Los buzos afectados por la presión del agua cuando realizan la pesca de langosta en aguas de la Mosquitia hondureña, hicieron un llamado a las autoridades sanitarias de Honduras para que les ayuden a mejorar el suministro de energía, el cual les imposibilita usar la cámara, misma que es útilpara recuperarse de las lesiones que les provoca el buceo.
La cámara hiperbárica se ha convertido en un lujo para los buzos misquitos que pueden pagarla, pero aquellos que no tienen el capital para poder usarla, simplemente están condenados a quedar lisiados para el resto de sus vidas, razón por la cual urgen a las autoridades gubernamentales a buscar la forma para poder usarla y no pagar por el servicio, dijo la organización antes mencionada a la cadena de televisión venezolana TeleSur.
“El accidente por inmersión en el buceo debe ser atendido de inmediato, la respuesta debe ser antes de que pasen 36 horas, la tardanza lleva a los buzos a una parálisis o a la muerte, pero en el hospital regional de Puerto Lempira, esto no es tan factible”, indicó en su nota informativa la periodista Gilda Silvestrucci, corresponsal de TeSur en Honduras.
Uno de los afectados, Dalicio Pedric Navarro indicó en el informe de la reportera que “yo quiero llegar, yo creo que pasó ya mucho la hora, esto duele toda esta parte –y señala su cuerpo- solo en la cabeza es normal, a este lado no”.
Navarro se refería a la cámara hiperbárica donde se le somete para deshacer las burbujas de nitrógeno que se formaron en sus arterias durante su inmersión y que ahora mantiene una parte de su cuerpo paralizado.
El afectado explicó que el accidente se produjo después de haber utilizado cinco tanques para busear pero el oxígeno no le ajustó, luego salió a la superficie y sintió hasta después que se había dañado su cuerpo, a pesar de haber utilizado tres tanques de oxígeno después del hecho, para descompresión, pero al parecer no le funcionó.
Silvestrucci dijo que Navarro para poder usar la cámara hiperbárica del hospital público de la zona tuvo que pagar 200 dólares y tener la suerte de que en ese momento existiera el suministro de energía eléctrica para que el equipo funcione, además el hospital no tiene capacidad para atender a tanto paciente que llega en busca de ayuda por ese mal que padecen los buzos misquitos.
Cedrac Mendoza, fisioterapeuta, afirmó que los pacientes buzos que llegan al hospital “no tienen una sala específica, estamos usando la sala de hombres en donde van los de cirugía, tenemos pocas camas y a veces se nos ha llenado sólo de buzos y hemos tenido que parar las cirugías y el cirijano a tenido que programar sus cirugías, para poder desabastecer la sala para poder ingresar nuevos pacientes”.
El informe periodístico detalla que por la falta de resursos, muchos misquitos afectados no pueden continuar con los tratamientos de fisioterapia, después de que han pasado por la cámara hiperbárica.
“Yo creo que mañana se retiran, pero no es porque nosotros les damos de alta de la terapia, simplemente lo hacen por la necesidad que tienen”, dijo Mendoza.
Otro hecho que retrató Silvestrucci en su nota de prensa es el caso de Rigoberto Salazar, quien tiene 29 años, sin hijos, no volvió a trabajar y tuvo que viajar más de dos horas para llegar al hospital.
“Estaba en la profundidad del mar y cuando quize abrir la válvula del tanque no abrió”, relató el afectado, quien al momento de la entrevista se encontraba sentado en una silla de ruedas y sin poder mover sus piernas.
El Estado construyó una pequeña clínica de rehabilitación, esto a solicitud de la Asociación de Buzos Lisiados de la Mosquitia Hondureña, pero sus recursos son muy limitados, ya que apenas cuenta con una cama para la recuperación y masajes.
Personal de la clínica indicó que se necesitan muchas máquinas de fisioterápia para poder realizar en los buzos la recuperación.
“La farmacia es muy pequeña, también necesitamos muchos medicamentos que son especiales para ellos”, destacó Ana Paz Tejeda, enfermera de la clínica.
