El principal factor por el cual las personas de la Zona Sur del país contemplan emigrar para alcanzar el sueño americano sin importar los peligros que puedan encontrar en el camino, es el desempleo,.
Se calcula que en Estados unidos viven alrededor de 1.2 millones de migrantes hondureños, esto representa el Uno por ciento de una población de 8 millones 308 mil 417 hasta el 2015, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), mientras que 300 mil compatriotas se encuentran diseminados en el resto del mundo especialmente en España, Canadá e Italia.
Uno de los problemas del mercado laboral es el desempleo, el cual se mide con la Tasa de Desempleo Abierto (TDA). En Junio de 2015 los desempleados representaban el 5.3 por ciento de la Población Económicamente Activa. PEA.
Para junio de 2015 el total de la población que está en edad de trabajar , o sea de 10 años en adelante, representando el 78.5 por ciento. La PEA representa el 44 por ciento del total nacional.
El columnista Ricardo Puerta, en su artículo “Realidades en la Migración Hondureña e Internacional”, dice que históricamente el éxodo masivo de hondureños y hondureñas hacia el país del norte comenzó a visibilizarse a partir de 1990 coincidiendo con el fin de los conflictos de la Guerra Fría en Centroamérica.
Un buen número de personas, muchas de ellas con sus respectivas familias se aprovecharon de la apertura migratoria y salieron “legalmente” hacia Estados Unidos a través de El Salvador, haciéndose pasar por “salvadoreños”, habilitados con documentación falsa de ese país.
La emigración hacia Estados Unidos se disparó después del Huracán Mitch, desde noviembre de 1998. De acuerdo al INE el 8por ciento del total de los hogares hondureños reporta tener uno o más miembros que se fueron al extranjero, en los últimos 10 años, los mayores contingentes salieron entre 1998 y 2005.
Este voluminoso movimiento de nacionales, con los beneficios que genera a unos pocos, ya beneficia a sectores muy específicos de la sociedad hondureña, entre ellos, casas remesadoras, cambistas y especuladores de divisas, Banco Central de Honduras, sector bancario nacional y extranjero, cooperativas de ahorro y crédito, importadores y comercializadoras de muebles y electrodomésticos.
Aún no existe una política nacional migratoria con objetivos y metas a mediano y largo plazo que proteja a los migrantes, ordene legal y operativamente el éxodo al igual que el retorno de nacionales y vincule todo ello al desarrollo personal, local, territorial y nacional.
Se habla anualmente de Cuatro mil millones de dólares que deberían estar orientandos al desarrollo personal, local, territorial y nacional y no sólo a grupos de intereses como sucede ahora.
Siempre está formando parte del Producto Nacional Bruto, PIB, que técnicamente es la suma de lo que se transfiere desde el exterior con lo que se produce aquí, expresando el gran total en unidades monetarias, en lempiras o su equivalente en dólares.
El INE en una época normal, en sus registros tiene que la corriente migratoria hondureña hacia EE.UU atrae un promedio de 25 personas por hora, sumando entre 80 mil a 100 mil hondureños por año. Los que se van, en su gran mayoría, son jóvenes; más hombres que mujeres, pero no por mucha diferencia. Ambos con menos de 30 años de edad. Se van más casados o en unión libre que solteros, aumentando con ello la feminización de los hogares hondureños, los que tienen una mayor escolaridad, sin sobrepasar el nivel primario de educación. La mano de obra que sale al exterior posee baja calificación. No tiene los conocimientos y destrezas propias de estos tiempos, y mucho menos los que competiría ventajosamente en Estados Unidos para lograr un empleo de buena paga y estima social.
La condición migratoria de los hondureños en territorio norteamericano es diversa, dentro de los 700 mil hondureños que tienen edad de trabajo en EE-UU, un poco más de la mitad está de forma irregular, sin documentación para residir y poder trabajar en condiciones legales en ese país. Dentro de los 300 mil que están en situación migratoria regular, se cuentan los residentes de dicho país que poseen Green Card o Tarjeta Verde.
Los naturalizados con ciudadanía norteamericana que no pasan de 250 mil y los 75 mil hondureños que siguen protegidos por el Permiso Temporal de Trabajo, TPS.
Hay un programa solidario concedido por el Gobierno de EE.UU a Honduras en compensación por la tragedia del Huracán Mitch, que produjo 6 mil 800 muertos, 3 mil 900 desaparecidos, 12 mil damnificados y pérdidas materiales por unos 5 mil millones de dólares.
De migrante a alcalde
Rony Fúnez, alcalde de Aramecina, Valle. |
Rony Fúnez, ahora alcalde de Aramecina, en el departamento de Valle, contó que después de graduarse de la secundaria tuvo que considerar la idea de emigrar para poder continuar con sus estudios y ayudar a su familia para salir adelante, no encontró empleo por ninguna parte, estuvo seis años en Estados Unidos y por su esfuerzo sus hermanos pudieron profesionalizarse, le tocó venir a terminar el bachillerato y su licenciatura en administración de empresas con los ahorros del trabajo que realizó allá.
