su país, misma que a su criterio es la que los captura – a las juventudes- y ella misma es la que los entrega al crimen organizado, destacó.
Nunca imaginé que en todo el mundo se estaba sufriendo la pérdida de un ser querido, pero vemos a nuestros funcionarios como se ríen, se reúnen para seguir con lo que llaman la guerra con el narcotráfico.
Desde las radios comunitarias se combate esta política de sangre
Las comunidades garífunas, específicamente las que se ubican en los departamentos de Atlántida y Colón, han sido objeto de intimidación por parte de ambos flancos en disputa en esta guerra contra el narcotráfico, las fuerzas policiales y militares , a las que se les denominan el crimen organizado.
Ana Pérez, quien forma parte de la Organización Fraternal Negra de Honduras,(OFRANEH), aseguró en su intervención de este día que una de las formas en las que concientizan a sus comunidades de los daños de la política de drogas es por medio de las radios comunitarias.
Es por medio de Radio Sungua, que se ubica en Sambo Creek, en el departamento de Atlántida, en donde doña Ana comentó que poco a poco se va ganando terreno. “Son nuestra ayuda para evitar un consumo excesivo de la droga especialmente a los jóvenes, pero también alertamos a nuestra comunidad de los peligros de la militarización”.
Debe existir un debate científico sobre la política actual
Son diversos los sectores que aportan desde el acompañamiento en la caravana y en otros espacios de incidencia para reformularse el cómo ver la guerra contra el narcotráfico. Lo que se vende como peligroso no es más que un enemigo abstracto y lo que ha dejado es sangre y terror en nuestros pueblos, manifestó Laura Krasovitzky, comunicadora social y acompañante en la caravana.
Para Laura han pasado más de 40 años de manejar “una política de prevención” que no deja buenos resultados, solo genera encarcelamiento masivo, impunidad en el sistema de justicia, muerte y la ganancia en manos de unos pocos bajo la sangre de muchos.
“Hay que deshacer mitos, tenemos que debatir en torno a una política pública que sea respetuosa de los derechos humanos, del medio ambiente, que mejore la calidad en educación y salud”, finalizó.