El Mecanismo de Protección forma parte de la Ley de Protección a Defensores y defensoras de derechos humanos, periodistas, comunicadores sociales y operadores de justicia. La misma fue aprobada por el parlamento hondureño en el año 2015 y publicada en el Diario Oficial La Gaceta en mayo de ese mismo año.
Urbina llegó hace aproximadamente un mes a rectorar esta instancia bajo fuertes dudas por parte de defensores y defensoras de derechos humanos que han denunciado que la ley tiene un grave desequilibrio que limita la participación ciudadana porque la mayoría de las instituciones que integran el Consejo de Protección son estatales y aplican la aplanadora para tomar decisiones trascendentales, opacando las aspiraciones de los grupos beneficiarios.
El 01 de diciembre organizaciones nacionales participaron en una audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, la cual tenía el objetivo de darle seguimiento al mecanismo de protección.
De dicha audiencia salieron serias denuncias de falta de transparencia, encriptamiento de la información pública y la aplanadora estatal en contra de las aspiraciones de la sociedad civil lo que pone en precario que se aplique la Ley.
Urbina dijo que “estoy dispuesta a hacer todo el esfuerzo, si las ONGs permiten, nos vamos a sentar a revisar el mecanismo, por lo menos el objetivo que yo tengo en la dirección es ir de la mano con sociedad civil”.
La periodista Sandra Maribel Sánchez, quien llegó al lanzamiento del informe antes descrito, cuestionó la efectividad de dicho mecanismo y denunció que a pesar que se llamó al mismo cuando ella junto a Karla Lara, defensora de derechos humanos, fueran detenidas por la policía y llevadas ilegalmente a una posta policial solo por defender su derecho a la libertad de locomoción cuando pasaban por una caseta de peaje y se resitieron a pagar porque violenta este derecho, pero "ud hizo caso omiso a la denuncia y permanecimos arbitrariamente en prisión", le dijo a la Urbina.
Decenas de personas que defienden los derechos humanos están bajo la mira de los perpetradores, las investigaciones no caminan , los resultados son exilio para algunos y desplazamiento interno para otros , en un país considerado uno de los más peligrosos para ejercer el periodismo y defender los derechos humanos.
La funcionaria tendrá que demostrar que en realidad llegó para hacer cambios radicales y apostarle a reformas a la Ley de Protección, sin embargo la duda no se puede disipar mientras prevalezca la falta de voluntad política , la estigmatización de los defensores y defensoras de derechos humanos desde el propio presidente de la República y la presión a través de figuras penales contra periodistas y comunicadores sociales para que se llamen al silencio ante arbitrariedades de funcionarios públicos que no están dispuestos a someterse al escrutinio de la sociedad hondureña.
Para que Urbina inicie los cambios anunciados solo hace falta que empiece las acciones que ha prometido, de lo contrario sus declaraciones quedarán en eso, en meras palabras.