Este grupo campesino junto a otro de nombre Hombres y Mujeres de Fe,  que suman alrededor de 45 familias, son los que poseen las tierras y están  afiliados a la Central Nacional de Trabajadores del Campo, CNTC, hace 12 años tienen la posesión de la tierra, pero en el 2014 apareció Maximiliano Elvir manifestando ser dueño de los predios, unas 391 manzanas, pero nunca ha presentado un documento que lo identifique como dueño.

Desde que este terrateniente ambiciona las tierras, la vida es de zozobra para las familias campesinas, quienes han sido desalojadas por dos ocasiones. De acuerdo a la denuncia recibida por este medio, él supuestamente tiene familiares en el ejército y en una  pandillas, a cada momento toman fotografías, lo cual podría tratarse de la identificación de los liderazgos para apartarlos del camino.

Salimos huyendo o nos hubieran matado

La CNTC alertó a través de redes sociales con un breve resumen sobre este nuevo hecho de violencia contra las familias que no logran tener paz. 

La proximidad de la muerte les hizo salir en desbandada, “solo nos dio tiempo de huir, permanecimos escondidos desde las 6 y 15 de la tarde hasta pasadas las nueve de la noche, sabemos que es obra del terrateniente Maximiliano Elvir”, dijo a pasosdeanimalgrande.com uno de los campesinos todavía bajo los efectos del miedo, a eso de las 9 y 22 minutos de la noche de este 18 de agosto del año en curso.

Aunque Elvir no ha mostrado ningún título de propiedad, sí ha tenido la apertura de los operadores de justicia para abrir procesos penales y acusar a la dirigencia de usurpación, una estrategia que se usa para criminalizar el derecho a la tierra.

De esta última situación de violencia ya han sido informadas las autoridades de derechos humanos, entre ellas el CONADEH y la Ministra de Derechos Humanos, quien ha informado estar en comunicación con el Ministro de Seguridad. Así como la Oficina del Alto Comisionado de  ONU para los Derechos Humanos en Honduras, OACNUDH y Brigadas Internacionales de Paz, PBI.

Los antecedentes de la represión

Según un reporte del Centro de Estudio para la Democracia, CESPAD, el pasado 05 de febrero del 2021, elementos policiales, vestidos de negro, se presentaron en horas de la mañana a las tierras en las que se encontraban las personas integrantes del grupo campesino Unidos al Campo y otro de nombre Hombres y Mujeres de Fe. La orden de desalojo nunca fue presentada y ante el reclamo, la representante legal del grupo, Luvy Canales, fue detenida. La acción limitó que Canales realizara la labor de defensoría para las familias. La investigación de CESPAD detalla que las tierras que habitaban estas familias son de carácter ejidal.

El Artículo 3  de la Declaración sobre los derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales, adoptada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, el 20 de junio de 2013, destaca que las personas mencionadas en este instrumento internacional tienen derecho a la vida y a un nivel de vida adecuado "1. Los campesinos tienen derecho a la integridad física y a no ser acosados, desalojados, perseguidos, detenidos arbitrariamente y asesinados por defender sus derechos".

En el inciso 5 del artículo 4  referente al Derecho a la tierra y al territorio señala que " Los campesinos tienen derecho a una tenencia de tierras segura y a no ser desalojados por la fuerza de sus tierras y territorios. No debería procederse a ningún traslado sin el consentimiento libre, previo e informado de los campesinos interesados, ni sin un acuerdo previo sobre una indemnización justa y equitativa y, siempre que sea posible, la opción del regreso".