Los Guardianes de la Patria salieron a la luz en el 2014, en la administración de Juan Orlando Hernández, quien con bombos y platillos lo anunció en medios de comunicación, con la meta de que en cuatro años graduarían 77 mil niños, niñas y jóvenes, no obstante proyecto viene funcionando desde hace más de 15 años en el país.

Vásquez dijo que como una organización que trata el tema de derechos del niño, niña y juventud, han realizado algunos acercamientos con autoridades del Estado, para manifestar la preocupación que les causa este programa porque consideran que es ilegal, establecido al margen de la Constitución de la República, del Código de la Niñez y de la Convención de los Derechos del Niño.

El defensor adujo que el gobierno fundamentó la creación de este programa en el combate a la violencia y la inseguridad, con el argumento de que la niñez y la adolescencia están siendo cooptados por maras y pandillas, “una justificación es que ellos forman en valores a la niñez que está colocada en una posición de vulnerabilidad en el país o riesgo social como la llaman”.

Sin embargo, las organizaciones de derechos humanos aseguraron que “es una estrategia para fomentar la cultura de las armas a los niños para que a futuro ellos puedan  ser elementos de las Fuerzas Armadas”.

Lo que puede ser una treta del gobierno ya que con la derogación del servicio militar obligatorio, es necesario el voluntariado que incursione en esa organización castrense.

Vásquez indicó que verificaron la manera en que desarrollan el programa en los distintos batallones del Ejército, después recopilaron información para realizar un análisis, tal investigación “la  pudimos evidenciar en el Examen Periódico Universal , (EPU) y en el informe alternativo de cumplimiento de la Convención y del Protocolo Facultativo de Niñez en Conflictos Armados.

Seguidamente hicieron un planteamiento en la Secretaría de Derechos Humanos y la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia, de lo que significa “Guardianes de la Patria”, pero no recibieron respuesta de parte de las autoridades de estos entes.

Es cuestión de clase

El programa “Guardianes de la Patria” es clasista, “usted va a ver dentro del ejército y la policía la gente más pobre,  excluida, que vienen de las zonas marginales y rurales más empobrecidas del país”, expresó Vásquez.

A la larga, las personas de los llamados cinturones de miseria razonan que estos cuerpos de seguridad del Estado son una oportunidad para sobrevivir y llevar el pan a la mesa de sus familias.

“Las y los pobres  son los que pueden servir de escudos, pero en el futuro no ocuparán las  posiciones del alto mando militar dentro de las estructuras” , manifestó el defensor, respecto al nivel económico por el cual muchos y muchas hondureñas entran a las filas de estos cuerpos armados.

Las cifras

Honduras ocupa el segundo lugar en desnutrición en Centroamérica, según un estudio del Programa Nutricional Centroamericano.

Unos 240 mil niños y niñas sufren de desnutrición crónica en los datos del Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas, (UNICEF).

La población infantil representa el 44.3 por ciento de la población total e históricamente ha enfrentado los efectos de una economía inestable y dependiente del entorno internacional, donde el desempleo y la pobreza representan serios retos por superar. Un 42.3 por ciento  de niñas y niños viven en pobreza extrema, mientras que un 22. Por ciento  en pobreza relativa.

Aunque si se opta por medir la pobreza según un enfoque de privaciones, las cifras varían notablemente: un 67,9 por ciento  de los niños y niñas vivirían bajo el umbral de la  pobreza y un 29,1por ciento en pobreza extrema.

A ello debe agregarse que la inversión pública se ha destinado en mayor proporción a cuestiones no sociales, lo que afecta negativamente a la sobrevivencia de la niñez y el desarrollo pleno de sus capacidades.

Abandonar este programa

En un pronunciamiento del 14 de abril del 2014, Casa Alianza dio a conocer su descontento con el programa “Guardianes de la Patria” el cual cita: “Nos causa indignación ver que actualmente, niños y niñas en edad escolar estén asistiendo a los batallones para recibir formación en valores, estamos convencidos de que la militarización de la niñez y juventud no es la mejor manera de fomentar y promover valores humanos, cívicos y morales para formar a las y los ciudadanos de nuestro país”.

Estas acciones abren una puerta a situaciones constitutivas de violaciones de los derechos humanos de los niños, niñas y jóvenes de Honduras, derechos consagrados en la Constitución de la República y en instrumentos internacionales como son la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes. Los efectos que se ven a mediano plazo con la aplicación de estas medidas no son nada prometedores, al aplicar la misma receta, sin duda se obtendrán los mismos resultados; más violencia y más sufrimiento para la niñez y la familia hondureña, citaba el documento.

