Christopher Castillo, coordinador general de la Alternativa de Reivindicación Comunitaria y Ambientalista de Honduras ARCAH, explicó que la procesadora fue instalada en el 2017, aunque la granja en general tiene más de 20 años, el problema es que afecta a cinco comunidades con malos olores y ahora están arrojando desechos en el Río Grande Choluteca, algo que no solo esa industria hace.
Las comunidades afectadas son la Aldea de Germania, Yaguacire, Mimbres, Lomas de Germania y la Aldea de Loarque, sus pobladores se asociaron en un patronato que los representara ante el equipo legal de la , exigiendo que cierren la planta procesadora de desechos donde queman las vísceras, plumas y todo lo que les sobra del pollo.
Castillo menciono que los pobladores y miembros de ARCA, han sufrido persecución, agresiones y amenazas que se formalizan en el Ministerio Público y se difunden informando sobre la problemática, pero muchos medios no las publican debido a que tienen contratos publicitarios con El Cortijo, según se lo comunicó un periodista.
Según el representante de ARCAH la empresa cuenta con el apoyo no solo de las instituciones estatales de sanidad sino de seguridad que en diversos plantones y tomas de los portones de El Cortijo, han llegado e incluso entran al interior a respaldarlos. La organización ha hablado con la ministra de Salud sobre el conflicto pero hay un silencio total.
El defensor agregó que hay muchas empresas que contaminan de esa manera el Río Choluteca, pero específicamente están incumpliendo la regulación de ordenamiento territorial que indica que las zonas industriales no pueden estar en residenciales, hay excepciones, pero cuando se trata de una avícola porque afectan a las personas.
Agregó que “El río Choluteca está agonizando y ganarle la lucha a El Cortijo ganarle la lucha a es triunfar sobre todas las empresas que lo contaminan, incluyendo al mismo Estado que expulsa el 98 por ciento de aguas residuales”.
Michael Aguilar, miembro de una comunidad, explicó a pasosdeanimalgrande.com que el olor de los desechos es tan fuerte que causa nauseas, dolor de cabeza, picazón en la piel, y afecta más a la tercera edad, en especial a los que padecen de hipertensión, ya han llevado varias personas con esas afectaciones de salud al médico.
Aguilar agregó que para la comunidad fue un logro que el 30 de enero de 2020 se firmara un documento que paralizaba las actividades de la planta de desechos, hasta que se diera un dictamen faltante de la Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas o MiAmbiente, y las comunidades fueron acuerpadas por la Alternativa de Reivindicación Comunitaria y Ambientalista de Honduras ARCAH.
Sin embargo, el derecho de asociación de las comunidades fue usurpado por personas que están a favor de la empresa, porque tienen familiares o laboran ahí, se hicieron pasar por representantes de patronato para desmentir la lucha y a finales de noviembre del 2020, la planta reactivó las labores.
Vea el vídeo de ARCAH y los testimonios de pobladores en este link
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