Puntualizó que uno de los problemas que genera que las personas de la zona decidan irse del país es la desintegración familiar, por ejemplo, los jóvenes que tienen a sus padres en el extranjero les envían las remesas para que sean profesionales, pero a la hora de la hora no tienen una oportunidad de empleo y conciben la idea de aventurarse para reunirse con sus familiares.
Explicó que si en el lugar existieran fuentes de empleo las personas no tendrían la necesidad de irse, además que el gobierno central hace poco o nada para tratar el tema, de hecho en esa comuna las personas para trabajar en puestos públicos se rotan en los cuatro años que le toca a un partido gobernar, dos años trabajan unas y los otros dos, lo hacen otras.
El programa “Vida Mejor” del actual gobierno de Juan Orlando Hernández, no es una solución en Aramecina, el edil asegura que no se da cuenta de cómo manejan los fondos que llegan para el asistencialismo, ya que quien lo administra es un activista del partido de turno. Las ayudas están politizadas y no auxilian al desarrollo del lugar porque “de repente la gente ya no quieren que le estén dando cosas pequeñas como la bolsa solidaria sino que necesita un empleo digno”.
Denunció que muchos jóvenes estudian magisterio pero que por cuestión partidista mandan educadores de otros lados y los regionales para sobrevivir tienen que irse para Europa, Estados Unidos o Canadá, ya que no les dan las oportunidades.
Las personas que regresan deportadas presentan traumas psicológicos y físicos aunados a la depresión que produce el hecho de no encontrar una manera de sobrevivir y no les queda más que volver a irse.
Ni siquiera el cambio climático les ayuda, es un municipio en donde básicamente la producción es el principal rubro, la siembra de maíz, frijol y últimamente han probado con la ganadería que por la falta de agua y pasto no les garantiza que progresen, por eso tienen un poco de miedo en continuar con esta actividad.
Aramecina se está quedando sin juventud porque los que se van oscilan entre las edades de 15 a 30 años, solamente cuenta con un instituto público y con la noticia que abrió un privado en donde podrán educarse las personas que cuenten con buenos recursos económicos.
Familia migrante
Familia Castillo Gutiérrez, la tragedia se quedó en sus vidas. |
La familia Castillo Gutiérrez está marcada por la tragedia desde que la pobreza los obligó a perseguir el sueño americano.
Josy Castillo, de 22 años, al no tener la oportunidad de un empleo decidió emprender el peligroso viaje hacia los Estados Unidos, estudio mecánica automotriz en el instituto Técnico de Langue, vive en la comunidad de El Sobrón, un lugar muy alejado de la civilización, su sueño es ir a la universidad a estudiar ingeniería en sistemas.
Es un joven emprendedor, en el terreno de los alrededores de su casa ha sembrado muchas hortalizas y legumbres que utiliza para sobrevivir. Ha intentado conseguir empleo de lo que sea sin resultados positivos, a veces le llegan trabajitos de electricidad o poner plantas solares.
“La idea de irme fue rápido, no lo pensé mucho”, añadió que gastó hasta el último centavo que había ahorrado, emprendió su viaje con la mala suerte que lo agarró migración cruzando la frontera por el Estado de Reinosa, México, lo llevaron a una cárcel. Estuvo un periodo de 12 días antes de llegar un lugar llamado el Corralón para ser trasladado al país.
En ningún momento fue visitado por ningún funcionario hondureño, le permitieron una llamada a la familia y por gestiones de ésta las autoridades llamaron al consulado, había 15 compatriotas más. Ya en suelo catracho lo primero que Josy pensó fue “ver en el otro viaje cómo me iba”.
Sin embargo, Ángela Castillo Gutiérrez, la madre de Josy, se fue para Belice a buscar una vida mejor y encontrarse con su hermana Reina que también emigró a ese país, no halló trabajo así que regresó y se quedó viviendo en Olancho, sin volver a ver a su pequeño que dejó de ocho años con su abuela materna Dolores Gutiérrez.
El nieto le dijo “me voy a ir mami aquí no hay nada”, al saber que su muchacho estaba preso doña Dolores se sintió muy triste pensando en que le pudiera pasar algo grave, “que voy a hacer pues estar sufriendo aquí”, pensó la adulta mayor.
La señora de 60 años quien por la vida difícil que le ha tocado aparenta muchos años más, junto a su esposo de 70 años que debe usar una silla de ruedas, recordó que su hijo Ramiro, de 33 años, salió de la casa en busca de mejores oportunidades, estuvo tres años en los Estados Unidos, lo detuvieron y estuvo preso ocho meses antes de ser deportado.
Al venir doña Dolores lo observaba con una actitud taciturna y un sábado fatal lo encontraron ahorcado en la quebrada. Dos huérfanos quedaron del infortunio y su esposa se fue para Tegucigalpa a trabajar en un comedor en el mercado El Mayoreo, a los pequeños hijos los dejó en casa de los abuelos maternos.
No obstante, a pesar de las tragedias, María Aracely Castillo, madre de dos pequeñas niñas, contempla la idea de migrar, pero no sola, sino que se aventurará en el futuro con sus dos retoños.
