Molina llegó a Honduras entre el 03 y 07 de noviembre recién pasado, con una agenda apretada de reuniones con víctimas, funcionarios gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil hondureña, para conocer en detalle lo que está pasando en una nación que está lejos de Suiza no solamente por la distancia sino en los planes de este país que está volteando los ojos hacia el medio oriente, de allí que haya decidido terminar con el apoyo financiero.
El parlamentario que representa a la juventud social demócrata, es hijo de un exiliado político chileno que abandonó su país producto de la persecución del dictador Augusto Pinochet en Chile, sabe muy bien las consecuencias de los ataques a los derechos humanos, a la democracia y el establecimiento del autoritarismo.
“He visto un contexto muy complejo, los derechos humanos están en peligro y muchísimos defensores y defensoras de derechos humanos lo están. Hay un riesgo que habrá fraude en las elecciones , esto es muy grave para la democracia y el pueblo hondureño tiene derecho a elecciones libres, justas y sin violencia”, refirió.
Pero para él es importante que no solo el gobierno de Honduras respete los derechos de las personas sino que la comunidad internacional asuma su rol de garante en el mundo y Suiza tiene compromisos internacionales que cumplir, de allí que es vital que tome un rol protagónico para apoyar al pueblo de Honduras y su democracia.
Foto: desinformemonos.org
Cuando se le consultó qué escuchó de las autoridades hondureñas con las que se reunió , expresó que hubo muchas discusiones y el interés de convencerlo de que en el país todo está bien y que se respetan los derechos fundamentales de las personas, sin embargo Molina es un funcionario muy estudioso, además de que antes escuchó a muchas víctimas que le contaron las situaciones de violencia por las que pasan y desde el Estado no tienen respuestas para la restitución de sus derechos y el castigo para los responsables.
Señaló que está muy sabido que el Estado es el perpetrador de graves violaciones a los derechos humanos y por ello “debemos confrontar la impunidad, es imposible ofrecer un sistema de libertad para el pueblo con esta situación”.
Ante la pregunta si contaría toda esta realidad ante el parlamento suizo, respondió que seguro lo hará, más ahora que su gobierno ha decidido parar la cooperación con Honduras, “podemos apoyar el desarrollo sostenible pero también a los defensores y defensoras de derechos humanos, porque realizan un trabajo muy importante, mi visita tenía la intención de buscar argumentos y más respuestas sobre lo que pasa aquí”.
Sobre el retiro del apoyo financiero, expresó que Suiza está girando sus ojos hacia el medio oriente, pero que su país tiene obligaciones internacionales de aumentar la cooperación, además que en la región de América Central hay un cambio dramático hacia el autoritarismo y también al mal gobierno , lo que se relaciona con la pobreza, por ello hay una demanda de cooperación internacional para que cambien las circunstancias.
“Es seguro que después de lo que he visto aquí voy a hacer todo lo que pueda para apoyar la lucha del pueblo hondureño para mejorar la situación de los derechos humanos y mejorar el apoyo para la democracia , por eso es importante hablar con los amigos en Europa que tienen la forma de influenciar en la política hacia estos países”, recalcó.
En relación a algún nivel de desesperanza que pueda haber en la población hondureña por la situación existente, dijo que “en política y en la vida nunca hay victorias eternas y nunca fallas eternas, eso significa que siempre hay esperanza y hay que luchar por lo que es justo”.
Molina llegó a Honduras a escasas tres semanas para las elecciones generales, en un clima de mucha violencia política que ha dejado ya varias personas asesinadas. Asimismo el país sufre un deterioro constante en materia de derechos humanos y falta de institucionalidad desde el golpe de Estado de 2009, lo que ha provocado un clima de persecución, crímenes, amenazas, exilio y vigilancia contra la disidencia y hacia las personas que promueven el respeto de los derechos humanos.
El diputado tendrá bien cerca, en el Consejo de Derechos Humanos, a la representación hondureña a partir de enero de 2022, que desempeñará las funciones en nombre del Estado que es ahora miembro de esta instancia de derechos humanos, en momentos cruciales para el país y arropado por la impunidad que es galopante en Honduras.