Desde el 28 de febrero inició el juicio contra tres de los altos mandos policiales responsables de cinco delitos entre ellos torturas, detención ilegal y lesiones contra cuatro personas defensoras de los derechos humanos y ocho estudiantes, hechos ocurridos en los predios de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH.

Quiero mirarlos a los ojos

En audiencia en la que dos defensores y una defensora de derechos humanos miraron a los ojos a sus verdugo. Ante la jueza número seis comparecieron Hedme Castro, de ACI-Participa, Carlos del Cid, del Observatorio Ecuménico Internacional de Derechos Humanos (OEIDH), Ariel Díaz, del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos,(CIPRODEH), Cristian Sanabria, y Santos Alfredo Ruiz, estudiantes de la UNAH, que cayeron en las manos de los oficiales Juan Manuel Godoy, Marlon Palma y Feliz Adrián Colindres, quienes aplicaron graves violaciones a los derechos humanos.

La primera en pasar a la sala a testificar fue Hedme Castro y dijo que “quería verlos a los ojos y lo menos que puedo esperar es que se aplique la ley ya que en mi corazón no existe odio”. Mientras testificaba la defensora la mirada intimidadora de los policías jamás se despegó de la ella.

El relato conmovió a los ahí presentes al describir cómo el comisionado Félix Adrián Colindres le torció sus brazos al momento de llevar a cabo la detención.

Por su parte los estudiantes Sanabria y Ruíz relataron el miedo inminente que existe al ver un policía después de los hechos del 08 de septiembre ya que las secuelas y daños que estos dejaron sobre sus vidas marcaron una pauta de cómo es el actuar de los funcionarios de la policía que a todas luces lo que buscaban era generar una ola de violencia dentro de los predios universitarios. Dijeron sentir mucho miedo de estar ahí frente a los que ese día cometieron tantos abusos, situación que ahora aumenta el temor por sus vidas.

Ariel Díaz comentó que uno de los temores que existió en ese momento fue que se llevara a cabo una desaparición forzada, una práctica común de la policía en la década de los 80’, lo que pensó porque no dejaron que los medios de comunicación ingresaran a los predios universitarios, por lo que su temor ese día fue tan grande que eso le ha dejado una alteración en su vida causándole traumas.

Carlos del Cid refirió que ese día no parecía un desalojo lo que se estaba llevando a cabo ya que dentro de los predios universitarios habían una cantidad exagerada de miembros policiales con armas de grueso calibre al igual que elementos policiales vestidos de civil portando armas y que estos al igual que los miembros de la policía estaban rodeando el busito en el que se encontraban los estudiantes y los defensores.

Qué decían los chat de los altos jefes policiales?

Los tres altos oficiales permanecieron con sus celulares enviando chats durante la mayor parte del tiempo en que defensores y estudiantes brindaron su declaración ante la jueza, un hecho inusual porque una de las reglas es que los imputados no tengan comunicación con nadie mientras están en los juicios.

En una comunicación vía Whatsaap después de salir de la audiencia, Carlos del Cid denunció la irregularidad al manifestar que las fiscal se dio cuenta pasadas varias horas del inicio de la audiencia y notificó a la jueza, ésta ordenó a los oficiales colocar en la mesa sus celulares, pero ya habían enviado varios chats y posiblemente grabado toda la comparecencia de sus víctimas.

La audiencia continuará el próximo 21 de marzo en la cual se evacuarán otros medios de prueba testificales y audiovisuales .