“Pensado por la pobreza de irme para otro lado a ver cómo lucho para sacar adelante a mi familia, porque mi papa se encuentra en esa silla y quiero ayudarles a ellos que tengan una vida mejor”.
Ella es madre soltera, mantiene a sus hijas con lo que siembran en el huerto familiar. A veces consigue trabajo de doméstica pero no siempre, sino por días.
Sabe bien el peligro que representa viajar al país del norte y que aumenta el riesgo cargando dos pequeñas niñas, aun así, “usted sabe que por la pobreza uno es capaz de todo, para que ellas estudien y darles lo que necesiten”, alegó la joven madre.
El sueño de Santos es entrar al colegio y estudiar electricidad, de tan solo 16 años es el pequeño de siete hermanos, a su padre lo secuestraron y lo mataron, su madre vive en otra comunidad porque se volvió a casar y lo dejó al cuidado de doña Dolores.
Él no tiene miedo del camino para llegar a los Estados porque aseveró que no hay nada que perder y que en El Sobrón no se puede sobrevivir, está seguro que si su abuelita tuviera cómo lo pondría a estudiar pero es imposible, ve lejano el día en que pueda tener la oportunidad de una vida digna.
Vida mejor
Juana López, Gobernadora de Nacaome, defiende "Vida Mejor" |
Contrario a lo que opina la gente, la gobernadora de Nacaome, Juana López, afirmó que el gobierno de Juan Orlando Hernández a través de “Vida Mejor” paleó con el problema de migración, que casi no se va la gente de la zona y no hay muchos coyotes, que con “Chamba Vivís Mejor”, otro de los programas del gobierno, se está solucionando el problema y que la primera dama, Ana García , se mueve para darle respuesta a los retornados.
Según ella hacen incidencia en explicarles que ese sueño americano se queda en el camino.
Contó que en Agua Fría, en la zona Sur, vive una madre que salió tras el sueño y se ahogó en el Río Goascorán y la pequeña hija de dos años espera todas las tardes el regresó de su mamá.
Además señaló que muchas personas venden lo poco que tiene para pagarles a los coyotes.
Le pidió a la organización Solidaridad, Unión, Cooperación, SUCO, que les ayuden porque la gente se va por superar la crisis de la familia, en lo personal y buscando otra calidad de vida, “a nosotros nos falta venderle el potencial que tiene nuestra querida Honduras, le invito a que vayamos por las comunidades para poderles dar charlas de que es ese sueño no funciona”.
La funcionaria enfatizó que “ahora son menos los que viajan, ya no andan aquellas personas, los coyotes, que llevan a las familias, estamos en ese tema que es del presidente para generarle empleo a la juventud, si hay trabajo, hay dinero y resuelve su problema”.
Durante la entrevista López ordenó alistar 10 libras de arroz para llevarle a uno de los retornados que perdió dos de sus miembros en el trayecto de la ruta migratoria.
Comité de familiares
El Comité de Familiares de migrantes, (COMIFA), funciona desde el año 2000 con un voluntariado de parientes de personas que migraron a los Estados Unidos, surgen de la Pastoral de Movilidad Humana, de la Iglesia Católica.
Una de esas personas es Herenia Hernández Cruz, quien junto a otras están a la defensa de los derechos de los migrantes porque “migrar no es un delito, es un derecho para mejorar las condiciones de vida”.
Después crearon el Foro Nacional de las Migraciones en Honduras , FONAMI, que era una parte de las incidencias y gestiones que hacían ante el gobierno. Mantienen sus oficinas en Tegucigalpa pero se debilitó después del golpe de Estado del 28 de junio del 2009,porque no pudieron ser auto sostenibles.
Quedaron trabajando con sus propios medios, luchando contra el fenómeno de la migración, por lo que Hernández hizo un llamado a las autoridades del gobierno para que “sientan el compromiso, porque nosotros a través de la faena y las remesas de los migrantes sostenemos al país”.
Los principales problemas que acechan a los niños, niñas y jóvenes de Nacaome son el desempleo, la violencia, la corrupción, la inseguridad, la desintegración familiar y la pobreza.
Herenia Hernández Cruz, COMIFA. |
Del país se fueron hermanas, hermanos y una hija, lo que provocó que Hernández se comprometiera con el grupo, solo algunos se fueron ilegales. En su experiencia lo más difícil que le ha tocado es el momento cuando viene un deportado discapacitado con sus sueños truncados.
Los viajeros y viajeras van por un camino incierto en donde pueden sufrir mutilaciones, secuestros, abusos sexuales, golpes y lo peor, asesinatos.
En contraste con la gobernadora López, la entrevistada dijo que “ellos sienten que están paleando con la migración, pero yo le digo que no han cesado de migrar, aun con esos programas que tiene el gobierno de vida mejor, de calidad de vida, estos no llegan a los más necesitados”.
Añadió que si le dan empleo a un joven es por seis meses y el pago no es mensual, “molesta porque no van a comer a los tres meses y entonces al ver que no consiguen un trabajo estable, mejor se van del país”.
