Las capturas de los supuestos autores materiales del crimen de Bertha Cáceres, lideresa indígena lenca, defensora de los derechos de su pueblo, se concretó el pasado 02 de mayo, a un mes de su asesinato, a casi nadie le extraño las detenciones porque en mi país casi siempre aparecen este tipo de cosas, detienen a los supuestos “gatilleros” y nunca se da con el paradero de quienes ordenaron las muertes, eso pareciera un pacto negro porque a los pocos meses o años, los capturados salen libres por falta de pruebas y a veces ni siquiera es público.
Tanto el Sistema Estratégico de Recolección, Cotejamiento, Análisis y Archivo de Información (SERCAA), como la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, tienen por qué saber del crimen contra Bertha Cáceres. El uno porque era el responsable de protegerla ante las amenazas sistemáticas que estaba enfrentando y la otra porque con sus fondos contribuyó a fortalecer el Proyecto Agua Zarca, de la empresa hidroeléctrica Desarrollos Energéticos, SA, DESA, según trascendió en el Foro “Estándares internacionales de investigación en casos de agresiones a defensores de derechos humanos, realizado el pasado 19 de mayo, por la Coalición contra la Impunidad.
Las acciones de vigilancia y hostigamiento hacia la militancia del COPINH han sido constantes. Hasta se usó un carro militar para sacar de la carretera a automóvil donde venía dirigencia de la organización antes de llegar a la capital este 09 de mayo, según denunció Selvin Milla, miembro base.
Integrantes del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), fueron violentamente reprimidos en dos ocasiones durante el transcurso de la mañana en las cercanías de Casa de Gobierno en Tegucigalpa, este lunes 09 de mayo de 2016, mientras se disponían a realizar un plantón para exigirle al Presidente Juan Orlando Hernández la instalación de una Comisión independiente liderada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para investigar el crimen contra su coordinadora Bertha Cáceres.
El presidente Juan Orlando Hernández ordenó el desalojo violento contra unas 150 personas miembras del Consejo Cívico de Organizaciones Populares de Indígenas de Honduras, COPINH a eso de las cinco y cuarenta minutos de la mañana de este lunes 09 de mayo de 2016. Policías preventivos y de la Policía Militar y del Orden Público, PMOP, les lanzaron bombas lacrimógenas cuando llegaron en forma pacífica a Casa Presidencial a demandar esclarecimiento del asesinato de su Coordinadora General, Bertha Cáceres.