Cerca de las siete y treinta de la mañana de este jueves, mientras los y las jóvenes universitarios agrupados en la Mesa Amplia de Estudiantes Indignados (MAEI), llegaban al  Boulevard Suyapa, frente a las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH),  la cual permaneció cerrada al reclamo del pueblo, elementos del ejército vestidos como cualquier ciudadano común,merodeaban en la actividad con fines de levantar perfiles e intimidar.

Mientras los y las jóvenes coordinaban sus acciones, se percataron de la presencia de un individuo que estuvo tomándoles fotografías hasta ser descubierto. Este hecho fue captado por uno de los jóvenes, quien de inmediato informó a sus compañeros y procedieron a rodearle y preguntarle el por qué de su actuación.

El sujeto fue identificado como Jaime Vidal Valerio Godoy, militar activo y que actualmente se desempeña como oficial de inteligencia en la recién creada Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII), organismo establecido por el anterior gobierno nacionalista de Porfirio Lobo Sosa,  en diciembre de 2012.

Valerio Godoy negó en reiteradas ocasiones ser policía, sin embargo portaba varios canet que lo  acreditaban  como agente dentro de las estructuras de las Fuerzas Armadas de Honduras, donde ostenta el rango de Sargento Segundo Técnico, según su número de carnet 5150.

Posteriormente le fue retenida su documentación y fue entregado sin ropa a la patrulla policial que se encontraba en los alrededores y como encubriéndole su hecho, lo trasladaron hacia otro sector de la capital.

No hay presencia de revoltosos, todo está normal

Una de las pruebas que delató a Valerio Godoy fue su teléfono celular, en el cual se observó una serie de mensajes enviados desde su mensajería por la red de whatsaap hacia su superior al mando, a quien  le notificaba la normalidad en el tráfico y la no presencia de quienes los militares esperaban.

Un mensaje enviado a las 6:26 de la mañana decía  textualmente “Buenos días mi tteConel Soy el Suboficial Cmdo I Valerio muy respetuosamente le reporto que El 0100615OCT015 llegué al unto d la UNAH con los Agte. Matamoros y Espino. Dicha actividad aún no ha dado comienzo y no existe presencia alguna de los revoltosos y hasta el momento el tráfico continua normal”.

Previo a este mensaje se logró ver una conversación en la que le orientaban a Valerio Godoy a que se reportara al

llegar al punto donde lo había asignado, ya que el coronel –el superior de ellos- había regañado a unos compañeros de labores, por lo que catalogan en clave militar “no reportar que se inició la misión”.

“Compa, cuando llegue al punto donde tiene q estar rreportele con un msj a i coronel y m xap, que ya está en el punto la ves pasada putiaron unos ofles por no rreportar que se inició la misión”, se observó en este mensaje enviado a las 5:51 de la mañana al celular del infiltrado.

Asimismo compró una recarga a las 6:17 de la mañana en un centro comercial frente a la UNAH para poder comunicarse por llamada telefónica con sus superiores y relatar el acontecimiento, punto que no pudo realizar por la disciplina de los y las estudiantes que lo identificaron.

“Hemos vuelto a la década de los ochenta”

Un Estado y un gobernante como el hondureño no permiten ningún cuestionamiento, sobre todo por creer que nadie debe oponerse al régimen producto de las últimas acciones,  condenando los actos de corrupción e impunidad en contra de instituciones públicas, aseguró el catedrático universitario Gustavo Zelaya.

“Les interesa aparentar que saben todo y que nada se mueve sin su conocimiento. A veces dan la cara para crear la idea de ser impunes y poderosos, así generan en otros pesimismo, miedo y la creencia de que nada puede cambiar”, comentó.

En referencia a la infiltración de miembros de las Fuerzas Armadas en los movimientos sociales, el docente del Departamento de Filosofía argumentó que el presente gobierno Infiltra agentes para saber cómo piensan, dónde viven, quiénes son sus familiares, sus amigos, a qué organización pertenecen.

Destacó que “ubican y controlan personas y, si es necesario, eso facilita ejecutar opositores. Al inicio quieren provocar miedo y paralizar el trabajo de la oposición. Son capaces de comprar conciencias y de colocar agentes en cargos políticos de la oposición”.

Mientras que para una joven universitaria, quien participa en la MAEI y que no quiso revelar su nombre por temor a represalias a lo interno del alma mater, aseguró que no es la primera vez que se encuentra a un militar intentando identificar estudiantes que protestan, así como a sectores que llevan el proceso de reivindicación de derechos y conquistas en el país.

Es indignante ver como se repiten situaciones que nos hagan recordar a la década de los ochenta, en la que líderes y líderesas estudiantiles pagaron con sus vidas el no callar”, dijo la joven.

Mencionó el hecho de que con  estas acciones crezcan las alarmas de persecución al movimiento estudiantil. “Una de las últimas víctimas fue Soad, que no tuvo miedo de gritar la verdad y el gobierno no da una respuesta, vivimos en un ambiente de terror en donde los crímenes se mantienen en la impunidad, y donde los jóvenes conscientes y luchadores son vistos como criminales”.

El poner al descubierto a quienes pretenden desarticular o comenzar un proceso de seguimiento contra líderes y lideresas del movimiento social y popular en el país es un buen inicio, en especial con las juventudes que siguiendo el ejemplo de Eduardo Becerra Lanza se suman a cada convocatoria del pueblo en reclamo de cese a la impunidad y cárcel para los corruptos, aún y cuando expongan su vida para tal fin.