El crimen contra Thalía Rodríguez, defensora trans de derechos humanos, el primero en el 2022, ocurrido el 10 de enero de este año, abre nuevamente la discusión sobre la falta de responsabilidad del Estado de Honduras en realizar acciones contundentes para terminar con esta violencia, cumplir con compromisos internacionales y una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, CorteIDH.