Patricio Pravia Kiblan de 34 años de edad, Darly Tadeo Soto de 23 años y Jobal Damacio Becam de 25 años, fallecieron luego de haber sido atacados por militares que realizaban una ronda cerca del cuartel en donde están asentados en Warunta, mosquitia hondureña, el 20 de mayo recién pasado.
Según versiones de los pobladores, los militares les alumbraron los ojos con unas lámparas que les cegaron la vista a los pescadores, quienes por temor, no pararon su panga o cayuco en el cual se transportaban por el Río Warunta, después de una jornada de trabajo, y los militares procedieron a disparar sus armas de reglamento a discreción, dejando a los tres sin vida en las proximidades del río.
Tuvieron temor
El representante de Masta (Miskitu Asla Takanka) en la zona, Norbi Goff Salinas, dijo que el temor obligó a los agricultores misquitos a no parar el cayuco o lancha de motor, al tener una luz en su cara que les cegaba completamente la visión, y uno de los militares disparó y lo siguieron sus compañeros de armas.
“Según versiones de los pobladores, los militares les alumbraron la cara y les dieron órden de que pararan sus cayucos, pero ellos atemorizados porque no sabían quien les alumbraba la cara, siguieron y no lo hicieron, en eso disparó uno de los militares a uno de los agricultores y de allí se les prendió el arma de fuego a los otros dos militares”, señaló Goff Salinas.
“Los militares no están puestos en manos de las autoridades judiciales, están en el campamento militar del Quinto Batallón de Infantería y se espera sean entregados a las autoridades, pero hoy la versión oficial es que todavía no están en manos de las autoridades judiciales”.
De acuerdo al representante de Masta, este miércoles 23 de mayo de 2018, las diferentes comisiones de la organización se desplazan a la zona en donde ocurrieron los hechos, acompañados de los organismos de Gobierno, como el Ministerio Público, la policía , organizaciones indígenas y derechos humanos, en donde se realizará también una exhumación de los cuerpos de los tres misquitos, para buscar más evidencias del hecho, agregó.
“Es una comunidad muy lejana, en donde es muy difícil el acceso y la idea es ir allá para tener una versión oficial de los hechos y eso es lo que hemos decidido el día de hoy”, apuntó.
Agregó que las delegaciones de Tegucigalpa, La Ceiba, entre otros, ya se encuentran en el sector, sin embargo se conoce de parte de los pobladores, que los militares aún no han sido detenidos ni investigados por la muerte de los tres misquitos.
Goff Salinas confió a www.pasosdeanimalgrande.com, que “según los pobladores del sector, solamente los tres misquitos se desplazaban en la embarcación, pero cada uno deja a cuatro hijos y sus esposas, sin el apoyo y el sustento diario que llevaban a sus hogares”.
Apuntó que la actividad que realizan la mayoría de las personas en la Mosquitia es la pesca y su único transporte es por agua a través de los ríos, la laguna y el mar.
“Ellos venían de realizar sus actividades, ya sea de la agricultura y la pesca. La población de La Mosquitia usa la noche para poderse trasladar, porque existen problemas de radiación solar, por el sol”, agregó.
Los afectados por los militares tenían sus viviendas en Warunta, por lo que su ruta final era esa después de una jornada de trabajo.
Reuniones
Goff Salinas informó que este martes 22 de mayo ya se reunieron con las delegaciones que partieron de Tegucigalpa y de otros lugares del país, como del Ministerio Público, Medicina Forence y la Agencia Tecnica de Investigación Criminal (ATIC), quienes se preparan para realizar una exhumación en el lugar en donde fueron enterrados los cuerpos por sus familiares.
“Para nosotros los misquitos, la exhumación es una clara ofensa a nuestra cultura, pero para poder llegar a la verdad de los hechos, vamos a acompañarlos para que vean que queremos llegar a los hechos finales, para nosotros, lo que ha pasado, lo que ha ocurrido es que existieron acciones de parte de las fuerzas militares en contra de nuestra población misquita”.
Los cuerpos de los misquitos fueron encontrados en Warunta, en el propio lugar de los hechos, un día despues de lo ocurrido.
“Según versiones, estas personas después de haber hecho los disparos, se corrieron, huyeron de la escena del crimen y se fueron a presentar ante sus autoridades militares, pero hasta esta fecha esa es la versión que se maneja de los hechos, pero ya pronto tendremos una versión oficial”.
