Tomada de : www.reporterosdeinvestigacion.com
No eran las 8:00 de la mañana cuando cuatro policías militares se apostaban en la entrada principal de este sector residencial, normalmente calmado solo interrumpido por la algarabía de infantes que visitan la escuela de la zona.
Cuatro militares en esa entrada sin máscara, tres enmascarados en la otra salida, seis en la acera de su casa y dos de la ATIC, adentro de la casa.
Carbajal es abogado defensor de este caso en sustitución de la abogada Kenia Oliva; previo a este trabajo se dedicaba a trámites vinculados con su profesión y sus clientes eran propietarios de carros, cuyas autenticas se presentaban en la Secretaría de Caminos Obras Públicas y Transporte.
Fuentes cercanas dijeron que fue detenido y además trasladado a San Pedro Sula por el cargo de falsificación de documentos, vinculado al permiso de un camión que tres años después de realizado el trámite respectivo, fue encontrado con drogas. Ni uno ni otro cargo tiene el peso legal para un allanamiento, dijeron abogados consultados.
En la residencia de Laureano Carbajal permanecía su esposa y uno de sus hijos; su compañera de hogar temblaba luego de comentar que aunque no fueron maltratados físicamente el sólo allanamiento, remover papeles, hurgar por todas partes, ya es maltrato.
Carbajal prestó sus servicios en los años 80,s a organismos de derechos humanos que aún siguen exigiendo encontrar los restos de sus parientes, desaparecidos en el marco de la Doctrina de Seguridad Nacional conducida por el malogrado general Gustavo Álvarez Martínez durante la presidencia de Roberto Suazo Córdova.
Carbajal en sus tiempos de estudiante fue presidente de la Federación de Estudiantes de Segunda Enseñanza (FESE).
La defensa de los estudiantes Césareo Padilla, Sergio Ulloa y Moisés Caceres, es el verdadero motivo de este allanamiento y detención, se dice en los subtextos periodísticos y en organizaciones de derechos humanos del país.