Un hondureño u hondureña no puede limitar sus sueños a dedicarse a recoger basura en las calles, ya que usualmente es el empleo que les dan a los activistas del partido de gobierno, “claro que no, se espera que el gobierno dé un sueldo digno o un buen salario”, recalcó.
Sin las piernas
Pasa sus días esperando que las cosas mejoren, en su mente no se arrepintió de tratar de alcanzar el sueño americano, junto a sus hijas y esposa, Carlos Alberto Molina Borjas está confinado a permanecer el resto de su vida en una silla de ruedas porque “La Bestia” se ensañó con él y le cercenó las dos piernas.
Antes de ese evento se dedicaba a trabajar reciclando en un cabezal con rastra junto con su padre, durante 11 años viajaron a varios países centroamericanos, al cerrar las recicladoras “Corinca” de El Salvador y “Aceros” en Guatemala, se quedaron sin ocupación. Su papá se enfermó de la próstata y por lo caro de la asistencia médica no tuvieron más remedio que vender todo el equipo para pagar la operación.
Se acercaba la graduación de una de sus hijas y estaba sin dinero, entonces decidió migrar para juntar recursos, el 15 de febrero del 2015. Estuvo trabajando tres meses en México y lo detuvieron en San Antonio Texas.
Carlos Alberto, víctima de "La Bestia". |
Regresó al país el 20 de junio del mismo año, sin poder encontrar un empleo, nuevamente emprendió el camino hacia el norte, llegó a los albergues, mencionó que es obligatorio llevar dinero para pagar las extorsiones por parte de las dos organizaciones que existen que son “Los Zetas” y los “Sureños”, éstas son bandas que operan en Coatzacoalcos, ciudad y uno de los puertos más importantes de México, Orizaba, ciudad mexicana, ubicada en el centro del Estado de Veracruz y en Tierra Blanca, municipio del Estado de Veracruz.
Cien dólares es la cuota que deben pagar en cada estación, el que no lleva dinero es tirado del tren, al parecer existe una complicidad con los maquinistas quienes los recogen a cierta distancia, son 300 dólares que deben pagar en las tres estaciones antes mencionadas.
Son cotidianos los secuestros que se dan por no pagar la extorsión, especialmente con las mujeres. Molina recordó a una muchacha salvadoreña que la secuestraron en Totalpa, no presenció abuso sexual pero sí observó cuándo ingresaban a las mujeres a unas casas.
El 02 de enero será el día jamás olvidado para el desafortunado hombre, era el último tren para Nuevo Laredo, como a eso de las tres de la tarde él le ayudó a unos amigos a subir, decidió irse en el vagón de atrás, en el momento de subir a la grada se le adelantó un salvadoreño, ambos rodaron por el suelo, pero Molina se llevó la peor parte, cayó a la vía y sintió como los rieles cortaban sus huesos, empezó a arrastrarse con sus piernas colgándole, la policía llamó a la Cruz Roja y fue trasladado a un hospital donde lo operaron.
No sabe que le pasó en ese momento, no exteriorizó ninguna emoción, pensó en sus hijos y vio frustrado el sueño americano, nunca se imaginó que regresaría en una silla de ruedas. Su familia lloró al verlo asomarse a su casa.
Los parientes de Carlos no estaban de acuerdo que viajara a Estados Unidos de ilegal, pero “él no nos hizo caso, tomó su decisión y se fue, ha sido bastante duro”, expresó Sandra Rosmery Molina, de 19 años, que acaba de graduarse de Bachiller Técnico en Salud y Nutrición Comunitaria y quiere estudiar en la universidad la carrera de Lenguas Extranjeras.
Dependen económicamente de la esposa de Carlos que trabaja en un puesto de comida en el centro, lo que gana a penas les alcanza para la alimentación de siete personas, el sueño de la joven es trabajar para ayudarles a sus padres y hermanos.
Génesis Medina de 15 años, con voz suave y ojos tristes, externó sentirse mal viendo a su padre en la condición en que se encuentra, él es muy fuerte, pero ve a su madre tragarse las lágrimas hasta que ya no puede, se deprime porque solo ella trabaja, “nos dice que salgamos adelante, que estudiemos”.
El sueño de la quinceañera es ser forense, por ahora cursa el segundo año de ciclo común, para ella no es suficiente la bolsita solidaria que de vez en cuando les llevan a la casa.
Vive deprimido
Wilmer Montoya y su madre María Guadalupe Hernández |
Cubriendo la mano que ya no tiene, con profunda tristeza en sus ojos y la voz temerosa, se presentó Wilmer Montoya, de 38 años de edad, con el único peculio que poseía decidió irse para Estados Unidos a buscar un trabajo para sacar adelante a su familia, su madre, esposa e hijo adolescente.
Anduvo dando tumbos, durmiendo de incognito en lugares que debía salir corriendo para que no lo descubrieran, para dormir se quedaba debajo de árboles y en los parques, hasta que llegó a la frontera donde consiguió empleo en un taller de pintura durante dos meses, con otros hombres lograron pasar el rio, trabajaba meses en un lado y meses en otro para enviarle dinero a su esposa y madre.