Recomendaciones del Comité de los Derechos de los Niños

En un informe del Comité de los Derechos de los Niños, de la Organización de las Naciones Unidas,(ONU), solicitó en la cumbre de Celac-UE- al gobierno de Honduras que tome las medidas necesarias para evitar el reclutamiento y la violencia contra los niños, por parte de las pandillas o maras, ya que el 70 por ciento de los homicidios de menores ocurren en el contexto del crimen organizado y el tráfico de drogas, ​de acuerdo a una investigación realizada por ese organismo entre el 20 y 21 de mayo 2014.

"El Comité urge al Estado a abandonar el programa 'Guardianes de la Patria' y asegurarse que los niños y adolescentes no participen en actividades en los cuarteles u otras instalaciones militares", detalló. 

"El Comité recomienda que el Estado parte promueva educación no militar a los niños, se asegure que no son entrenados en el uso de armas, y que establezca un mecanismo de quejas para los matriculados en escuelas mixtas civiles-militares".

Asimismo, el Comité recomienda al Estado hondureño que "refuerce las medidas para investigar, procesar y sancionar las muertes y asesinatos extrajudiciales de niños, incluyendo el control de las acciones de la policía y las instituciones judiciales".

Papel del CONADEH

El Programa “Guardianes de la Patria” ha tenido repercusiones , entre ellas el despido de Carlos Moisés del Cid García, Coordinador del Programa Derechos Humanos de Niñez y Adolescencia, del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras (CONADEH), apenas unas horas después que presentara a su jefe, las conclusiones de una investigación sobre dicho programa.

El informe colocó en una posición bastante incómoda al nuevo comisionado, Roberto Herrera Cáceres, y diversos sectores han manifestado que sus acciones están supeditadas al presidente Juan Orlando Hernández, quien es el más apasionado defensor de los “Guardianes de la Patria”.

Según el mandato de ley, el CONADEH tiene que “garantizar a todos los hondureños y hondureñas, la vigencia de los derechos y libertades reconocidas en la Constitución de la República y los Tratados y Convenios Internacionales, ratificados por Honduras. Y también, las acciones y medidas que emprendan las autoridades, con el propósito de lograr el efectivo cumplimiento de las leyes y disposiciones que garanticen los derechos humanos.

Antecedentes del uso de la educación militarista en niños por el ejército hitleriano

Cuando Hitler hablaba del Reich de los mil años, estaba totalmente convencido de que llegaría tan lejos. Sabía que para ello tenía que vigilar el futuro del Reich, y ¿cómo intervenir ese futuro? Controlando y moldeando a los habitantes de ese mañana: los niños y los jóvenes.

El Partido Nazi creó el germen de las Juventudeshitlerianas (Hitlerjugend, abreviado HJ) en 1922, pero no sería hasta 1926 cuando adquirirían el nombre definitivo.

Para darnos cuenta de su vertiginoso crecimiento debemos conocer que empezó con unos mil  miembros y que en 1939 ya contaba con 8 millones de jóvenes en sus filas.

Había una división por edades, y se creó también la Deutsche Jungvolk, destinada a los niños entre 10 y 14 años, quedando así las HJ para los jóvenes de 14 a 18.

Al principio estas asociaciones eran sólo para varones, pero más tarde se amplió a las niñas y jóvenes, creándose la Bund Deutsche Madel (BDM) para las jóvenes y la Jungmadel para las niñas.

Niños de la guerra

La utilización de niños-soldado es el grado más extremo de explotación infantil. Afganistán, Colombia, Myanmar, Sri Lanka, Uganda y Nepal, entre otros países, emplean a menores como espías, combatientes, centinelas o esposas a la fuerza en el caso de las niñas.

En la mayoría de las guerras actuales se reclutan niños para usarlos como soldados. En la actualidad, combaten niños y niñas en 17 países, en las filas de grupos armados no estatales, en ejércitos nacionales y en milicias vinculadas al gobierno.

Los niños participan en casi todos los aspectos de la guerra: como espías, centinelas, vigilantes, cocineros, porteadores y, a menudo, como combatientes en el frente de batalla.

Las filas de niños-soldado incluyen niñas de apenas ocho años reclutadas en Colombia, muchachos adolescentes amenazados con ir a la cárcel si se niegan a enrolarse en el ejército estatal birmano y niños utilizados en atentados suicidas en Afganistán e Irak.

Por lo general, a estos niños se les priva de la asistencia a la escuela, se les separa de sus familias y se ven sumidos en una existencia agotadora y violenta.

Lea Links de interés sobre uso de niños y niñas en acciones armadas

1.-https://goo.gl/ZOuC2Y

2.-https://goo.gl/7HTpML