Silvestrucci concluyó su informe asegurando que “los busos que logran firmar contratos con las empresas tienen ayuda económica para tratamiento, caso contrario, se quedan en sus casas con daños severos que avanzan con el tiempo”.
Datos
La pesca mediante buceo ha ocasionado discapacidad y muerte en adolescentes y adultos miskitos. Un informe de la Organización Panamericana de la Salud (el más reciente en su materia) señaló en el 2004 que alrededor de 9.000 buzos practicaban la pesca submarina de langosta.
Entre ellos, el 97 por ciento había presentado algún grado del síndrome por descompresión y al menos 4.200 misquitos tenían discapacidad total o parcial a causa de este mal.
Por su parte la Asociación de Miskitos Hondureños Buzos Lisiados (AMHBLI) ha reportado que alrededor de 400 buzos han muerto a causa de enfermedades relacionadas con su actividad laboral.
A los buzos misquitos que sufren alguna lesión relacionada con su trabajo en altamar les es imposible contar con un tratamiento médico efectivo y oportuno.
El aislamiento de la Mosquitia implica que los centros de salud sean pocos y lejanos, especialmente aquéllos con las cámaras hiperbáricas necesarias para tratar el síndrome de descompresión.
Asimismo, las personas que sufren discapacidad no tienen acceso a servicios adecuados de rehabilitación. Los buzos afectados y sus familiares se ven imposibilitados de acceder a la justicia por falta de dinero para llegar a los juzgados (ubicados en otras ciudades), así como por la falta de condiciones de accesibilidad física para poder movilizarse —muchas veces en lancha y avioneta— hasta las instancias correspondientes, destacó el informe.
CIDH
La Comisión Interamerica de los Derechos Humanos (CIDH) en su informe preliminar sobre la situación de los misquitos en Gracias a Dios, señaló:
“En territorio Miskito, se constató que no existe una debida dotación de equipo y personal médico en los centros de salud. Esto se evidencia de manera especial en el Hospital de Puerto Lempira, que atiende a toda la población del Departamento de Gracias a Dios, con serias carencias de equipamiento, energía eléctrica y especialidades médicas.
En su visita a la zona de la Mosquitia la CIDH observó un cuadro de pobreza, desempleo, falta de servicio sanitario y de energía, y falta de fuentes de agua y saneamiento.
Asimismo, la CIDH recibió múltiples testimonios respecto de la inadecuada implementación de un programa culturalmente apropiado de educación bilingüe. La Comisión también documentó las múltiples afectaciones que continúan sufriendo los buzos miskitos durante la pesca submarina”.
El 12 de noviembre de 2009 la CIDH informó que tenia competencia para conocer la denuncia de buzos misquitios presentada a esa instancia el 05 de noviembre de 2004, por la Asociación de Miskitos Hondureños de Buzos Lisiados (AMHBLI); la Asociación de Mujeres Miskitas Miskitu Indian Mairin Asla Takanka (MIMAT) y el Consejo de Ancianos Almuk Nani Asla Takanka, respectivamente representados por Arquímedes García López, Cendela López Kilton y Bans López Solaisa, todos en representación del pueblo indígena Miskitu, del departamento de Gracias a Dios por la responsabilidad internacional del Estado de Honduras , en perjuicio de los buzos del pueblo Miskitu que habita el Departamento de Gracias a Dios y, en especial, respecto de 48 buzos individualizados.
Las víctimas alegaron que el Estado ha omitido supervisar las condiciones de trabajo de las personas que se dedicaban y dedican a la pesca submarina en el departamento de Gracias a Dios, quienes son objetos de explotación laboral, lo que ha causado una situación de tal proporción y gravedad que pone en peligro la integridad del Pueblo Miskitu debido a que, miles han sufrido discapacidades físicas severas e irreversibles y muchos han muerto.
Vea la argumentacion de los afectados y el proceso de admisibilidad de la CIDH Aquí