Ya en el Corpus como a las tres de la mañana lo detuvo “la migra”, lo entrevistaron, le permitieron una llamada, habló con una abogada de Honduras y “me dijeron que tenía que pagar 9 mil dólares para pelear el caso, me cobraban mucho dinero. Me indicaron que debía firmar, pero a los cinco días me deportaron”, explicó.
Miró su estrecha casa de habitación construida con algunas laminas y plástico de nailon negro, recordó que iba con el propósito de “hacer mi casita, mire dónde vivo” y señaló el lugar. Cuando encuentra trabajo es por algún tiempo en talleres, en los cerros o de cualquier cosa. Indicó que del gobierno les han ido a pedir fotocopias de sus papeles pero nunca les ayudan.
Está esperando reunir algo de dinero para volver a irse, no tiene miedo “qué le vamos a hacer, he querido ser alguien en la vida, no estudié porque mamá no tuvo dinero para ponerme”, exclamó.
Doña María Guadalupe Hernández dijo haber sido bendecida con 13 hijos, uno de ellos es Wilmer,
“Mi hijo pobrecito, hemos luchado en mandarlo y siempre con la mala suerte, ya van tres veces, viera cómo lloraba cuando me dijo mamá ya voy para la casa, entonces me puse a llorar, no podemos ayudarle para hacerle una casita, en invierno se llena de agua” , comentó Guadalupe.
En la comunidad de la Guayaba últimamente las mujeres no encuentran otra opción que migrar con sus hijos e hijas, como es el caso de Elisa que se fue con su bebé de dos años de edad.
A criterio de doña Guadalupe su hijo Wilmer está pasando por un periodo de depresión, lo ha visto llorar detrás de la casa porque quiere hacer su vivienda, y reveló que en uno de los viajes lo agarraron y con un machete le cortaron la mano, exclamó que gracias a Dios que no me lo mataron.
Las veces necesarias
Heber Arturo Medina y su hijo Jordan: "me iré las veces que sean necesarias, tengo mi hijo por quien luchar". |
El Valle de Siria es un lugar en donde casi en cada casa vive un migrante retornado, la gran mayoría son jóvenes mayores de 12 años.
Se dedica a la carpintería, con su gorra hacia atrás sosteniendo a su pequeño Jordán de dos añitos, Heber Arturo Medina emigró a los 16 años, en su primer viaje el tren le arrancó de tajo su brazo derecho.
Con el afán de superarse y salir adelante en el 2008 llegó hasta México, se subió en el tren chocó con una rama de mango con tanta fuerza que lo botó de la máquina y lo tiró a los rieles, sintió como le desprendió todo el brazo, se quedó tirado y sus compañeros pensaron que estaba muerto, caminó a una calle en donde la policía lo trasladó al hospital.
Regresando a Honduras sacó el ciclo común para volver a irse, al ver el tren le dio miedo, se paralizó y no tuvo valor de subirse, ya la tercera vez logró llegar pero lo deportaron. Actualmente en su lugar se dedica al comercio para medio comer.
“Tengo mi hijo por quien luchar, me iré las veces que sean necesarias, mientras tenga los pies buenos y la memoria, ahí voy a andar en ese tren”, aseguró Medina.
Lo único que lo hace seguir adelante es su hijo y familia, no tiene esperanza de superarse en el lugar porque no hay oportunidades, comentó que los niños emigran desde que tienen 10 años, se van cien y logran pasar 20, los demás fracasan en el camino o se regresan. Hay mucha gente que se ha ido y las familias no saben nada de ellos.
Si su hijo que ahora tiene dos años decidiera más adelante tomar el camino del sueño americano “yo lo dejaría ir que se fuera, una vez ya grande, yo fui migrante también, no le diría que no, es hijo de migrante”.
Estuvo en coma
Abel Medina, le amputaron de la rodilla para abajo cuando iba en busca del sueño americano. |
A los 23 años Abel Medina se fue con rumbo a los Estados Unidos en busca de un futuro y mejorar económicamente, antes se dedicó a trabajar en lo que venía a la mano.
Solo ha intentado llegar a una vez a los Estado Unidos pero no lo logró, narró que subió al tren y se resbaló, cayó a la vía, el tren lo arroyó y perdió el conocimiento, lo llevaron al hospital le hicieron una gran operación, despertó a los cuatro días con la noticia que le habían amputado de la rodilla para abajo y el pie derecho “nunca me imaginé que eso me llegara a pasar, nunca me imaginé que lo que le pasaba a otra gente me pasaría a mí”, expresó.
Ha salido adelante con la comprensión y el apoyo familiar, le consiguieron una prótesis y no sabe si volvería a intentar viajar de nuevo.
Lágrimas de madre
Doña Francisca Alvarenga Reyes pertenece al COMIFA desde que su hijo Landis Reyes Alvarenga hace veinte años se fue para los Estados Unidos, no volvió a saber nada de él hasta hace dos años que un hombre le informó que estaba detenido en la cárcel de Houston de nombre “Víctor Bill”.
