Decenas de personas intoxicadas por gases lacrimógenos este 15 de septiembre de 2017 cuando la policía reprimió una movilización que año a año desde el golpe de Estado de 2009 , realizan miles de ciudadanos y ciudadanas para protestar por la decadencia del Estado de Derechos y las graves violaciones a los derechos humanos.
La mayoría de los mensajes de la marcha ciudadana estaban relacionados con la condena a la reelección del presidente Juan Orlando Hernández, que es el candidato por el Partido Nacional, a pesar que violenta la Constitución de la República.
Quién da la orden de reprimir?
Los policías tienen una verticalidad en el mando y por lo tanto en la mayoría de los casos no toman decisiones sin que el alto mando les dé las órdenes de reprimir.
Este tipo de hechos han sido una costumbre en diferentes partes del país, los cuerpos represivos del Estado utilizan gas pimienta para dispersar a los participantes, en algunas ocasiones ha habido detenidos como en San Pedro Sula en el año 2010, decenas de manifestantes fueron golpeados y gaseados y otros detenidos.
De acuerdo al relato del artista Roger Rovelo fueron afectadas muchas personas entre ellas niños.
Asimismo periodistas que se encontraban en la zona como el caso de Miriam Mercado y Félix Cesario que tenían dificultades para respirar, “los cobardes no dejaban de tirar bombas y recuerdo haberle arrebatado a una mujer joven dos bolsas de agua para auxiliar a los pequeños como de 9 y 11 años”, denunció.
Según explicó en su cuenta de facebook la policía llegó a provocar para tener justificación para reprimir, “la policía que llegó a provocar y a reprimir a niños, jóvenes y ancianos, sin importarles la vida de las personas y disparando a mansalva despiadada sus bombas con gas pimienta contra el pueblo indefenso, que salió en multitudinaria manifestación a protestar en esta fecha que recuerda la "independencia" contra el gobierno tirano, corrupto, criminal y usurpador, de Juan Orlando Hernández Alvarado, el más tirano y corrupto criminal, de todos los presidentes traidores que ha tenido Honduras”.
Relató que disparaban en los cuerpos de las personas las bombas lacrimógenas dejándolas con golpes y quemaduras, lo cual hicieron con saña y premeditación.
Qué dicen los organismos internacionales sobre la represión a las manifestaciones
Para censurar a sus opositores, los gobiernos, cuya legitimidad o decisiones políticas son públicamente discutidas en manifestaciones populares, recurren a veces, supuestamente para proteger la seguridad nacional y el orden público, a las derogaciones justificadas por un peligro público excepcional. Estos gobiernos, juzgando que el derecho a la libertad de expresión limita su posibilidad de prohibir demostraciones de oposición, utilizan a veces limitaciones y suspensiones de la libertad de expresión para criminalizar la protesta social como forma de expresión, señala la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH en su informe “La protesta social pacífica: ¿un derecho en las Américas?”.
La manifestación pacífica es uno de los derechos que más pone en evidencia el grado de respeto y responsabilidad de un Estado con los derechos humanos y la fortaleza de sus instituciones democráticas para evitar y prevenir el uso abusivo o violento del poder público en contra de los ciudadanos, expresa Civilis Derechos Humanos en el documento "Derecho a la manifestación pacífica", de enero de 2013.
Puede definirse como un ejercicio de acción cívica para expresar de forma pública inconformidad o insatisfacción con problemáticas no resueltas, de diversa índole. Esta acción cívica también puede estar motivada por la indignación, la disidencia o la resistencia ante políticas públicas o conductas de los poderes públicos que afectan de manera significativa el ejercicio de derechos, argumenta.
La manifestación tiene fundamento jurídico en el derecho a la disidencia, y está relacionada con la protección de las minorías y el respeto a los derechos individuales en el marco de una sociedad libre y democrática. La disidencia es “…la posibilidad de decir “No” a situaciones en la que prevalecen la indignidad, la falta de libertad o la desigualdad”. Las personas pueden expresar pacíficamente sus desacuerdos con la opinión oficial o la de otros, y luchar por ser reconocidos como libres e iguales en sus derechos, destaca Civilis Derechos Humanos.