Este es el tercer sabotaje ocurrido en el CURLP, el primero le ocurrió al sindicalista y defensor de derechos humanos, Héctor Motiño, asesinado en junio anterior y cuyo crimen está en la impunidad; el otro le pasó a un catedrático de ese mismo centro que por temor no quiere denunciar, y el tercero es el que refiere Zúniga.
En una denuncia urgente enviada este lunes 17 de agosto a ACI-PARTICIPA, la catedrática y periodista expresó “…el día miércoles 12 de Agosto del año en curso al terminar como de costumbre mi jornada laboral, después de marcar mi salida como todos los días, nos subimos a mi vehículo dos compañeras y yo para trasladarnos a nuestras viviendas y cuando inició a circular el automóvil empezó a emitir un sonido completamente extraño ajeno al mismo, tanto que me llamo la atención porque era muy ruidoso…”
Este vehículo es el que uso para ir al CURLP y pasa casi todo el día estacionado en el parqueo del centro que por cierto ahora cuenta con vigilancia privada y es precisamente cuando están pasando estos hechos, agregó.
Zúniga se sintió muy preocupada por el ruido que se escuchaba más intenso y el carro se balanceaba de forma rara, por lo que llevó el auto a un mecánico el 15 de agosto. El mecánico después de revisarlo le reportó que el mismo tenía tres tuercas de la llanta delantera izquierda flojas, “ por lo que debíamos tener mucho cuidado, ya que ello podría provocar un accidente fatal para mí y mis acompañantes”.
“..temo por mi vida considerando tan delicado antecedente por lo que quiero dejar constancia del mismo ante ustedes..”, señaló la denunciante quien argumentó que esta situación le mantiene en vilo porque “a dos meses del vil asesinato de nuestro compañero y amigo, presidente del sindicato del CURLP-UNAH y defensor de Derechos Humanos y Laborales Héctor Martínez Motiño, su crimen está en la más completa impunidad, y los hechos que lo antecedieron se vuelven a repetir en otros docentes del CURL y como no se castigó al responsable no tendría sentido acudir a las autoridades correspondientes mucho menos a las universitarias”.
Acciones paramilitares contra quienes apoyan a los estudiantes o fueron amigos de Martínez
Es importante señalar que catedráticos y estudiantes son víctimas a diario de acciones paramilitares que ponen en riesgo su vida.
Una estudiante relató a pasosdeanimalgrande.com que dentro del centro hay hombres vestidos de civil que se mezclan entre los estudiantes pero que el objetivo es escuchar las conversaciones y los planes desde el movimiento estudiantil para defender sus derechos, “a mí me chequean el vehículo y cada uno de mis movimientos, por lo que tengo que estar muy atenta que no me vayan a hacer daño, pues son guardias de seguridad los responsables y seguro ellos tienen instrucciones”.
La semana pasada Roger Aguilar, jefe de seguridad de la UNAH, llegó al CURLP en momentos en que se realizaba una acción de apoyo a tres estudiantes criminalizados, insultó a los jóvenes y les amenazó.
Este tipo de actos tienen similitud con las que se realizan en Colombia donde el Estado recurrió y recurre a un modelo de represión parainstitucional para realizar acciones criminales y operaciones encubiertas para combatir movimientos políticos de oposición, sociales y alternativos de base.
En el caso de la UNAH ya son varios los actos reiterativos entre ellos los sabotajes, atentados , en este caso contra Martínez Motiño, antes de su crimen; amenazas a muerte, vigilancia y seguimiento como en el caso de Cesario Padilla, quien es defensor de derechos humanos, líder estudiantil y miembro del Centro Pen Honduras. Hombres armados le vigilan sus movimientos, por lo que se solicitó protección ante el CONADEH y Pen internacional emitió una serie de alertas mundiales para demandar que se le proteja.