No ha podido comunicarse con él, Landis pasó la frontera en el 2000, doña Francisca tiene fe que abrazará de nuevo a su pequeño, lo espera con vida, el muchacho se fue para ayudarle a su familia de doce integrantes. Al inicio le mandaba dinero, se dio cuenta por medio de otros compañeros.
Llamó a la Secretaría de Relaciones Exteriores pero no le dieron ninguna información de su paradero. Rompió en llanto cuando se le preguntó ¿qué le diría a su hijo si lo tuviera en frente?, ella contestó “que lo amo toda la vida, viera cómo me ayudaba, él me decía mamá usted nunca me pudo dar estudio, porque llegué hasta el sexto grado, le voy a ayudar a mis hermanos. Ellos se prepararon, dos son peritos porque mi muchacho siempre trabajó legal,”.
Me usaron de mula
Delmo Elías Calix Aguilar de 24 años, emigró el 20 de mayo de este año, calificó el viaje de arriesgado pero que la necesidad obliga a las personas a hacer cosas, “a uno le dicen cosas allí pero va en el nombre de Dios, gracias a él llegué hasta la frontera, había zancudos, agua, sol y hambre, no queda tiempo de bajarse del tren”.
Lo agarraron en la frontera de México, pero aseguró que se volvería a ir cuando la vida le presente otra oportunidad, “hay unos que asaltan, le quitan el dinerito, con tal que uno no se le ponga al brinco no hay problema”, describió a los facinerosos como miembros de maras, algunos tatuados y con pasamontañas o pañuelos en la cara.
Francisca Alvarenga Reyes busca a su hijo Landis desde hace 20 años. |
“Que les demos la pinche feria, si uno anda hay que dárselas porque si no, lo que hacemos es agachar la cabeza nada más, muchos son malos cuando no hayan dinero como que se enojan” , indicó Calix.
En ocasiones la mafia utiliza a los jóvenes de “burreros”, significa que los obligan a cruzar droga de México a Estados Unidos, no tienen otra opción que obedecer porque si no… un día iba en el tren, escucharon rumores que estaban cobrando la extorción y que a los que no pagaban los tiraban del tren, muchos lo que hicieron fue entregarse a migración, porque no llevaban los cien dólares.
Boca del rio Viejo antes un paraíso
Hubo una vez que en la Isla Boca Rio Viejo existió una abundancia incalculable, hace 32 años que José Salomé Vásquez, pescador e hijo de pescador llegó al lugar, el que describió como un paraíso en donde había camarón, pescado y toda clase de mariscos; el Huracán Mitch acabó con sus maravillas marinas hasta el extremo que al ir a pescar necesitan un presupuesto de mil lempiras y ni siquiera sacan para los gastos.
“A veces quedamos con jaranas, se ha mermado esto va a lo largo del tiempo” , añadió que los pescadores están asombrados con el decreto del gobierno que asegura que van a hacer que crezcan tilapias en el Golfo de Fonseca, se preguntan ¿de qué vamos a vivir si ponen todas esas jaulas para tilapias?, ya que no pueden ir a pescar a aguas de otros países porque los van a meter presos y pierden todo.
Le pidió al gobierno que se fije lo que va a aprobar en la ley porque está dejando fuera a la población y que lleguen a la zona sur para una reunión con todos los pescadores y pueda ver la realidad, para aprobar “una ley de esas”.
Los pobladores no pueden desempeñar un trabajo diferente a la pesca, ya que la gran mayoría de ellos no saben leer ni escribir. Vásquez comparó que “hay miles de estudiantes graduados que no encuentran trabajo y nosotros que somos analfabetas qué vamos a hallar”.
Los habitantes del Gallo Colorado llevan muchos años viviendo en ese lugar y ahora aparecen dueños con promesas de generar trabajo, sin embargo, “cuando hacen esas inversiones allí los que trabajan son los estudiados, uno de pobre no”.
Delmo Elías Calix Aguilar:El viaje es arriesgado pero la necesidad obliga a las personas a hacer cosas. |
Quieren construir hoteles, alguien de apellidos Silva Baltodano quien dice ser el supuesto dueño, les mencionó que hará una inversión de 50 millones de lempiras, “ustedes saben que todo se va a hacer privado, entonces para donde vamos a agarrar” , expresó el pescador.
A puro pie
Hace seis años Marvin Posadas tenía su lancha, se le arruino el motor “quede sin nada, mi papá me juntó unas fichas y me fui al rol para Estados Unidos, así como mi hermano a pie llegamos a Guatemala, a México a puro pie”.
La primera vez que se fue trató de subirse al tren de noche y les salió migración, el policía los dejó ir, se subieron a un vagón en un lugar raro, no había espacio iban llenos, sufrieron porque les tocó agarrar varios trenes; los detuvieron nuevamente y los cazaron como si fueran animales, él andaba con disentería. En Tonalá del cuello se llevaron a uno de sus compañeros.