Sobre los responsables del crimen, Goff Salinas manifestó que las Fuerzas Militares del sector no les han querido dar información de los militares que participaron en la acción, ubicados cerca de donde tienen el destacamento militar.
Molesta la población indígena
La muerte de tres humildes agricultores de la mosquitia causó malestar en la población de Gracias a Dios y se realizaron varios actos de protesta en Puerto Lempira, aunque la organización no tiene una versión oficial de los hechos, se presumen cuatro personas heridas.
“No tenemos datos oficiales, se habla de cuatro heridos y no hay detenidos, pero no sabemos si es por estas acciones o por otras que hayan sucedido, pero esos datos los vamos a tener en el transcurso del día de hoy también”, afirmó Goff Salinas.
Aunque los hechos han sido catalogados como “vandálicos” de parte de los sectores mediáticos que no quieren que se castigue a los hechores del crimen de los tres indígenas misquitos, a la población misquita y a las autoridades les preocupa que no se diga la verdad y se quiera justificar la acción de los militares en el sector, catalogando a los agricultores de atentar contra los militares, que tanto temor infunden en las comunidades misquitas de La Mosquitia hondureña.
“Vamos a elaborar un comunicado oficial de parte de Masta, ya anda circulando información en las redes sociales y de manera negativa que se han aprovechado para desprestigiar los hechos. También hay personas inescrupulosas que han querido denigrar a nuestra institucionalidad indígena por intereses personales”, concluyó el dirigente de Masta.
Este nuevo crimen contra misquitos recuerda lo ocurrido el 11 de mayo de 2012 cuando desde un helicóptero agente de la DEA y el ejército hondureño mataron a cuatro personas entre ellas una mujer embarazada, y otras cuatro fueron heridas. Una investigación posterior determinó que la DEA y el ejército de Honduras acribillaron a misquitos que venían en una panga de realizar su trabajo.
En el momento del incidente, la DEA insistió en que las personas a bordo del barco eran narcotraficantes que dispararon primero, lo que obligó a los agentes estadounidenses y hondureños a defenderse, señala un informe de más de 400 páginas donde se devela la responsabilidad de los agentes antidrogas y militares de Honduras.
Igual sucedió el año 2016 cuando dos garífunas fueron asesinados también por militares, en todos los hechos invocaron acciones contra el narcotráfico, pero según familiares y organizaciones indígenas se trata de los resultados de la militarización en Honduras y la represión contra los pueblos indígenas.
Condena del asesinato de tres miskitos por militares
En un comunicado el Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos(CIPRODEH) condenó el crimen y la forma ofensiva en que las Fuerzas Armadas reaccionaron ante este hecho que pone en precario la vida de la población misquita.
Este es el texto del comunicado:
EL CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y PROMOCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS(CIPRODEH) CONDENA EL ASESINATO DE TRES MISKITOS POR MILITARES
El día de ayer 20 de mayo del 2018, fueron asesinados por militares los compañeros Patricio Pavia Kiblan de 34 años, Darly Tadeo Soto de 23 años y Jobal Damacio Becam de 25 años. Dirigencia Miskita denunció que militares dispararon contra ellos en la comunidad de Warunta, Municipio de Ahuas en Gracias a Dios.
El pueblo Miskito ha estado bajo asedio permanente por estructuras militares y policiales, lo que ha llevado a múltiples violaciones de derechos humanos, hasta el asesinato de varios indígenas Miskitos. El sistema de justicia ha sido incapaz de sancionar a los perpetradores de estas violaciones, amparados por la impunidad que garantiza el gobierno, esto, incluso les hace más soberbios y agresivos contra la población
Las Fuerzas Armadas se han pronunciado de una forma ofensiva para las familias dolientes y para el pueblo hondureño pues no garantizan la sanción contra quienes cometieron este vil asesinato.
Pedir justicia en este país contra los militares y policías violadores de derechos humanos es casi imposible, por ello condenamos enérgicamente otro asesinato más y llamamos al pueblo hondureño a no dejarse vencer por el miedo y continuar con la lucha para que un día cercano llegue la justicia contra todos aquellos que le han causado mal a nuestro pueblo.
Dado en la ciudad de Tegucigalpa, a los 21 días del mes de mayo del 2018. CIPRODEH.