Intentaron de nuevo irse para USA, les tocó pedir, aguantar hambre, aguaceros, “a veces nos agarraban grandes avisperos, salíamos arriados nosotros”, también se encontraron con las maras y se escondían en la iglesia, era su primera vez no sabía a qué iba, pero aunque, siempre hubiera tomado la decisión de irse “con esta pobreza qué podía hacer”.
Pensó que al llegar a los Estados buscaría trabajo de cualquier cosa para ayudarle a su familia, “menos en la picardía porque nosotros hemos sido honrados, bien pobres estamos, nos fuimos por una vida mejor”.
Llegó a rozar el sueño americano, pero fue deportado, “así cómo nos fuimos no estoy muy ganoso de irme otra vez, ahora en bus tal vez”, dijo Posadas.
Actualmente trabaja en la pesca “está bien duro, a veces vamos a colar agua nada más, tenemos que luchar para sobrevivir no quiero mucho ahorita, solo dos días y se pierde un mes”. La ilusión que llevaba cuando decidió irse para los Estados Unidos era comprar su lancha.
Vida mejor no ayuda
La vice alcaldesa de Marcovia, Virginia Santos, indicó que el porcentaje de migrantes a nivel nacional es bastante alto, en ese municipio de cada hogar una o dos personas se fueron para el extranjero.
A la larga el problema de la desintegración familiar abonan a la crisis social, los hijos comienzan a presentar serios problemas, porque los padres piensan que con darles todo lo que quieren disminuyen la situación, más bien se agrava manifestó.
Una de las principales causas por las que la gente emigra en ese municipio es la falta de empleo, no saben qué hacer para vivir y la pobreza los arrincona hasta que los hace irse.
Paradójicamente, la comuna está capacitando a las y los habitantes para que sean emprendedores y tengan la visión de ser dueños de sus propias empresas, sobre todo a las mujeres se les ha dado cursos de belleza, panadería, bisutería, preparación de chorizos, elaboración de jaleas, encurtidos, corte y confección; con el fin de que la gente tenga como trabajar.
Tienen una población de 50 mil habitantes, el único programa que el gobierno central promueve en esas comunidades es “Vida Mejor”, al que la funcionaria calificó como “sectario en donde solo los nacionalistas trabajan con beneficios mínimos como eco fogones, techos y pisos”.
En esa alcaldía no existe una oficina de atención al migrante, sino que el trabajo a las personas retornadas lo hacen medianamente la Oficina Municipal de la Mujer , OMM y la oficina de la niñez y la adolescencia.
Abandonado
Wilmer Omar Vásquez de 30 años se fue para el norte porque trabaja como pesquero y estaba sufriendo una mala racha. Los pesqueros son perseguidos por la guardia costera de Nicaragua que les quita las lanchas y los instrumentos de labor.
Otro problema son los vándalos que andan robando los motores de las lanchas y si los encuentran de paso los tiran al agua, de manera que corren peligro.
Decidió cambiar de vida para ayudar a su familia, el dinero lo consiguió como pudo y se aventuró, emprendió el viaje con su tío rumbo a los Estados Unidos, en la frontera de Agua Caliente los asaltaron y les quitaron el poco fondo que llevaban, estuvieron nueve días caminando en Guatemala, pedían comida a la gente que encontraban hasta la frontera de México, su padre consiguió más recursos económicos para enviarles, se encontraron con un guía que les dijo que se subieran a un tren, en Nuevo Laredo los dejaron en el desierto y caminaron tres días, sin alimento ni agua.
Como a la una de la mañana un día los querían secuestrar para tirarlos al rio, estaban en una casa abandonada pero gente con más experiencia les aconsejó que no se movieran del lugar porque allí acostumbraban a detener a la gente y no la volvían a ver. Alrededor de la vivienda merodeaban unos hombres armados esperando que salieran, la suerte es que la edificación era segura, tenía diez días de estar encerrado con 13 personas más, narró el joven adulto.
Días después hizo muchos intentos para subirse al tren, una rama lo engancho de la mochila y se quedó colgado, “yo casi llorando porque me hubiera caído me troza el tren”, llegaron a Nuevo Laredo, fue un viaje de 18 horas.
Luego los encontró migración y los detuvo, las latas de comida se las tiraron a la basura, les quitaron los cordones de los zapatos, la faja y dormían en el suelo “fue un maltrato salvaje con las hieleras con los aires demasiado fuerte, cinco días después nos encadenaron de los pies y manos como grandes delincuentes ante el juez”, aseveró.
Los subieron a un bus para llevarlos a la cárcel, el Juez les informo del delito, los llevaron de regreso, a donde se movieran iban con los grilletes, denunció que “hubo maltrato verbal” en una prisión de Texas, lo mantuvieron como tres meses, porque el cónsul de Honduras en ese lugar estaba de vacaciones.
Por la mañana el día señalado el avión los trasladó a San Pedro Sula en donde le dieron una baleada y una taza de café, su papá vio la manera de irlo a recoger, “lo primero que hice fue darle gracias a Dios de estar de nuevo en mi país, cuando uno se va de aquí lleva más las de perder que las de ganar”.
Dudó un poco al contestar que “depende de cómo me volviera a ir, así como me fui no, de otra forma si, la mayor parte de la gente de aquí se va con un coyote no le va tan mal”.
El sueño de Wilmer es que su familia no sufriera de ninguna manera para que todos tengan una vida mejor.
Retornados en cifras
Según el Centro de Atención al Retornado ,CARM, y la información del sitio de la Secretaria de Relaciones Exteriores www.sre.gob.hn, solo en el 2015 hubo una cifra de 75 mil 875 personas retornadas de las cuales 19 mil 321 llegaron por vía aérea desde Estados Unidos, mil 302 por vía aérea desde México y 55 mil 252 por vía terrestre.
Las cifras de retornados por años están registradas desde el año 2000 y suman dos mil 610) en el 2001 son 3 mil 903, en 2002 es un total de 6 mil 304 y el 2003 12 mil 533.
En el año 2004 comenzó un incremento en el recibimiento de retornados ya sumaban 74 mil 302, en el 2005 fueron83 mil 085 y en 2006 , cerca de 80 mil 486.
Luego se presentó un leve descenso en el retorno de hondureños y hondureñas en el 2007 estaban 68 mil 181 , en 2008 unos 57 mil 085), el 2009 alrededor de 48 mil 630, en 2010 sumaban 45 mil 907 y el 2011 sajó a 40 mil 727.
Los años siguientes muestra nuevamente un incremento en el año 2012 fueron 58 mil 202, en 2013, unos 72 mil 941, en el 2014 estaban 80 mil 951)y al término del 2015 fue de 75 mil 875 personas.
Año 2015
Las y los hondureños adultos retornados por vía aérea de Estados Unidos fueron de 19 mil 321 de los cuales 2 mil 485 son mujeres y 16 mil 729 son hombres. También recibieron por vía aérea 55 niños y 52 niñas.
En tanto por vía terrestre desde México un total de 48 mil 230 personas divididos en 8 mil 878 mujeres y 39 mil 352 mujeres. Un total de 7 mil 022 niños, niñas y adolescentes (NNA), un 30 por ciento pertenece a niñas y adolescentes, esto es, 2 mil 643 y un 62 por ciento niños y adolescentes que equivale a 4 mil 379.
Además, por la vía aérea desde México un total de mil 302 retornados de los cuales 237 son mujeres, 503 hombres, 236 niñas/A y 326 niños/A.
Menores no acompañados
Los menores de edad no acompañados por un adulto que ingresaron desde Estados Unidos entre el año 2014 a junio del 2016 sumaron un total de 20 mil 512; el periodo de mayo a septiembre 2014 un número de 8 mil 218, en octubre 2014 a septiembre 2015 fueron 5 mil 401 y en el periodo de octubre 2015 a junio 2016, sumaron 6 mil 893.
Año 2016
Las personas retornadas por vía aérea desde México-Estados Unidos fueron 12 mil 684, solo de EUA 38 mil 168 y desde México mil 521; mientras que por vía terrestre ingresaron al país 25 mil 423 migrantes.
Comparando el total de retornados de enero-julio 2015 que fue de 43 mil 524 y de enero-julio 2016 unos 38 mil 168, lo que muestra una incremento de 5 mil 356 personas.
En cuanto al género de enero-julio 2016 se registraron 33 mil 701 adultos, entre ellos 28 mil 670 hombres y cinco 031 mujeres, y de niños, niñas y adolescentes cuatro mil 467 (niños-A 2,949 y niñas-A 1,518)
Repatriaciones
Las repatriaciones de hondureños y hondureñas fallecidas en el exterior que comprenden el periodo 2015 a junio 2016 según la Dirección General de Protección al Hondureño Migrante, APROHM, a través de su oficina ha atendido 384 casos, de los que 291 eran hombres y 93 mujeres. En la vías de repatriación, aérea 362 y terrestre 22.
Entre las causas de fallecimiento se encuentran muerte natural (114), desconocida (84), muerte violenta (76), homicidio (62), accidente automovilístico (21), ahogados (15) y accidente en tren (12).
Las edades más altas son 21-30 con 116 fallecidos, 31-40 con 86 casos y 41-50 con 60 repatriados.
Los departamentos de donde se han repatriado más personas son Atlántida, Cortes, Francisco Morazán y Yoro.
El costo para el país por las repatriaciones oscilan de enero-mayo 2016 de 4 millones , 164 mil 274 lempiras con 33 centavos en 57 casos, mientras que en el 2015 en 224 repatriados hubo un gasto de 16 millones 116 mil 938 lempiras con 52 centavos.
Privadas de libertad
En los países de Centro América se encuentran las cifras más altas de privados de libertad en el exterior con 320 (15 mujeres, 305 hombres), Europa con 50 (5 mujeres, 45 hombres), Norte América con 722 (175 mujeres, 547 hombres), Sur América 13 (1 mujer, 12 hombres); acumulando 196 mujeres y 909 hombres para un total de mil 105 personas encarceladas.